Elecciones 2012: un vistazo hacia atrás

// Por: Staff

lun 2 julio, 2012

 

Tener un panorama claro y amplio sobre lo ocurrido del 29 de marzo al 27 de junio de 2012, periodo donde la agenda pública fue estelarizada por cuatro personajes: Josefina Vázquez Mota, Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador y Gabriel Quadri, debe ser un aprendizaje para todos los mexicanos, pues en 2018 volveremos a vivir una experiencia igual. ¿Qué errores se cometieron? ¿Cuáles fueron los aciertos?

En el Comité de Observación Social en Medios Digitales (CosmoCiudadano) nos dedicamos a analizar los fenómenos que ocurren en las redes sociales. Los 18 expertos que colaboramos en el Comité reflexionamos diariamente sobre lo que ocurrió en el proceso electoral, y aunque el movimiento no concluye sus labores con ello, sí nos enorgullece haber sido partícipes de las primeras elecciones mexicanas que pudieron vivirse a través de internet. Hagamos un recuento.

LA PRECAMPAÑA

Tanto en el PRI como en el PRD, los candidatos ya se vislumbraban claros desde el inicio del año. Mientras que Manlio Fabio Beltrones intentó venderse como un crítico de la idea de la imposición de un candidato de unidad, al final, no tuvo problema en declinar a favor de Enrique Peña Nieto, a quien ya se le venía preparando desde su administración como Gobernador del Estado de México. Por el otro lado, Marcelo Ebrard, de un modo muy democrático, aceptó que las encuestas no le favorecían para ser el candidato de las izquierdas, dejándole el camino libre a Andrés Manuel López Obrador, quien tuvo 6 años para recorrer todos los municipios del país, pero que no pudo dejar atrás los estigmas tan fuertes que lo marcaron en 2006. Al principio, buscaba verse muy “amoroso”, pero con el paso del tiempo, vimos que seguía usando el discurso viejo del fraude y la imposición presidencial.

En el PAN, la cosa fue muy distinta. Había 3 precandidatos: Josefina Vázquez Mota, Ernesto Cordero y Santiago Creel. Con su elección interna, el partido de la derecha se convierte en el primero en la historia de México en tener a una candidata con posibilidades reales de ganar la presidencia de la república. Antes de ella, 4 mujeres habían aspirado al cargo, pero en partidos pequeños: Rosario Ibarra de Piedra, Marcela Lombardo, Cecilia Soto y Patricia Mercado.

Nueva Alianza sorprendió a todo México un jueves 15 de marzo con el anuncio de que un ambientalista y académico a quien pocos conocían (al menos fuera del círculo intelectual), se quedaría con la candidatura. Se trataba de Gabriel Quadri de la Torre, quien pasó de tener cuatro mil followers en Twitter ese día 15, a 228,251 al momento de que se escriben estas líneas.

Hubo un quinto precandidato que no alcanzó a llegar a la boleta electoral, se trata de Manuel Clouthier, hijo del legendario “Maquío” quien fuera candidato a la presidencia por el PAN en 1988 y que falleciera en un trágico accidente. Clouthier, Jr. se lanza como candidato independiente, hasta que el fallo de los tribunales no le es favorable y se queda a la mitad del camino. Es hasta el 25 de junio que Andrés Manuel López Obrador lo nombra en su gabinete tentativo como el próximo Fiscal Anticorrupción.

LA CAMPAÑA

Una realidad innegable es que a los equipos de campaña les cayó como un balde de agua helada el asunto de las redes sociales digitales. Si bien, el equipo de Enrique Peña Nieto fue el más previsor en estos terrenos, también dieron muestras de no estar lo suficientemente preparados ante un medio tan democrático y libre, más aún cuando hablamos de la guerra sucia que, sin duda, tuvo un privilegiado lugar.

