Kanye West lo ha logrado de nuevo. Reinventándose a sí mismo una vez más, su nueva placa ofrece un sonido más experimental y versátil de la mano de excelentes y sorpresivas colaboraciones, resultando en una explosiva mezcla de ritmos y géneros. ‘Dark Fantasy’ abre el disco con una narración a manera de introducirnos en el nuevo material del célebre rapero culminando en una descarga de energía y poder llamada ‘POWER’. ‘All Of The Lights (Interlude)’ marca un cambio en el sonido del álbum con un solo de piano del mismísimo Sir Elton John, recordándonos las intenciones de West de lograr un sonido refinado dentro del hip-hop para después dar un giro radical con el contagioso carácter pop de ‘All Of The Lights’ junto a Rihanna, Fergie, Alicia Keys y nuevamente Elton John. Posteriormente, ‘So Appalled’ ofrece excelentes rimas a cargo de brillantes colaboraciones de Jay-Z, Pusha T, Prynce Cy Hi, Swizz Beatz y The RZA. ‘Runaway’ con Pusha-T es la canción más larga del disco pero es también una de las mejores, concluyendo con tres minutos finales de distorsión vocal y experimentación logrando un sello distintivo.
Por su lado, ‘Hell Of A Life’ nos recuerda los anteriores trabajos de West pero sin dejar de lado su constante innovación. ‘Blame Game’ nos regala una emotiva y despechada balada R&B junto a John Legend y un inesperado monólogo de Chris Rock al final. ‘Lost In The World’, con Bon Iver en los coros, nos presenta una gran variedad de tonos fusionados con un beat que a momentos nos recuerda a ‘Love Lockdown’. En general, un trabajo pulido hasta el último detalle con una gran producción e inteligentes rimas que se mantienen a lo largo de todo el disco. Un álbum tan radical pero tan bien logrado que sólo podría existir en las oscuras fantasías del exponente más egocéntrico pero también más innovador del hip-hop.