Slowdive – “Slowdive” #WARPReviews

Calificación

9.2

Slowdive

Dead Oceans

// Por: Oscar Adame

vie 5 mayo, 2017

Artista: Slowdive

Cuando Slowdive se separó lo hizo por una puerta chica, de espaldas, decepcionado de todo lo que la industria de la música le había hecho. Las reseñas cada vez más intensas en su búsqueda por mostrar una cara negativa de la agrupación no ayudaban, y el hecho de que su discográfica les pusiera trabas sólo lo empeoraba todo. Entonces cuando lanzaron Pygmalion (1995) un disco electrónico con tintes ambientales y del industrial de antaño, dando un antecesor a todo lo que ocurriría en un par de años con Warp Records y el chill out de agrupaciones como Boards Of Canada, su sello los obligó a cancelar su contrato y la banda se separó. Se dice que su líder, Neil Halstead, dejó el departamento en el cual solía escribir las canciones de la banda con todo y la ropa colgada.

Slowdive murió pero sus integrantes siguieron haciendo música con proyectos solistas bastante exitosos, hay que remarcar al proyecto folk conocido como Mojave 3 que mantuvo juntos a Halstead, Goswell y a McCutcheon por una década más. Durante años se dejó de hablar sobre ellos, de seguro no esperaban que las grabaciones de su antigua banda llegarían a ser reconocidas como ‘visionarias’ y que terminarían por ser definitorias para la creación del sonido de una época… la época en la que actualmente vivimos. Desde agrupaciones obvias como DIIV, Beach Fossils, Deerhunter, The Radio Dept, Beach House; hasta ondas más distantes del género, como The 1975, Tame Impala, Grimes y un largo etc. han mencionado a Slowdive como una influencia mayúscula para su sonido y cargan con él de forma evidente.

Hoy, tras 22 años sin lanzar un disco, esta legendaria agrupación de shoegaze nos ha dado la oportunidad de poder volver a escuchar su sonido de formas únicas aunque familiares en un álbum que, a lo que mi memoria alcanza a recordar, es probablemente el mejor regreso que haya escuchado desde el ‘mbv’ de las otras leyendas del shoegaze, My Bloody Valentine. El éxito viene debido a que el quinteto hizo exactamente lo mismo que la agrupación de Kevin Shields en su momento: escuchar a la gente y darles lo que querían.

Así pues el homónimo Slowdive es un disco definitorio dentro de la carrera de la banda y no sólo por ser el primero tras su esperada reunión, el trabajo lírico y musical entrega una maduración de todas sus experimentaciones pasadas ligadas a su sonido más aclamado, el de Souvlaki (1993) , de una forma tan natural que es impresionante. Es por ello que en este disco tiene sentido escuchar canciones de cosmic rock como ‘Slomo’, piezas más cercanas al nu-gaze que al shoegaze per se como ‘Star Rovin’, tracks de dream-pop con esquema a la Cocteau Twins ‘Everyone Knows’ y melodías con pianos minimalístas tales como ‘Falling Ashes’, y no sentir un gran brinco de estilos entre las mismas.

Escuchar el nuevo trabajo de Slowdive es sumergirse en un campo lleno de largas reverberaciones de guitarra que se entrelazan con los demás elementos de forma calmada y sutil, entregando canciones con bases simples pero cuya progresión aumenta la densidad y el misticismo de las mismas.

Los loops, la guitarra flotante y el fondo ambiental de ‘Slomo’ es una gran introducción al álbum que desde el inicio se presenta como un producto lleno de melancolía en donde el esquema tan imitado, pero jamás igualado, de canto quasi-diálogo entre un hombre y una mujer es explotado con grandes resultados. Mientras que ‘Star Roving’, el primer sencillo del disco, carga con esa explosión sonora icónica de la sección media de temas clásicos como ‘Machine Gun’ o ‘When The Sun Hits’.

‘Don’t Know Why’ es una joya que encantará a los fanáticos más clavados del género. Los tres arpegios de guitarra que se entrelazan desde el inicio con la batería de Simon Scott y la hermosa voz de Rachel llevan de la mano al escucha por un viaje de surfeos pasional y denso en donde la cantidad de elementos es proporcional a la cantidad de reverb y de eco que los mismos producen. A mitad de la pieza la instrumentación cesa por un momento ante la tranquilidad y pulcritud de la voz de Neil sólo para aumentar su intensidad una vez más dentro de la sección vocal de Goswell. Es una de las mejores canciones del año.

Los ánimos son relajados dentro de la introducción del segundo sencillo del disco, y la pieza central del mismo, ‘Sugar for the Pill’. En esta pieza el imaginario surrealista de Neil se deja ver con frases como “blizzard of gulls drumming in the wind”, que sirven para detallar la sensación de celos por la cual tiene que atravesar para salir de la obscuridad. El imaginario cada vez se detalla más, con imágenes excéntricas, hasta que se llega a una explicación en “you know I had the strangest dream”. La narrativa de cuento de cuna se siente espectacular en conjunto a la sonoridad reflexiva de la misma.

Mientras ‘Everyone Knows’ es esta pieza típica de Slowdive en la cual los integrantes se dejan llevar en un túnel infinito de reverb que convierte a la composición en una obra densa con varios elementos escondidos en el fondo; ‘No Longer Making Time’ es aquella preciosa balada en la cual Rachel y Neil conversan sobre un bajeo firme y unos arpegios de guitarra que sólo pueden ser descritos como adorables. Ambas canciones cargan con unos ganchos que no te soltarán en ningún momento y coros que se sienten románticos.

‘Go Get It’ es una canción que recuerda al Slowdive de la época del Pygmalion; sobretodo gracias al eco en las voces, a los loops y a los elementos ambientales que carga. Un track apocalíptico intenso y excitante.

Slowdive ha regresado de forma contraria a como se fue, ahora todos le avientan rosas a la agrupación que tuvo que esperar a la llegada del internet para que la generación correcta la encontrara, todas y cada una de ellas son bien merecidas mientras el último track del disco ‘Falling Ashes’ suena, con detalles preciosos y una carga de tristeza considerable. Una pieza de 8 minutos guiada únicamente por cuatro notas de un piano minimalista, grabadas bajo un lugar de enorme eco, sirve como la mejor compañía en un día lluvioso que podrías esperar encontrar en este año.

Este es el mejor disco que cualquier romántico del género podría pedir.