Por Diego Vázquez
Los británicos de Editors retoman con su nuevo álbum el séptimo en su discografía. Usando como acrónimo de Editors and Blanck Masss, así es como la banda liderada por Tom Smith optó por retornar al origen con EBM.
Con este disco muestran la ausencia de cuatro años que les favoreció. Éste, pudiese ser el trabajo más experimental; con ello, Editors es una banda que en cada de sus discos imprime su post-punk. Desde la salida de su disco previo Violence ( 2018) , Tom Smith y compañía ya asomaban un cambio de renovación. Si bien esta nueva placa pareciera pretensiosa , se trata de un aire con fuertes tintes new wave y sintetizadores ochenteros.
EBM es un tributo aquellas agrupaciones del rock industrial y al dance electrónico. El revival de la década de los ochenta , suenan en las nueve canciones que presentan. Es un himno al glorioso momento de la época donde el Synth Pop británico sobresalía ; tomando a sus grandes musas a Depeche Mode o The Pet Shop Boys, que dejan en claro en cada tema del álbum.
Los Editors hicieron un recuento de sus inspiraciones y crearon un disco relevador , para su sonido, reclutaron a Benjamin John Power ( Blanck Mass) , referencia de la Electronic Body Music. Con este enfoque los provenientes de Birmingham resaltan su necesidad humana y espiritual.
Con un guiño innegable a sus raíces , y a su sonido que ahora hacen frente en este disco de estudio , y que es revelador y progresivo. EBM nació a consecuencia de la poca interacción con sus seguidores y ante la ausencia de conciertos. Un álbum que recalca opacidad de las emociones , un malestar físico , ante una vulnerabilidad. Pero Editors incorporaron esas sensaciones en estos temas , para hacernos renacer.
Con la llegada de esta reciente entrega , significa la participación de otro miembro de la banda en estructura y alineación que acomodará las piezas adecuadas. Justin Lockey , Elliott Williams , Russell Leetch y Ed Lay, fueron el equilibrio para este proceso que enfrenta ahora Editors.
Sin duda el mejor ajuste de alineación que vino a reivindicarlos. Un disco que los trajo de cuenta a su raíz, viniendo del pop rock y que fue la faceta de Editors que se quedará guardada en su disco pasado.
Reiterando no hubo mejor personaje para la producción que Benjamin John Power, así como el también experimentado productor de techno industrial Phase Fatale , que figuró en el sonido clave de “Heart Attack”, uno de los sencillos fuertes del material.
Con respecto al álbum “Heart Attack” con su sonido ochentero new wave con Rock Industrial y una pincelada de techno es lo que asombró con la apertura de EBM. Es la canción en la que Blanck Mass, tomó las riendas en la producción ; así como Justin Lockey y Elliott Williams.
Siguiendo con ese tinte de la década ochentera , suena ” Karma Climb“, la canción al mero estilo de Depeche Mode y Pet Shop Boys , dejan el sello de su influencia más evidente, sin ocultar nada los sintetizadores son clave, en tanto , los beats resuenan en la cabeza.
“ Kiss” es la pieza de Rock Industrial , la pista de baile y las tornamesas , en este nos referimos a la Electronic Body Music, aquél género nacido en Inglaterra en los ochenta. Seguro más de un club nocturno se verá impregnada de su música.
Otra de las canciones que saltan al oído es ” Vibe” otra de las piezas de descarga de sintes , en tanto la voz de Tom Smith se mezcla con los ordenadores, para hacer de esta una canción para la noche.
El disco recorre canciones donde la electrónica y el new wave se mezclan para hacer de este un sonido retro ochentero. Entonces, EBM está pensado en una gran fiesta de techno en el que pondrá el ambiente , alumbrando la pista de baile con luces.