Sencillo. Ese es el adjetivo que describe al nuevo álbum de la multifacética Ximena Sariñana. Nos han acostumbrado a menospreciar la sencillez debido a la presencia de la ostentosidad en la mayoría de lo que nos rodea, pero el disco homónimo a la cantante ‘peca’ de ser muy bien hecho; lo cual es una muestra de que el arte tiene demasiadas facetas.
Alejado, y no sólo por ser cantado en inglés, de “Mediocre”, si no fuera por ‘Tú y yo’ (la única canción incluida en español) donde el piano vuelve a ser su gran aliado; este álbum nos muestra el lado extrovertido de Ximena, aquel que apenas se asomaba: canciones bailables, para mover los pies e invitar a quien se encuentra junto a uno a pararse y bailar o simplemente a perder la compostura y ser felices.
Una declaratoria abierta a su disposición para penetrar en el público americano, donde los sintetizadores y las pistas de baile cada vez están más presentes, los festivales lo demuestran y los nuevos grupos lo confirman. Desde su inicio con ‘Different’ se sabe qué intenciones tiene Ximena y por lo que se escucha tiene bastante claro cómo hacerlo: generarnos un momento lleno de sonidos y colores.