Ayer los ciudadanos norteamericanos regresaron a las urnas, por primera vez desde la elección Donald J. Trump hace un par de años. En Estados Unidos se llevaron a cabo las elecciones intermedias al mandato presidencial, en las cuales se eligieron varios puestos en los poderes ejecutivos estatales, locales y federales.
Los resultaros fueron tal cual los que predijeron los medios dentro de las encuestas, los Demócratas se hicieron con la mayor parte de los puestos en la Sala de Representantes, mientras que los republicanos obtuvieron una serie de victorias en los estados en donde se eligieron a los Senadores.
La votación evidencia la división política que se vive hoy en día dentro de los Estados Unidos en una jornada que sirve como un tipo de referéndum respecto al trabajo que el Presidente ha hecho a lo largo de sus primeros dos años de gobierno.
A lo largo de la última semana, Trump ha dado a notar que un voto para cualquier candidato republicano es un voto para el seguimiento de su plan de gobierno, aunque en algunos otros casos también declaró que su nombre no está en la boleta y que por ello no puede ser considerado como responsable de una posible derrota republicana. Como sea, los resultados no fueron negativos ni para su partido, ni para su él como mayor figura política. El sondeo de boca de urna sugiere que dos tercios de los votantes que dieron su voto, lo hicieron para apoyar al Presidente Donald J. Trump, cosa que nos informa el portal de CNN.
Aunque ese sea el caso, se tomaron decisiones divididas con los demócratas recuperando a la Cámara de Representantes y los republicanos manteniendo el control del Senado y la mayor parte de las gubernaturas en juego.
Dentro del Senado, los puestos quedaron 51 al Partido Republicano y 45 al Partido Demócrata, con dos independientes que se suman a los asientos. La Cámara de Representantes quedó a 219 demócratas y 193 republicanos. Por último, de los 36 puestos a gobernador, los republicanos se han llevado 25 y los demócratas se quedaron con 21.
Una de las decisiones políticas más interesantes que tuvieron que tomar los partidos en la previa de estas elecciones la tomó el Partido Demócrata, el cual apostó a las mujeres en su plan para recuperar a la Cámara de Representantes.
Docenas de candidatas se lanzaron a las carreras de Estados Unidos, con mensajes que se enfocaron a apoyar los servicios de la salud, mejorar los impuestos y empujar a las mujeres votantes a salir a las urnas, especialmente dentro de los suburbios. Las mujeres terminaron por conformar al 52% del electorado. De acuerdo a Dave Wasserman de Cook Political Report, “habrá más de 100 mujeres en la Cámara en 2019 por primera vez en la historia“.
Aunada a la cámara, las victorias demócratas a gubernaturas también fueron femeninas. Laura Kelly ganó con un gran margen la gobernatura en Kansas. Al igual que Gretchen Whitmer en Michigan.