¿Qué es lo primero que te viene a la mente al hablar de Australia? Desiertos, koalas, rugby, canguros, son las respuestas más comunes, o lo eran…
En el 2010 Tame Impala editó su primer álbum “Innespeaker” revolucionando el panorama musical con su psicodelia, pero lo que (casi) nadie sabe es que ellos no comenzaron con ese movimiento en su natal Australia, sino que fueron inspirados por POND, banda formada en el 2008 con la que incluso compartían algunos integrantes.
En 2013 “Hobo rocket” nos hizo voltear la cara hacia POND, gracias a su sonido psicodélico y altamente melódico. Este año la banda comandada por Nick Allbrook está de vuelta con “Man It Feels Like Space Again”, levantando de nuevo la mano en la industria de la música alucinógena.
“Hobo Rocket” era una máquina de guitarrazos y alucine, como un concierto de rock en drogas, poderoso, discordante y con bastante carácter, sin embargo en algunas partes sonaba algo forzado o sus baladas llegaban a caerse en versos, hechos que temía que aparecieran en esta nueva placa de los australianos.
La sorpresa fue grande al comenzar a reproducir “Man It Feels Like Space Again”, ya que esas guitarras desaparecieron y fueron sustituidas por una atmósfera espacial, pedaleras con múltiples efectos y baterías electrónicas, el poder interpretativo de “Hobo Rocket” se transformó en poder de composición, encontrándonos con un álbum maduro, tanto en estructura de los temas como en desarrollo.
La evolución se hace notoria en temas como ‘Elvis’ Flaming Star’ y ‘Zond’, sin embargo el momento cumbre del álbum llega al final del mismo, el tema que da nombre al disco es simplemente un viaje por lo mejor en la historia de POND.
El inicio del track continúa con esta temática de melodías, baterías interesantes y coros vocales beatlescos hasta llegar a un cambio completo de acordes y melodía, como un medley, donde el tema se volvió una especie funk psicodélico lento que después de un par de minutos vuelve a mutar en un tema muy a lo Mac DeMarco, lleno de guitarras con riff vívidos y brillantes, y se transforma por último en una balada triste, como un epitafio al álbum que llegó a su fin. Ocho polifacéticos minutos que condensan a la perfección todas las caras de POND.
Hace unos diez años The Flaming Lips ocupaban el lugar de honor en una industria donde la música psicodélica era muy limitada, hoy en día POND se perfila para ocupar el lugar de The Flaming Lips, con una propuesta que cambió las guitarras rasposas por atmósferas, sintetizadores y riffs hipnóticos que nos llevan a un viaje ácido en el tiempo, recordándonos la psicodelia dulce sesentera al estilo ‘Lucy In The Sky With Diamonds’, levantando la mano para ser los reyes, al lado de Tame Impala, de un nuevo movimiento psicodélico, necesario para refrescar las opciones sonoras de la actualidad.