Father John Misty – God’s Favorite Customer #WARPReviews

Calificación

8.5

Father John Misty

Sub Pop / Bella Union

// Por: Hermilo Isaac

vie 1 junio, 2018

Artista: Father John Misty

El nuevo disco de Father John Misty es un brusco viraje que es aliviado por las letras más sensibles que ha escrito hasta ahora. En este disco dista de ser él el motivo central del drama, de la motivación de escribir de los otros, de admirarse en los demás. Un sonido mucho más bohemio, con menos instrumentos en juego, pero que pequeños detalles o notas que sirven de muletilla para la siguiente progresión son parte ya del deleite que le ha caracterizado en sus 3 álbumes anteriores.

Además, tomando en cuenta que fue concebido en el periodo de dos meses bajo la sombra de la melancolía, haciendo alusión a sensibles líneas como las de ‘The Palace’, que enuncian, -“Last night I wrote a poem // Man, I must have been in the poem zone”-. El tenor de las letras del disco I Love You, Honeybear (2015) parece ser la comparación más acertada tomando sus mismos trabajos como referente, sólo que hay una gran diferencia que pudiera pasar desapercibida para quien no está familiarizado con sus letras. Pongamos el ejemplo de una imagen que necesita ser vista con esos lentes 3D; algunas cosas sólo se perciben con la película azul, mientras que para la película roja son insensibles.

Así pasa con las letras de God’s Favorite Customer (2018), ahora un añorante Josh Tillman se sienta de tu lado a conocer tu perspectiva, se acerca a ella y la toma para sí. Hay madurez en sus letras, como si mostrara una enseñanza o quisiera ahora aprender sobre aquello de lo que ha hablado antes.

 

En ‘The Palace’ y ‘The Songwriter’ se leen letras de tal devoción y entrega por el otro, por la persona querida que no necesitan más que un piano para matizar con tenues golpes en las teclas, haciendo del Slowcore el mejor elemento para hablar de la soledad, del amor y del aprendizaje, de todo ello al mismo tiempo, y siendo un contrabajo el vigía del ritmo con cada punteo de pizzicato.

Con ‘The Songwriter’ podemos apagar la luz e irnos, sería el track excelente para cerrar el disco con esa poesía plasmada en sus dedos, -“What would it sound like if you were the songwriter // And you made your living off of me? Would you detail your near constant consternation // With the way my very presence makes your muses up and flee?“-.

La forma en cómo cierra el disco con ‘We’re Only People (And There’s Not Much Anyone Can Do)’ deja claro que el disco es una expresión de madurez tanto personal como en la lírica que se refleja en la interacción con la gente que ama, como su esposa Emma. La letra no habla de justificarse por errores, sino que asumir que todos nos equivocamos y lastimamos gente, amigos, personas queridas. -“Oh, friends, all my friends // Oh, I hope you’re somewhere smiling // Just know I think about you more kindly than you and I have ever been // And I’ll see you the next time around the bend”- , con el fin de preservar esa amistad por encima de enojos, errores y malos tragos, de hacer algo por enmendarlo.