Sabina Covarrubias es una mexicana que ha logrado construir un perfil bastante peculiar. Dentro de la amplitud de una comunidad artística hoy día, el ángulo de acercamiento individual es complicado de elegir y no siempre el correcto.
El trabajo de Covarrubias como compositora, investigadora de campo de la informática musical y artista multimedia, es complementada por una serie de ángulos que que es difícil tener hoy día, sin existir dentro de un espacio muy acotado.
Como investigadora de informática y creación musical en París, Francia, un doctorado con especialidad en Estética, Ciencia y Tecnología de las artes, maestría en Etnomusicología y Composición Asistida por Computadora, además de su licenciatura en Composición, el desarrollo académico de Covarrubias queda más que obviado.
Sin embargo, lo usualmente comprendido por el perfil académico, no es el ángulo de la mexicana. En esta etapa de su trayectoria, el enfoque tan preciso en tecnologías y desarrollo, se transmite por medio del visual music, electrónica experimental y una serie de obras visuales.
Su rol como parte de la comunidad musical experimental en Francia busca construir un espacio de representación femenino en el país, su obra una ambición por unir el acercamiento académico con el popular, y una búsqueda pedagógica la tiene tratando de traer el desarrollo a manos de los siguientes en ingresar a este mundo.
Con esto sobre la mesa, hablamos con Covarrubias sobre su trayectoria y opiniones sobre algunos de los fenómenos presentes alrededor de estas industrias y comunidades. La expectativa de una cultura, las herramientas de trabajo en medio del capitalismo, la relación entre la vanguardia y lo popular, entre otros temas más.
Cuéntame un poco de tu trayectoria.
Después de 2016 que acabe mi Doctorado en Ciencias y Tecnología de las Artes, en el cual me me especialice en música y medios visuales, empecé a trabajar en esto, en medios audiovisuales.
Trabajo sobre un género que se llama visual music en donde el video va de la mano de la música, es un género experimental. El sonido mismo genera los visuales. Es similar al concepto del VJ, pero este es un trabajo más minucioso.
Mi trabajo Fertility Samples [obra visual], está inspirada en procesos que se usan en la música electrónica. Mi trabajo visual parte del sonido, las técnicas que se usan en la composición. Concretamente de música electrónica experimental donde hay herramientas.
Haz tenido una serie de presentaciones recientes como con Women in Sound/ Women on Sound, distintos espacios artísticos. ¿Cómo es la comunidad artística y musical en Francia hoy en día?
Está dividida en muchos grupos distintos, estos suelen ser cerrados. Por ejemplo está el grupo de músicos académicos, en música electrónica están los que hacen cosas con sintetizadores modulares, lo demás es bien recibido, pero prefieren hacer todo con modulares. Luego están los que tienen un enfoque más de DJ, pero solo usan discos de vinilo, es casi religioso, no pueden tocar un mp3 o un audio, todo tiene que ser en vinilo.
Lo que yo he sentido es que son muchas divisiones, hay muy poco cabida a lo híbrido entre géneros y los grupos mismos. En este sentido, dentro de las artes electrónicas, hay muy pocas mujeres. Una de las razones por las que yo soy parte de un colectivo de mujeres que hace música experimental, no es para decir algo como “somos feministas y no aceptamos hombres”, más bien es unirnos para tener un equilibrio y que también estemos presentes en festivales. Si llega una sola mujer a tocar puertas en un festival, es más difícil que le hagan caso a que si llegamos muchas para participar. Queremos que haya igualdad de oportunidades.
¿Te parece que esta división entre nichos de música electrónica es algo específico a Francia? Tengo que la percepción que en lugares en Berlín, todavía existe en alguna medida la convergencia de escenas dance, noise, ambient, etc.
Yo creo que en Francia está más segregado. Los que hacen techno aquí, que es muchos de los que están en síntesis modular, no le hacen mucho al noise por ejemplo. Estamos acostumbrados a que sí vas un festival, va a ser la misma línea de lo que es y ya. Es mi punto de vista, muy personal, creo que tiene que ver con la cultura. Hay mucha segregación cultural. Por ejemplo en París, en cada barrio vive un tipo de gente, un tipo de etnia muy específica. En el norte están los que vienen de África, en el barrio 13 están los que vienen de China, por el sureste los que vienen de países Árabes, al centro los que llevan años viviendo aquí. Esa misma cultura de dividir, se refleja en lo musical. Obviamente los que están en el norte hacen cierto tipo de música, los que están en el centro hacen otra. No se combinan mucho.
A mi me gusta combinar diferentes músicas y técnicas. Aquí también existen los que solo usan cierto tipo de software, son muy puristas. A mi no importa usar programas que son para gente amateur o programas muy especializados, no me importa usarlos juntos. Mi lucha es por esa integración con las técnicas y de participar con las personas.