El primer caso detectado y sospechoso fue el de la fotografía de un supuesto cartel de parabús que decía: “Frente a la ineptitud de lidiar con el narco –con tipografía azul y fondo blanco-, la experiencia de negociar con ellos –con fondo rojo y tipografía blanca-“. La imagen venía firmada por el PRI. El pensamiento inmediato del que veía esta fotografía era la sorpresa de que el partido tricolor anunciara que pactaría con el narco, algo que se sabe, no es socialmente aceptado. Entonces… ¿quién se beneficia con un cartel así?

El segundo momento a destacar fue cuando López Obrador anuncia a sus posibles miembros del gabinete en caso de llegar a la presidencia. Los nombres, por supuesto, dieron mucho de qué hablar: Marcelo Ebrard, Bernardo Bátiz, Juan Ramón de la Fuente, Rogelio Ramírez de la O, Elena Poniatowska, entre muchos otros. Nunca antes en la historia reciente del país, se había visto que un candidato anunciara a su gabinete, y como estrategia, la mantuvo el abanderado de las izquierdas hasta el final.

No olvidemos tampoco la desafortunada declaración de Josefina Vázquez Mota cuando fue de visita al ITAM: “…como nadie es perfecto, me fui a estudiar economía a la Ibero”. Lo natural, tomando en cuenta que se encontraba en la competencia de la Universidad Iberoamericana, habría sido que su público riera en complicidad y los comentarios, sobre todo en redes sociales, fueran en tono amable, pero no ocurrió así. A la candidata la acusaron de insultar a su alma mater y con justa razón. Este problema, aunado a las fotografías que documentaban que la asistencia al arranque de campaña por parte del público en el Estadio Azul en la Ciudad de México fue muy baja, hablaba de una situación que ponía en la cuerda floja toda la estrategia panista. Incluso, los golpes a su campaña fueron muchos y de manera casi secuencial. Fue severamente criticada por plagiar su lema de campaña (“Diferente”) de quien fuera candidata a la Alcaldía de Sevilla, en España, María del Pilar González. Por si fuera poco, se descubrió que en la agenda de trabajo de Vázquez Mota, alguien había tenido el desafortunado tino de poner una Z donde debía ir una X. Me refiero a la palabra “Tlaxcala”, donde si ustedes ven el teclado de su computadora, ambas letras están juntas. El error, más que ortográfico, fue de dedo, pero con los ojos de todo el país puestos en cualquier detalle ocurrido en el proceso, esto se convirtió en trending topic el 9 de abril.

Los dominios de internet fueron otro punto importante de aprendizaje, pues al equipo de Josefina Vázquez Mota se le olvidó que, por seguridad, era bueno comprar todo dominio web que tuviera su nombre. De este modo, hubo un momento donde si el público introducía www.josefina.com.mx, era redireccionado a una página… ¡del PRI! Esto porque la página oficial de la candidata no era con .com.mx sino solamente .mx, pero la competencia no perdona y aprovecha cualquier error del adversario, como si se tratara de una guerra.

¿Qué decir, además, del movimiento #YoSoy132? Todo se desprendió de una visita, como cualquier otra, del candidato del PRI a la Universidad Iberoamericana, pero no salió como lo esperado. Fue verdad que alumnos reales, matriculados, lo increparon. Fue verdad que el movimiento se fue haciendo cada día más grande. Fue verdad que su hashtag fue trending topic en Twitter durante más de 5 días. Pero Manuel Cossío, un miembro harto (o al menos esa fue la versión oficial) decidió subir a yosoy132.mx un audio donde Saúl Alvidrez, estudiante y miembro del movimiento, declara abiertamente que el mismo López Obrador está coludido con la organización. Alvidrez dijo luego que la grabación estaba editada. Sea como sea, esto fue el inicio del fin de un movimiento que, no nos queda duda, fue estelar en más de la mitad del tiempo de campaña.

Aprendizaje es la palabra clave que debemos rescatar de los pasados 90 días. Si bien, las redes sociales digitales no han sido decisivas en la intención de voto mayoritario en 2012, seguramente lo serán en 2018. ¿Qué tan evolucionados estarán los candidatos y sus equipos de campaña para entonces? ¿Y nosotros los mexicanos… estamos listos?