Lugar de Origen: Chile
Año de Fundación: 2021
Actualmente el mundo está viviendo un momento único de cambio, no solo en el aspecto tecnológico, sino de convivencia, relaciones interpersonales, de lenguaje verbal y escrito, un mundo cada vez más inclusivo, es probable que no seamos consciente de ello hasta unas décadas después.
Estos cambios siempre vienen con una resistencia aun mayor que la fuerza de cambio, esa fuerza negativa que hace curiosamente darnos cuenta que nuestro entorno está cambiando, que el mundo que conocemos peligra y que debemos de “defender” los usos y costumbres aprendidas por generaciones. Pero, ¿qué pasa si nuestro mundo no es como realmente lo conocemos’, si la historia fuera distinta, ¿qué pasaría?
María, chilena, compositora y vocalista de Dios te Salve María, busca reescribir una parte de la historia a través de su proyecto. La música es una parte esencial para María, aunque visualmente empodera todas las ideas y complementa lo que retumba en nuestros oídos con su lírica.
Sin duda la falta de reconocimiento que actualmente viven, no solo las mujeres, que si bien han sido las más afectadas, se suman los distintos sectores de la sociedad, desde la comunidad LGBTTIQ+, los seres no binarios, las familias homoparentales y todo aquello que no está dentro de la “normativa” social, es lo que lleva a María a reinventar y deconstruir, aunque su motivación es más personal.
“Está bien si no quieres ser tú, está bien si no quieres pertenecer a un grupo. Tienes que sentirte bien por ser quien eres y no sentirte culpable”.
Cabe recalcar que María no hace una crítica a la creencia de fe, solo toma justo este dogma para cuestionarla y afrontarla desde el punto femenino. Tomando en primer lugar el personaje eclesiástico de María (Madre de Jesús) que es desplazada dentro de las narraciones bíblicas y que solo tiene una función, ser la madre del hijo del creador.
A través de su primer corte “Dios te Salve: Génesis 1” encontraremos sentimientos como la culpa, que mayoritariamente alimenta la religión, es la culpa la que ha acompañado a los personajes femeninos bíblicos, es la misma que nos persigue y la que debemos sentir para ser salvados, aunque en realidad no tendríamos que esperar ser salvados, ni tampoco sentirnos culpables por decidir ser distintos e incluso por no identificarnos con lo estipulado o por estar cansados de empoderarnos o de siempre tratar de estar ahí, dentro de los primeros. Es aquí en donde la narración de la chilena toma fuerza y valor de plantearnos un mundo distinto dentro de las posibilidades de la imaginación o mejor dicho de las realidades que podamos crear.
Este camino contara con diversas narrativas del ocultismo, con la expectativa y si, con el empoderamiento de la mujer dentro la historia, el lado “b” de la historia ficticia que nos ha presentado María a través de clips visuales en sus redes sociales que en algún punto se van a enlazar en una sola.