Lugar de Origen: Tijuana, México
Año de Fundación: 2008
Miembros: Luis Aguilar, Miguel Ahuage y L.E. Ros
“Tijuana es visto como un lugar de super fiesta, un lugar donde hay comida deliciosa, puedes encontrar cerveza artesanal y vino; a su vez es un lugar que se encuentra a un costado de Estados Unidos. Es como esta utopía de “la ciudad perfecta” donde tienes todo lo de México y estás pegado al primer mundo, pero también existe este lado oscuro del lugar; está la zona norte donde se encuentra toda esta red de prostitución y trata de blancas; está también una ciudad de paso donde hay migrantes per cápita, algo gigante. Asimismo, todos los que regresan de Estados Unidos, por lo general caen en Tijuana, entonces existe pobreza y los estragos de los deseos de estar en un país de primer mundo.
Aparte de la fiesta, existe esta parte oscura de Tijuana, algo que el gobierno se ha encargado de no mostrar porque es muy denso, pero siendo locales vivimos con eso, y escuchamos historias horribles. Recuerdo que, en el 2007 estaba todo el boom del narco y no podíamos salir. De hecho, en nuestra música, Luis ha hablado del secuestro de su papá, a su papá lo secuestró el narco. Con esto quiero decir que sí pasan cosas muy densas y para gente turista que viene a Tijuana lo ve como -el lugar de fiesta-, pero como local sí tiene un peso social bastante grande”.
Esta es una historia que escribimos junto a Vaya Futuro, agrupación originaria de Tijuana, pero radicada en la Ciudad de México desde 2015. A lo largo de su trayectoria, la banda ha oscilado en diferentes estilos sonoros, marcando de esta manera diversos capítulos de vida en el proyecto.
La agrupación llegó en 2015 a “Rubber Tracks” proyecto que se dedicó a dar oportunidades a bandas alrededor del mundo para proveerles de manera gratuita estudios de audio con la oportunidad de grabar en lugares legendarios como Abbey Road Studios. Vaya Futuro escogió Islandia como destino de su desarrollo en el concurso, donde estuvieron 4 días, disfrutando de completa libertad en el Greenhouse Studio, liderado por Valgeir Sigurdsson, Ben Frost y muchos ingenieros y productores más.
Desde entonces, la banda se ha encargado de buscar una identidad propia a través de su oferta musical, en donde han narrado su propio proceso de transformación. “A lo largo de la discografía de la banda ha sido muy evidente el cambio drástico de sonido disco con disco. Me parece que el error más grande es quedarse en una zona de confort, de un sonido, de algo y hacer diez veces el mismo disco a través de una trayectoria artística, porque se vuelve monótono, porque te comienza a aburrir.
En Vaya Futuro tenemos eso muy presente, aunque a la gente no le guste cómo lo estamos haciendo, mientras nos guste a nosotros pienso que con eso es suficiente. Entonces siempre hemos querido seguir ese reto de ¿qué vamos a hacer ahora?, es incluso un reto personal de “ya hicimos esto, ¿ahora qué sigue?”.
Desde su inicio, Vaya Futuro ha sido rock, shoegaze y dream-pop, por mencionar algunas intervenciones en los diferentes géneros, asimismo, nos han presentado diferentes matices creativos que se desprenden de la propia exploración de los integrantes, no sólo en la música, sino en el propio contexto social que en diversas ocasiones se ha visto muy caótico.
Con tres álbumes previos, el proyecto de Luis, Miguel y Ros ha dado pasos firmes en la industria y ha causado fascinación por la premisa de descubrir nuevos sonidos y nuevas emociones, contrastando así con sus propias creaciones, de manera que logra sensibilizar de manera inigualable. “En nuestra música siempre hemos reflejado cada etapa de nuestras vidas, en ‘Ideas a medias’ por ejemplo, está súper teenager, incluso lo grabamos cuando teníamos como… yo tenía 26, Luis tenía como 21, estábamos más jóvenes. Para el ‘Perro verde y triste’ estábamos en ese ínter de que nos íbamos de Tijuana y todos tenían esta pesadez como medio depresiva, de estar en un lugar que no nos daba nada. Hemos sido muy conscientes de todo lo que estaba pasando en el país y por ello también tratamos de hacer un poco de hincapié al contexto que vivimos.
Cuando salió ‘Tips para ir de Viaje’ creo que todos estábamos súper contentos y felices, y creo que se siente bastante en ciertas canciones y me parece que ahorita estamos en el punto más maduro de la banda y creo que se siente, aunque toquemos temas muy oscuros, no se trata de que nosotros seamos personas oscuras, sino aceptar esta dualidad que todos tenemos y en vez de evadirlos, los enfrentamos”.
A principios de este año, Vaya Futuro introdujo un nuevo capítulo en su historia, y a través de algunos sencillos, mostraban que este período de casi tres años para su experimentación creativa había resultado muy reflexivo, pues dejaban de lado sus materiales previos para hablar del odio, aislamiento y venganza, emociones que se han catalogado como negativas acaso, y por lo tanto contenidas.
De manera que, el cuarto álbum de Vaya Futuro, El peso del mundo (2020), es un claro ejemplo de lo que sucede cuando una persona se deja moldear por el odio para llegar a los sentimientos más oscuros del ser humano. Encuentre la paz al rechazar el mundo moderno y su impacto en la ecología y la mente. Al mismo tiempo mezcla diferentes corrientes musicales como el flamenco, el jazz, el ambient, los arreglos orquestales y la experimentación en el estudio.
‘El peso del mundo’, prácticamente todo el disco habla sobre estos temas de aislamiento, como depresión, venganza; incluso dolor y odio, entonces es como resumen que hace alusión a estos sentimientos que muchas veces como que reprimimos o no queremos expresarlos hacia el mundo exterior porque pueden malinterpretarse e indicar que eres una mala persona por tener ese tipo de sentimientos, cuando es algo normal sentir odio o sentir venganza. Ahí donde entra el factor humano es cómo enfrentas esos sentimientos teniendo esta responsabilidad moral y aunque tengas estos sentimientos, hacer algo bien con ellos en vez de poder evadir.
Creo que en este álbum nos encontramos en el punto más maduro de la banda y como ya habíamos probado con diferentes estilos, teníamos ya un panorama más claro sobre el camino que queríamos tomar. Incluso, te puedo decir que no hemos encontrado el camino, seguimos en el descubrimiento”.