Aceptémoslo, James Blake cambió la cara de la música en su país y varias partes del mundo cuando lanzó su álbum debut homónimo en 2011, en un par de años se nos olvidó que existe un homónimo tenista estadounidense, por el que muchos los confundían en un principio.
A través de su álbum debut homónimo, Blake demostró que un silencio puede ser igual de emotivo que una nota musical. El pasado 8 de abril, pudimos descubrir su segunda producción de estudio, titulada “Overgrown”. El tan difícil segundo álbum de un artista, pareció cosa fácil para Blake, a través de diez tracks y uno extra repasa su ya característico estilo con los toques novedosos suficientes para seguir conquistando seguidores. Si bien no asombra como en su álbum homónimo, “Overgrown” es la perfecta continuación de su seductora voz y arreglos entre r&b y electrónicos. Sus pasos “arriesgados” -y tengo que entre comillar porque suenan muy natural-, los hace con ‘Take a Fall For Me’ en el que colabora el miembro de Wu-Tang Clan, RZA rapeando algunos versos, con ritmos a 98 beats en ‘Digital Lion’ (que colabora el GRAN Brian Eno) o con aspectos psicodélicos para bailar como en ‘Voyeur’.
“Overgrown” es un álbum fácil de digerir que podrás escuchar una y otra vez sin saturar tus oídos, es plácido y reconfortante, un must para adquirir en este 2013.