La artista nacida en Bogotá, Colombia, y radicada en Barcelona, España, Adriana López, ha estado deleitando al público con sus viajes de techno experimental y cerebral desde principios de los años 90. Hoy es considerada como una de las artistas de techno con mayor proyección que ha dado Sudamérica en su historia.
Con el paso de los años, Adriana ha creado su propio camino al convertirse en una de las artistas más destacadas y buscadas a través del lanzamiento de sus producciones únicas, en algunas de las discográficas techno más importantes del mundo, como Semantica, Modularz, y PoleGroup. Con años de experiencia a sus espaldas, la profunda comprensión del techno de Lopez es evidente en sus selecciones de alta calidad y buen gusto.
Tuvimos la oportunidad de platicar con ella sobre la actualidad de la industria de la música techno previo a su presentación como headliner de la fiesta Mental 0.7 de CommonSense Records.
Yo empecé a tocar en Bogotá a finales del año 1999, principios del 2000, y unos tres años después decidí mudarme a Barcelona para estudiar una carrera técnica en sonido y producción. No pensé que me fuera a quedar tanto tiempo, en su momento dije: -Bueno, vamos a expandir mi carrera, vamos a ver qué pasa-, y ya van a ser 20 años desde que estoy allí.
Primero, antes de que yo empezar a tocar, estaba interesada en la escena colombiana. Mi techno era un poco progresivo, un poco más tribal, con un mayor énfasis en la percusión, pero con el tiempo fui encontrando mi sonido distintivo.
También hay que decir, con los amigos con los que tocaba, en el sitio donde tocaba, donde éramos residentes, pues era el único sitio de techno en Bogotá en donde la música se tocaba todos los fines de semana. Cada uno de los lugares de la vida nocturna tenía su propio estilo, había uno que era más hard, otro que era más tribal, otro que era más electro. Sí, fue una etapa muy interesante, ese lugar fue una escuela muy bonita y en 2003 fui a Barcelona, donde las cosas empezaron a cambiar.
En su momento fui a estudiar, a aprender a hacer música y con el tiempo las cosas empezaron a funcionar muy bien. Poco después creé mi sello y empezaron a salir más y más cosas y me quedé allí porque además está muy bien conectada con otras ciudades. Entonces, para el trabajo de los fines de semana, era súper conveniente.
Yo en realidad estudié Administración de Empresas, hice cinco años de carrera en la universidad en Colombia, en Bogotá. Sí, me gradué, trabajé un tiempo en marketing y empecé a tocar mientras estaba trabajando. Fueron unos seis meses, un poquito más en los que estuve trabajando de lunes a viernes y ¿qué pasó? Que no estaba contenta con lo que hacía. No estaba contenta con mi carrera, ni con mi trabajo. Y ya, después de esos seis meses de estar mezclándolo con la música, vi qué era lo que quería hacer y renuncié.
Estuve tocando año y medio, casi dos años en Colombia, antes de irme para Barcelona y allí llegué. Bueno, estudié y al principio España fue como volver a empezar, porque en Colombia yo ya tocaba muy claro, en distintas ciudades y todo, pero era como empezar de cero otra vez… sin ningún contacto. Afortunadamente, empecé a abrirme un camino, mi carrera empezó a funcionar muy bien y luego empecé a hacer música y empecé a publicar en otros sellos… Además de en el mío. Mi sello también me abrió más puertas, me ayudó a entrar a agencias y las cosas se han desenvuelto bastante bien a partir de ahí. Espero seguir cosechando más frutos.
Pero estar donde estoy es increíble. Desde Europa pudo ir a cualquier lugar del mundo. Cuando vi que las cosas empezaban a funcionar tan bien, dije: -No voy a regresar porque si regreso, va a ser más difícil hacer un tour por Europa-. Por ello me quedé aquí, aprovecho que se está moviendo mucho y programo tours en América o en Asia.
Es como el momento de estar aquí. Pero sí, tal vez algún día vuelva a Colombia. No sé, en unos años, cuando me jubile, aun no tengo ni idea. Me encanta mi país, es lo que más adoro y cada vez que voy se me presenta una energía inigualable. Es muy bonito.
Es muy bonito ver cómo de unos años para acá Colombia ha crecido tanto, se ha profesionalizado, y el hecho de que un artista pueda ir y tener un tour de seis fechas en ciudades grandes y en ciudades pequeñas, todas con muy buena producción, con una respuesta del público tan increíble, es único. Todos los DJ’s con los que hablo me han dicho que han ido y les encanta o que quieren ir.