Hablamos con Matmos hace poco tiempo. Hablamos sobre esta situación de como viviendo en San Francisco, la escena dance marcaba cierta expectativa. Si eres un músico de electrónica experimental y vas a tocar, debes tocar en un club. La gente aquí espera dance. Cuando se mudaron a Baltimore, la expectativa era de noise, punk, no había tanta cultura dance, las expectativas eran diferentes, podían integrarse libremente.
Si tu vas a un lugar, esperas cierto tipo de música. Lo valioso de Francia, es que sí hay lugares y muchos, para la música experimental y underground. ¿Qué entiendo por underground? Qué es música que jamás vas a oír en un festival comercial, es música ignorada en cierta manera. Música muy original. Eso me encanta, sí hay lugares y no sabes que vas a escuchar cuando vas a uno. Cada artista hace cosas diferentes. Eso no pasa en festivales, pero sí en bares donde hay escenarios. Hay uno llamado El Internacional, dando oportunidad a todo esto.
Hace poco toque en un festival en Milán llamado Saturnalia, fue buenísimo, porque la música experimental que hago, tan rara como es, tuvo cabida en un festival anarquista de música underground. La gente no va ni a juzgar, ni a encontrarse con cosas conocidas. Había desde punk, techno, experimental, este festival se trata de traer oídos a este tipo de música que no tiene tanta visibilidad. Sientes muchísima libertad, si no quieres tener un beat, no lo haces.
El estar en un colectivo, creo que lo termina formando un grupo de estos, es cuando hay un objetivo común. Es un aparato de gestión cultural al final de todo. Hoy en día que al final mucho de esto tiene que ver con auto-promoción, ¿Cómo crees que es la mejor manera de abordar una gestión cultural o comunidad artística?
Por medio de la unión de fuerzas. Por ejemplo, ayer hablaba con una disquera en la que pensaba me podría integrar. Hoy, no hay mucho interés en firmar con una disquera, el lanzamiento físico no te da ganancias y subir tu música en Spotify quién quiera lo puede hacer, además de que no ganas de esto. Pero mi interés de estar en esta disquera es que ellos están por llenar ese vació de músicas experimentales, de artistas que viven en Europa. Lo que hacen es reunir a estas personas, de esta manera es más fácil abordar a un festival o yo como músico proponer una residencia artística con un apoyo detrás.
Somos muchos. Para darles voz hay que unirnos, esto para abrir fechas, tener prensa o en este caso una disquera. El chiste es pensar en una manera en la que se pueda unir la gente.
Hablando de cultura digital, llevamos tiempo hablando del Internet como este lugar libre, donde no pasa nada, aunque hoy realmente se siente más regularizado, burocrático. Pensando en tu ramo, herramientas como Processing, todas estas de Open Source y naturaleza colaborativa ¿Crees que en un futuro puedan seguir existiendo?
Es una buena pregunta. Todas estas cuestiones de pure data, Processing, dependen de muchos financiamientos de los gobiernos. Estamos viendo que los presupuestos y fundaciones van reduciendo el mismo.
Una de las desventajas de pure data respecto a Max (Msp / Jitter), es que es mucho más fácil usar Max, porque como tu pagas, le pagan a gente que hace documentación, es más fácil acceder a esto como principiante.
Además claro, pure data no saca tantos updates, tienen más bugs, te enfrentas con interfaces no tan cómodas. Si este capitalismo rapaz sigue su curso, lamentablemente creo que la actualización de estas herramientas va ir en disminución. Por otro lado siento que entre más rapaz sea el capitalismo, van a surgir otras cosas, porque habrá más gente que no las puede pagar. Esta estructura está hecha para que se enriquezcan algunos y todos los demás solo están sobreviviendo.
Todos tenemos capacidades artísticas y creativas, entonces el futuro depende de que tanto se organice esta gente, que no está dispuesta a estar pagando cientos de dólares, a veces miles, para poder hacer arte. Tiene que haber otras soluciones, en mi opinión puede ser muy valioso el recurso de la documentación. Dentro de pure data se tiene una riqueza enorme, pero con muy poca documentación. Entonces necesitamos hacer tutoriales, cursos, ponerlo en las manos de los principiantes…
También esto es parte de un esfuerzo que has hecho tu…
Sí, yo vengo de un medio académico que fue hacer el doctorado, pero cuando lo viví como una experiencia, pude darme cuenta de que realmente la música que está en este círculo académico, es un gremio y es gente que hace música, pero no vive de la música, los investigadores que están haciendo esto, viven de su trabajo de investigadores y profesores.
En ese sentido, siento que hay una desconexión, en mi punto de vista, con el gran público porque justo es música que se hace dentro de un grupo muy pequeño. Se ha orillado a que permanezca en este círculo. Cuando yo termine el doctorado, yo no me sentía libre ahí, necesitaba compartir mi música, para mi el arte es una cuestión libre, me salí de la academia pero conservando este background.
