//Por: Alejandro Altamirano
Napoleón Bonaparte, uno de los más grandes gobernantes y militares de la historia, alguna vez mencionó que «el éxito no está en vencer siempre, sino en no desanimarse nunca», frase que sin duda nos remite a la figura de un guerrero valiente que jamás se da por vencido, cuyo sentido, además, empalma perfecto con la visión de éxito de uno de los músicos y productores mexicanos con más reconocimiento a nivel internacional. Nos referimos a Mauricio Rebolledo, mejor conocido, simplemente, como Rebolledo.
Aunque así lo parezca, el camino que Rebolledo ha debido recorrer para estar en la posición en la que se encuentra no ha sido nada fácil, incluso sufrió, como muchos compatriotas, la indiferencia de su propio país, algo que más allá de frenarlo le dio el empuje necesario para moverse geográficamente y consolidar su propuesta personal, así como su proyecto Pachanga Boys junto a Aksel Schaufler (mejor conocido como Superpitcher), actos que le han permitido presentarse en algunos de los mejores festivales de música electrónica en el mundo: MELT Festival, en Alemania; Primavera Sound, en España; Wire Festival, en Tokio, y distintas versiones de MUTEK. Su éxito y ascenso ha sido tal que su base de trabajo está en Europa actualmente y algunos de sus remixes forman parte de varias de las mejores compilaciones editadas globalmente. Aun con todo esto, para Rebolledo el significado del éxito es muy particular y en esta entrevista para WARP Magazine lo explica.
¿En dónde estás ahora, qué estás haciendo y de qué manera te gustaría terminar el año?
Estoy en París, en mi base de trabajo, en la que paso la mayoría del tiempo y desde donde me muevo a las fechas de mi tour, mayormente en Europa. Justo regreso de hacer algunas presentaciones durante mes y medio por México, Nevada, en el festival Burning Man y también de unas merecidas vacaciones. De aquí a fin de año estaré metido de lleno en el trabajo, con un tour por Europa, una visita a Argentina y en diciembre mi vuelta a México con Pachanga Boys, proyecto que tengo junto a Superpitcher.
A diferencia de otros artistas mexicanos consolidados, parece que pasas más tiempo fuera del país que en él. ¿Esto te hace sentir ajeno, de alguna manera, a la escena nacional o más bien crees que justo esa exposición internacional es la mejor manera de que cada vez más países pongan atención a lo que se hace en México?
La verdad es que trato de pensar lo menos posible en eso. Cuando voy a México disfrutó mis presentaciones pero de alguna forma estoy limitado a cierto tipo de foros, porque aunque hay muchos lugares donde podría tocar no puedo estar siempre en los mismos sitios. Para ser sincero, Europa fue el primer lugar en el que recibí reconocimiento, así que trato de disfrutar siempre los dos lugares. Estar en México es un placer, pero estar acá (en Europa), tocando en distintos lugares, festivales y clubes legendarios me llena mucho. Aquí hay muchas cosas que en México no podría experimentar; hay más diversidad. Por ponerte un ejemplo, en los siguientes tres o cuatro días estaré en Polonia, Colonia (Alemania) e Ibiza, tres sitios súper distintos que están relativamente cerca y que me dan una experiencia que en México no podría encontrar. Creo que es importante aprovechar cuando las puertas se te abren.
Este número aborda a mexicanos exitosos en el extranjero. ¿Qué significa para ti ser uno de ellos y cómo lidias con eso todos los días, o mientras creas algo que le pueda gustar a alguien?
Eso de ser exitoso no fue algo que planeara, me cayó totalmente de sorpresa, sucedió que a la gente le gustó lo que hago sin realmente pensar en gustarle a cierto público. De igual manera sucede cuando trabajo en mis producciones, yo soy mi principal público, así que primero hago las cosas para que me gusten a mí y después que le guste a quien quiera, así es como mejor me han resultado las cosas. He tenido mucha suerte de que aquello que hago para mí guste y llame la atención de los demás.
Entonces, ¿consideras que el éxito es un fin o un medio?
Creo que es un medio. Para empezar es algo relativo; partiendo del hecho de que me ha ido muy bien, no considero haber llegado al final del recorrido. Lo bueno del éxito es que te abre muchas puertas, y no porque me vaya bien voy a sentarme a descansar, todo lo contrario, constantemente estoy en busca de nuevos proyectos, aprovechando la plataforma que ya tengo.
