// Por: Oscar Adame

lun 21 diciembre, 2020

La cantautora japonesa-británica Rina Sawayama expandió su perfil de una artista de pop experimental de nicho a una súper estrella con tres millones de escuchas mensuales con la ayuda de su más reciente producción discográfica SAWAYAMA (2020) y del inusitado apoyo de Tik Tok, la app de la Gen Z que viralizó su éxito ‘Fuck This World’. 

Sin embargo, pese a que su medio de reconocimiento fue aquella red social, la verdad es que hay mucho dentro de este, su segundo material discográfico, que nos dan a entrever que su éxito iba a explotar en cualquier momento. Es una propuesta futurista distinguida por una estética que combina los mundos de la fantasía con la ciencia ficción. Su música no es distinta y carga con el eclecticismo del nuevo gusto -New Normal-, como estipuló el festival de música Primavera Sound de Barcelona, España, hace un par de años. 

Música sin ataduras, el nuevo pop

Rina Sawayama es la mejor de los artistas libres que creen que, como artista, no hay que diferenciar entre los géneros musicales y que los nuevos escuchas van a escuchar lo que sea mientras sea potente y real. En su música podemos distinguir momentos de música dance, post-rock, shoegaze, nu-metal, EDM, dubstep, gospel, industrial, house-pop, trap-pop y trip-hop, entre muchos otros, todos moldeados a través de un ojo sensible que logra no solo que estas fusiones funcionen, si no que sean digeribles. 

De esta forma, el nuevo SAWAYAMA (2020) logra un trabajo maravilloso al empujar los límites de la música pop sin ningún tipo de cadena, al mismo tiempo que refresca con golpes de nostalgia al utilizar muchos de los sonidos de la música pop fue fue popular en la radio juvenil y en series de televisión a finales de los años 90 o principios de los 00. Sawayama ofrece un material pop que tiene la sensación masiva de artistas como Christina Aguilera o incluso de las boy-bands de Disney Chanel. 

Tal como nos explicó FINNEAS en una nueva entrevista, una de las mayores características y fortalezas de esta nueva camada de artistas pop es un renovado sentido de la sinceridad. En este álbum, Rina Sawayama hace que sus canciones se sientan brillantes y maximizadas en su sonido, pero esa misma sensación provine de un lugar genuino de composición inspirada en sus vivencias y en sus sentimientos, los cuales muestra de forma desnuda. Esto ayuda a cuestionar la noción de que el pop a menudo no tiene sustancia, misma noción debería desaparecer durante el resto de esta década.