Me interesa poner en manos de gente que es principiante y que no es de la academia, las cuestiones que yo aprendí en este ámbito. Muchas veces se desarrollan softwares, técnicas, cosas muy complejas, pero no llega a manos de la gente. Creo que esto es un desperdicio de dinero, recursos y cerebro. Hay que crear ese puente entre las herramienta que se están creando en la investigación para hacer música y para la gente que siempre está deseosa de aprender cosas nuevas. Existe un vacío entre estos dos mundos. La pedagogía es la herramienta para tejer ese puente.
Tocando este punto, una de las pocas cosas buenas que nos ha dado el posmodernismo, es que hay mucha comunicación entre cosas que no tienen nada que ver. Este estereotipo de la música electrónica experimental o académica, que parece que vive en un nicho, tiene comunicación con la cultura popular sin que la gente se de cuenta de que llegó ahí. Cosas como el vaporwave, este tema de diseño, plunderphonics… ¿Crees que esta puede ser otra solución para llevar este nicho de desarrollo a un estrato más masificado?
Sí, totalmente. Me di cuenta de esto partir de una residencia que hice en Escocia, para mi fue muy importante, fue mi parteaguas artístico, esto justo antes de empezar a combinar los dos mundos. Lo académico, pero con las cuestiones de música que a mi me encantan de lo popular. Me encanta el techno, cuando hay kicks super ponchados, de pronto me encanta cuando hay esa regularidad en el beat que te puede meter un trance. Me encanta ir a bailar música electrónica, me parece lógico que haya una conexión. Si tu ves la historia, Mozart tocaba danzas en el piano, los minuetos son danzas que se bailaban, era la música de ese entonces y luego Mozart lo pone en el piano.
Lo mismo pasa en el barroco, Bach toma lo que se bailaba en los bares y lo elabora más. Dices bueno, es normal, sería falso para mí que sí a mi me gusta ir a bailar, que yo no meta eso en mi música. Me encanta el minimal alemán, todos los cambios de colores que se dan con esa música, las modulaciones, los tipos de sintetizadores y demás. Esto desde el punto de vista académico se percibe como siempre “igual”. No lo puedes comparar, esto tiene un valor diferente que en ese mundo no se ha valorado. Se necesita mucha honestidad para asumir que lo que está sonando aquí es así y es bien simple, pero también tiene cosas raras y torcidas. Yo digo que se necesita asumir la voz interior que te está diciendo “si metele un bajo, un kick, después mete síntesis granular”, queda una cosa más digerible para un público que está acostumbrado a la música popular.
Esto lo pienso respecto a que los que escuchan música popular son más abiertos que los académicos, esas cosas no caben en ese gremio. La gente que no está en ese ámbito académico, en mi experiencia, escuchan cuestiones nuevas y les llama más la atención, les genera curiosidad, hay más receptividad.
Quiero hablar del desarrollo de tu arte visual, entiendo la conexión directa con la música, pero me gustaría saber ¿Has encontrado algo diferente desarrollado tu lenguaje visual a lo que has hecho con música? ¿Tiene una tracción diferente?
Si pues el mismísimo hecho de que sea visual, que son piezas materiales. Desde niña me gustaba mucho pintar, mi mamá es pintora y padre es además de científico, fotógrafo. Esas cosas que hago como foto y a la vez parecen pintura son justo como hijas de ambas.
También viene de la música, a mi me pasa algo muy curioso que es cuando yo veo una imagen, como estoy muy acostumbrada a leer música, escucho, me imagino un sonido. Las imagenes me representan sonidos.
Respondiendo tu pregunta, este arte es para expresar cosas diferentes y la imagen tiene la fuerza de condensar en un solo instante, todo el discurso. No tienes que esperar en el tiempo para captar la idea, la imagen es un recurso que de un solo golpe puede llevarte a otro estado emocional y reflexivo.
¿Quieres compartirnos algo de tu trabajo actual, algo más?
Agradezco su interés por las expresiones de arte digital, quiero dejarles saber que el arte digital es infinito en cuanto posibilidades. Creamos nuestras propias herramientas para poder tener originalidad, para expresarse. Deben estar conscientes de que si alguien se quiere adentrar a este mundo, casi cualquier cosa que te puedas imaginar, hay manera de poder hacerla. Lo que puede hacer una computadora es increíble. Cuando hay cosas propositivas, el espíritu está hambriento de cosas nuevas, es muy importante en la vida de las personas. Poder percibir arte nuevo, no solamente te abre a su experiencia, sino también estás buscando cosas distintas en tu vida, en la manera de haces las cosas, en tus rutinas, relaciones, las posibilidades son infinitas.