Hay referencias en las bandas que nos llevan o remiten a otros sonidos. Hoy día, tratar de encasillar el sonido de una banda puede resultar algo tedioso, siendo que las influencias y proliferación de nuevos efectos y experimentaciones lleva a la denominación de nuevos subgéneros.
En la música de Ward encontramos una línea paralela hacia movimientos consagrados durante la década de los 80 y 90, en específico con el post-punk y matices shoegaze. Los peinados, chamarras de cuero y el protagonismo de Ward nos hace pensar en Morrissey y Brett Anderson.
El mudarse de Nueva York a Los Angeles, repercutió en el sonido del trío conformado por Chris Góngora en el bajo, Mauricio Munguía en la guitarra y Ward en la voz, aunque ocasionalmente le vemos con una guitarra melódica. Una refrescada al sonido clásico que tiene un impulso favorecido por el lirismo de Echo And The Bunnymen, el madchester de The Stone Roses, la era britpop de The Verve, y el temprano U2.
Él se presentarán por primera vez en México en el Bataclán el próximo 17 de noviembre, siendo un recinto que favorece la cercanía que Ward ha buscado con sus seguidores en un espacio íntimo y de luces tenues.