Se ha convertido en el país de América al que hay cual hay que ir. No solo porque se ha profesionalizado, sino porque el público ha crecido muchísimo y es muy especial. No es porque yo sea de allí, pero objetivamente hablando el público es muy abierto, es muy receptivo, es muy emocional. Es por ello que los DJ’s lo entregan todo en la pista, dan gritos. Es una energía muy bonita que personalmente no siento cuando estoy en Europa.
La energía de que te quieren un montón y que están escuchando lo que tú haces es bien interesante porque también son muy abiertos de mente. Ellos quieren ir a escuchar lo que tú propones. No tienes que ir sesgado a una cosa u otra, no, ellos están abiertos a lo que tú propones. Puedes ser un poco más mental o un poco más fiestero y todo lo entienden y todo lo bailan y todo lo gritan. Eso también hace que el día que tenga una sesión, será increíble porque se se siente súper cómodo. Ahí siempre tengo una respuesta muy positiva.
Colombia se ha convertido en ese país que es importante y yo creo que es debido a dos factores principales: Uno, que se ha profesionalizado mucho. Hay gente muy seria haciendo cosas. Y dos, el público es único, realmente único. Te permite hacer una sesión. Estás tan cómodo y esa energía es la mejor. Todo el mundo termina feliz, tanto el público, como el DJ, y los promotores.
A ver. Si hablamos, hoy en día el techno es mucho más masivo; lo cual puede llegar a ser negativo o positivo. Claro, se ha masificado y ahora a todo lo llaman techno, incluso la gente que no sabe. Pero eso está bien, porque eso también pone el foco en -vamos a investigar qué es el techno-. Hay todas estas vertientes, hay uno que es más duro, uno que es más mental, etcétera, etcétera. Entonces, la gente se va decantando por uno u otro.
Gracias a que el techno se ha masificado, yo creo que hemos ganado bastante público y hay que aprovechar este momento. Además, el techno también es cíclico. Ahora está de moda un techno muy fuerte, muy rápido, que también estuvo de moda en su momento. El techno en todos sus ciclos va cambiando su sonido, va evolucionando. Ahora, por ejemplo, pinchamos un poco más rápido y el sonido se ha vuelto un poco más crudo, más brutal otra vez, como lo era antes. Ese sonido rave se ha fusionado un poco. Incluso en el tecno más mental,pues ahora encuentras sonidos un poco más crudos, menos procesados, más industriales.
Yo creo que en cada una de sus etapas, el techno va absorbiendo un poco esas características y va cogiendo otras. Pero sí es cierto que desde hace un tiempo se está masificado. Claramente hay que aprovechar este momento y hacer que dure.
Es muy curioso porque todos los días, la gran mayoría de los DJ’s y los productores españoles tocamos más fuera de España que en España mismo. Aún hace falta que se desarrolle la escena en el país; bueno, excepto en ciudades muy puntuales como lo son Asturias, Madrid, Barcelona, etcétera. Pero, en general, cuando yo llegué a Barcelona, que fue el año 2003, había una escena de techno muy, muy fuerte. Incluso las ciudades pequeñas tenían discotecas muy grandes que en su momento fueron icónicas.
La ruta aún existe; pero, con el tiempo, supongo que gracias a los controles de alcoholemia, se empezó a mermar un poco. Fue entonces cuando las discotecas muy famosas ya no abrieron todos los fines de semana, sino que ahora abren una vez al mes por evento y eso ha hecho que no evolucionara. Por lo menos no evolucionó a la par del nivel de producción.
Yo que sé, ahora con la pandemia se vio, por ejemplo, cómo perciben en Alemania o cómo perciben en Holanda a la vida nocturna como cultura, a su música. En España no es así, la percepción del ocio nocturno, de la música electrónica, es ir a una fiesta donde la gente va a desordenarse y eso no es así. Ahí se ve un poco la diferencia entre este país y el resto, dando a entender lo que creo que es lo que hace falta: La educación.
Igual es muy curioso cómo hay tantos productores tan buenos aquí cuyas producciones son reconocidas a nivel mundial, muchos lo tocan, etc… Pero a nivel nacional, pues tenemos menos fechas en España que las que podemos tener en Alemania o en los países nórdicos, incluso en América. Es como si hubiera una contrariedad ahí, aunque creo que ahora como el techno se está volviendo a hacer un poco de moda, ese desinterés está empezando a cambiar y se está empezando a valorar un poco más lo nacional. Pero, aún queda mucho trabajo por hacer ahí.