En México, a diferencia de otros países, en ocasiones nos cuesta tener apertura a muchas cosas, incluyendo los géneros musicales. ¿Crees que ese sea el motivo por el cual algunos mexicanos son más reconocidos en otros países que aquí?
Creo que depende más de la historia de cada uno y de lo que hace. Si mantienes cierto nivel de calidad y eres constante es más fácil que obtengas una respuesta. Mi inicio en México representó picar mucha piedra y aun así sentía que no llegaba a ningún lado, no se me daban las cosas muy bien y el hecho de que después, fuera del país, todo funcionara fue un detonante para que otras cosas sucedieran, incluso para volver a mi país y tener un mejor panorama con respecto a mi carrera.
No ha pasado mucho desde que Juan Gabriel, como sabes, uno de los artistas mexicanos más reconocidos a nivel internacional, dejó este mundo, incluso en tu página de Facebook te referiste a él como un ícono. ¿Crees que México se está quedando sin representantes musicales en el exterior? ¿Qué clase de artistas o personas, desde tu punto de vista, podrían alcanzar este reconocimiento?
Definitivamente el talento está, hay cosas muy particulares y únicas también, aunque no sé si podamos comparar lo que fue Juan Gabriel con algo actual. Particularmente hay muchas cosas contemporáneas que para mí son de gran nivel, Nortec por ejemplo, Titán se me hace increíble, son unos grandes músicos con propuesta y originalidad. A Juan Gabriel lo pongo como un ícono porque desde chico lo escuché, mis papás ponían un casete en específico, en el coche, y era la música de nuestro roadtrip familiar.
Sí creo que nuevos íconos mexicanos van a venir, no sé si signifiquen tanto como Juan Gabriel, pero de que hay calidad musical en el país la hay, muchísima, en distintos géneros y estilos.
Cada vez son más los mexicanos que triunfan en el extranjero, en diferentes ámbitos, sin embargo parece que se trata de sólo una semilla que espera brotar de verdad. ¿Qué crees que haga falta para que cambie esta percepción?
Pienso que es relativo. Te repito, para mí todo es constancia y originalidad, no sólo en la música sino en muchas otras cosas; por ejemplo en la comida, muchos chefs mexicanos están siendo reconocidos fuera del país por esas razones. Al final, la constancia, originalidad y creatividad te permiten tener exposición y reconocimiento más allá de lo local, la clave está en apostar a hacer algo que sea único.
Personal y profesionalmente, ¿qué metas te falta cumplir y en cuáles ya estás trabajando para que así sea?
Soy alguien que pocas veces siente que ya acabó algo, siempre estoy pensando en el siguiente proyecto. A nivel profesional obviamente quiero sacar nuevos materiales, ya sea solo o con Pachanga Boys. También quisiera enfocarme en nuevas cosas, no sólo en el ámbito musical sino, por ejemplo, en un proyecto ecoturístico, algo que involucre cosas que también me gustan, como el ámbito culinario, quiero enfocarme en proyectos que dejen algo más que sólo shows y música. Ahora que soy parte de un par de clubes, uno en Monterrey (soy socio fundador de Topaz Deluxe) y otro en la Ciudad de México (como socio de M.N. Roy) me interesa abrir foros en los que podamos exponer propuestas que aporten y ayuden a expandir la cultura.
¿Qué podemos esperar de ti a corto plazo? ¿Algún disco o proyecto nuevo en puerta?
Hace poco saqué mi segundo álbum solo, como Rebolledo, y justo ahora trabajo en un disco de remixes para ese mismo proyecto. Varios artistas de muy buen nivel se juntaron para entrarle, estoy reuniendo todo el material para editarlo el año que viene y ahora realizo un par de remixes como Pachanga Boys, de algunos proyectos que andan por ahí.
Para finalizar, dime algo que crees que todo artista nuevo debe evitar si quiere lograr el éxito.
No depender de favores ni de nadie. A veces me doy cuenta que mucha gente se basa en sus conexiones y relaciones públicas para abrirse paso. Eso puede ayudarte, pero si sólo dependes de ese camino definitivamente no llegarás tan lejos. Lo mejor, siempre, será abrir paso con tu talento y tu propuesta.