Después de 3 álbumes en su prolífica carrera, la señorita Marling llega con su más reciente entrega para dejar en claro porque se ha ganado un lugar en escena actual del folk. Lo primero que crea Marling es una disonancia, pues a su corta edad (23 años) parece tener la voz de alguien bastante experimentado. En ocasiones la voz de Laura tiene reminiscencias del poder vocal de Chan Marshall.
Haciéndose acompañar de su guitarra, Marling sabe que su instrumento más poderoso es la voz, misma que a lo largo de este álbum nos hace mantenernos atentos, como cuando escuchas una historia intrigante y quieres quedarte a escuchar el desenlace. A través de 16 tracks Laura domina el arte de contar historias, resulta bastante diferente hoy en día escuchar un álbum con tantas canciones, y honestamente, ninguna le sobra, todas parecen haber sido compuestas como un microcuento con personajes que tarde o temprano y sin saberlo se terminan relacionando.
“Once I was an eagle” es el claro ejemplo de un álbum que logra crear momentos, aquellos tranquilos y aquellos otros en los que efectivamente nos sentimos como un águila (como su canción lo dice: I am a master hunter), con una presencia poderosa que todo lo puede, al cerrar el álbum con ‘saved these words’ concluimos un viaje introspectivo llevados de la mano de Laura. Un viaje que bien puede culminar en el desierto observando el atardecer. Para poder adentrarnos más en las historias y disfrutar de este álbum, es altamente recomendable ver el cortometraje “When brave bird save” que incluye 4 de las canciones de Once I was an eagle.
Tracks recomendados: ‘Once I was an eagle’, ‘take the night off’, ‘master hunter’