El mejor promotor es el que realmente ama la música y programa a los artistas porque quiere mostrarle algo interesante a la gente. Creo que algo que en España pasa mucho es que el promotor lo es solo por el negocio, entonces bookean nombres que al final, no importa qué estilo de música sea, siempre van a llenar el sitio. Entonces, claro, no estás educando a la gente, no estás mostrándole lo que hay que hacer.
Yo siempre he dicho eso. La manera de mostrarle a la gente es apoyar a los DJ’s locales, a los residentes. Es lo más importante para crear escena en un país y también es necesario que te guste la música y a partir de ahí programar lo que creas que es interesante; no por el nombre, ni por los números, sino por lo que hacen. Pero, lastimosamente hay promotores solo por interés en todos lados y creo que en España aún hay demasiados.
Ha sido muy inspirador. Yo empecé a escuchar techno español desde que empecé a tocar; compraba vinilos de muchos productores españoles y fue llegar allí y aprender a hacer música. Absorbí mucho de ese sonido y la verdad sí creo que fui al lugar correcto. Sí, ha sido muy bonito porque empecé tocando y después de muchos años empecé a hacer música, cosa que pasa al contrario con mucha gente hoy en día, que empiezan haciendo música e inmediatamente tocan en fiestas.
Yo empecé tocando y después de muchos años empecé a hacer música y bueno, aprendí en la escuela donde estudié… después muchos años di clases ahí. Daba clases de producción y eso también fue muy bonito, porque uno aprende muchísimo enseñando. Es un aprendizaje, el hecho de tener que saber explicar, hacer ver las cosas de una manera lógica. Eso hace que tú aprendas mucho y además de que tienes que estar al día en todo, en toda la tecnología, en todos los procesos, en todo.
Creo que el hecho de haber empezado tocando te da un punto de vista que hace que cuando empieces a hacer música pienses en lo que quieres generar. Esa conexión con la gente que tienes cuando tocas, buscas que haya esa conexión, que tengas energía de pista. Así es que ya tienes tus referencias, ya sabes qué te gusta poner, qué genera esa energía de feedback con el público.
Siempre he dicho lo que les decía a mis alumnos: -No hagan música pensando en que le tiene que gustar a la gente, has música que te guste a ti. Como tocando, no pongas música porque le va a gustar a la gente. Pon la música que a ti te gusta, que el público lo entiende y va a percibir esa energía-. Lo mismo pasa con las producciones. Claro, habrá al que le guste más, habrá al que no le guste, yo que sé. No estamos para gustarle a todo el mundo, pero que sea tu producción, que te guste a ti, que tú te sientas cómodo con ella.
Porque lo vi con mis alumnos. Muchos quieren ser famosos de momento y con ello ya estamos empezando con el pie izquierdo. El objetivo es el amor por la música, el querer compartirlo con el público, con los demás, tanto pinchando, como tocando, como produciendo música. Y luego sí. Ese amor por la música y esas ganas de compartirla con la gente te va funcionando y va más allá.
Luego va a llegar la fama, pero el objetivo no tiene que ser ese, porque si vas con ese objetivo, no lo vas a lograr, porque estás pensando en el público, estás pensando que tienes que hacer un tema que sea el top uno de Billboard o de lo que sea. Y no es así. Es un proceso de aprendizaje y un proceso de amor por la música. Hay que ser melómano y también dejar correr el proceso de aprendizaje.
Otro consejo que les doy es no tengan afán de publicar, porque muy seguramente las primeras producciones las hubieras un tiempo después ibas a decir -no, esto no está bueno, ¿porqué lo publiqué?-. Porque eso te va a quedar ahí. Tienes que hacerlo cuando ya te sientas cómodo y sientas que suena bien, que te sientes cómodo con eso, que ya puede salir a la venta, pues ahí es cuando ya puedes, contactar sellos, etcétera. Y lo primero es aprendizaje, aprendizaje, aprendizaje.
La juventud hoy en día lo quiere todo. -Ya quiero todo, ya quiero publicar, lo quiero posar en las redes-, y te puede funcionar. A lo mejor te funciona, pero luego se cae muy rápido porque no hubo ese proceso sólido de crecimiento. Paciencia, es importante aprender a conocerte. ¿Con qué te sientes más cómodo?, ¿con qué sientes que hay más conexión con la gente? A nivel de producción, también es así.
