El documental ‘Chavela’ de Catherine Gund y Daresha Kyi, que compitió por el Premio de la Audiencia en la Sección Panorama de la Berlinale, es un relato demoledor y sumamente íntimo de una de las cantantes más importantes de México.
Catherine Gund, reconocida productora y directora de documentales nominada al Emmy, llegó a la Ciudad de México en 1991 después de perder a su mejor amigo a causa del VIH, quería experimentar otras formas de lidiar con las pérdidas y el amor. Es así cuando conoce la música de Chavela. Después de asistir a su show en un pequeño club, grabó una fascinante entrevista con la intérprete que por mucho tiempo guardó en su archivo personal.
Muchos años después, cuando la directora digitaliza todo su material, sintió la necesidad de hacer una película que relatara la vida de Chavela y es cuando invita a Daresha Kyi, una multi premiada cineasta independiente y productora de televisión neoyorkina que acepta codirigir el documental después de ver el material de Gund. “Me conmovió ver esa personalidad enigmática que hablaba con tanta pasión acerca de la bendición de ser mujer”, cuenta Kyi. Las cineastas querían terminar el proyecto lo más pronto posible “La manera en la que Estados Unidos se relaciona con México en estos tiempos es abominable, necesitamos enseñar a la gente que el arte puede trascender fronteras y que la gente puede crear conexiones que salven a la humanidad”. La experiencia de armar esta obra fue catártica y liberadora para ambas. El resultado, uno de las biografías más emotivas y pasionales que ya ha pasado por el circuito de Festivales de Cine más importantes del mundo.
La vida de Chavela Vargas es un viaje espectacular, nació con una herida en el alma y con el corazón hecho pedazos. Su manera de interpretar no la hemos conocido en otro artista, todo quien la escucha queda con ese nudo en la garganta inevitable, como si esa catarsis interpretativa fuera terapia. Miguel Bosé pensaba que iba a morir en cada canción porque entregaba tantas emociones que sentía se le iba a parar el corazón. Chavela provocaba mucho en el escenario, se tiraba al vacío sin ningún pudor y sin ningún miedo; muchas veces se quedaba callada, pero no era porque olvidara la letra si no porque los silencios en sus canciones eran desgarramientos personales. Ese sufrimiento lo comparaba con llevar una valija cargada de emociones que, mientras cantaba, se abría vulnerable. No había secretos entre ella y su audiencia, se desnudaba sin decoro.
El documental narra la historia de la leyenda musical pero sobre todo del ser humano que se convirtió en un ícono absoluto de libertad. Chavela fue una mujer sumamente solitaria, sus concepciones de amor y soledad la colocaron como una mujer tremendamente moderna para su época y se veía desde su manera de presentarse en los escenarios; mientras que las cantantes del género se presentaban con rebozos coloridos y vestidos, ella usaba un jorongo sobre pantalones y una guitarra al hombro. Los nociones de feminidad no encajaban con ella ni siquiera en su voz. Cuando cantaba el suelo retumbaba como un cañón lleno de energía, explotaba con un dolor inexplicable como si su canto desesperado fuera a remediar los corazones heridos de su público. Le ponía acentos a la tragedia y al amor. Ninguna mujer se veía ni se escuchaba como ella.
México la vio crecer en tierra de hombres, Chavela construyó su personalidad en un mundo sumamente misógino y machista, tuvo que demostrar que podía ser la mujer más vanguardista, más fuerte y más borracha. Fue la única mujer que le cantó a otras mujeres y es uno de los símbolos más importantes de la comunidad homosexual. Aunque era costarricense de nacimiento, se sentía de aquí “Los mexicanos nacemos dónde nos da la rechingada gana”.
Los materiales de archivo que utilizaron Gund y Kyi para narrar esta historia, se mezclan con testimoniales de amigos y amores pasados. Chavela vivió enamoramientos, pasiones y renacimientos con personalidades como Frida Kahlo, Ava Gardner y su inseparable Pedro Almodóvar. La narrativa del documental parte en tres grandes etapas: sus orígenes como cantante, su caída en el alcoholismo aunada a su desaparición de los escenarios, y su resurgimiento en el viejo continente como una súper estrella. Este entrañable y fascinante filme es un extraordinario tributo a la dama del poncho rojo.
“Cuándo eres verdad, te impones, ¡Qué privilegio haber nacido mujer!”, Chavela Vargas.