Yo me demoré mucho en sacar mi primer álbum. El primero lo saque en Modulares, en el 2010, y empecé a tocar en el 99. Fue un proceso en el que dije: -Bueno, estoy aprendiendo a hacer música; no me voy a apresurar y luego voy a publicar algo que sea importante-. También es saber escoger en donde publicas tu música, porque lo puedes publicar en muchos lugares, pero tienes que encontrar algo que sea interesante para ti, que te convenga, que al sello también le convenga.Para llegar a ese momento, tiene que haber un trabajo de años.
No todo tiene que ser DJ’s como hoy en día, que se consigue la música muy fácil en digital y entonces ya la pinchas; pero tienes que cuestionarte técnicamente como lo haces, que música has producido, y el cómo piensas mantener tu trabajo. Hoy en día la imagen es muy importante y si le das demasiada importancia seguramente llegarás muy lejos, pero el trasfondo musical ahí detrás, ¿dónde está? Eso es lo que realmente yo creo que hace que el trabajo perdure en el tiempo.
Te podría decir que prefiero en el sentido de esto, que estamos hablando de feedback y de energía y cercanía con la gente. Prefiero a los clubes pequeños o las fiestas underground porque tienes a la gente cerca de ti. La gente va a lo que va, no hay aquel que está perdido porque la fiesta es famosa y entonces ni siquiera saben quién está tocando.
Esa conexión con el público lo logras en esos lugares y claro, los festivales son muy importantes, sobre todo para tu carrera porque llegas a más gente, te conocen más. Pero ahí te va una pregunta, ¿cómo planteas el set en un sitio o en otro? En los lugares pequeños, puedes plantearte un set de más viaje, más mental. Por otro lado, en los festivales tienes un set muy corto, hora y media o dos cuando mucho, pero tienes que estar ahí y tienes al público lejos, lo que coloca una barrera de distancia.
En un estival no importa quién toca antes, no importa quién toca después, cada uno hace lo suyo y la música cambia. Es un poco más directo, aunque igualmente es importante saber quién pinchó antes y quién va después, para crear el viaje completo.
Cada uno tiene sus sus cosas positivas y otras no tanto. Pero sí, si me pusieras a escoger, claro, me quedo con el lugar pequeño. Pero claro, los festivales son importantes para tu carrera, entonces hay que balancear las dos y Europa tiene un balance. Tienes todos esos mundos, a veces en un fin de semana tienes el gran festival en sábado y en domingo vas a un lugar muy pequeño, que tiene un sonido increíble, pero es pequeñito. Entonces tienes ese ambiente íntimo también.
Cuando yo empecé, éramos muy pocas. Era una escena muy masculina y había que hacerse un hueco, había que demostrar que se trabaja, que no estás ahí porque quieres ser DJ y ya. Trabajando a una se la toman en serio y al principio no era tan sencillo.
Hoy en día parece que es distinto, claro que con las redes sociales hay muchas más mujeres. El público está más acostumbrado a ver a una mujer tocando . ¿Qué pasa?,que creo que a veces los productores se van al extremo no tan bueno de que por el simple hecho de que una DJ sea mujer, entonces ya es buena su música; o porque eres dulce físicamente, debes de estar en las fiestas a como dé lugar. En determinadas circunstancias, a veces se le da más peso a eso que al trabajo que hay detrás. No siempre es así, pero puede llegar a pasar.
Sin ir muy lejos, la comunidad LGTBI. Está bien ser inclusivo, pero no por el simple hecho de formar parte de esa comunidad tienes derecho a tener un espacio. Es por cómo trabajas, si eres buen DJ o buen productor. No importa que género seas, hombre, mujer o lo que quieras. Entonces, creo que a veces que se está perdiendo un poco la calidad del trabajo y de pronto se le da más importancia al ser mujer o gay solo porque se tiene que cumplir una cuota de género o interracial. Lo repito, está bien ser inclusivo, pero eso no es lo importante. Lo importante es la calidad del trabajo.
Cada vez hay más programaciones con mujeres, a lo mejor quieren hacer fiestas solo de mujeres, que tampoco me parece mal, está bien para hacer algo diferente. Pero sí creo que ahora puede que haya más espacio. Pero bueno, todo es aprendizaje y todo es un ciclo.