Más allá de su apariencia Este, Danielle y Alana Haim son un sueño de festival de primavera hecho realidad. ¿Cuántos pueden presumir que llegaron a Glastonbury sin siquiera tener un álbum grabado? Pisaron dicho escenario con una serie de sencillos que, por más dulces que parezcan, tienen un ligero aire de incertidumbre y de masculinidad reflejada en la fuerza de la guitarra.
“Days Are Gone” es el álbum con el que estas hermanas californianas tuvieron que hacer algo, tal vez no extraordinario, pero sí digno de no hacerlas entrar directamente a esa lista de bandas que simplemente hacen buenos singles. Luego de viajar por todos lados, es bastante obvio que las chicas se concentraron en el estudio para trabajar en un reflejo exacto de cómo se ven sobre el escenario.
Haim se confeccionó, cosió y vistió el mejor diseño, uno que simplemente nadie más podría usar. Esto al arriesgarse a ir más allá del sonido crudo de ‘Falling’ para mostrar su lado oscuro en temas como ‘Running If You Call My Name’ (una despedida un tanto desgarradora) y ‘My Song 5’, en donde nos internan en algún lugar misterioso.
También hay momentos que suenan muchísimo a esas baladitas ligeramente electrónicas de la década de 1980, tal es el caso de ‘If I Could Change Your Mind’, ‘Forever’ y ‘The Wire’ en las que dejan explotar su feminidad para hablar de cosas banales como el amor.
‘Let Me Go’ es un momento destacado, llega precisamente cuando pensamos que ya entendemos perfectamente el sonido de la banda. Es una canción en la que la voz es un medio de transporte a la melancolía, la cual va transformándose al ritmo de la batería y termina profundizando aún más gracias a la guitarra.
Haim pudo haberse quedado con lo que ya había mostrado en vivo, pero por fortuna se esforzaron por hacer bien las cosas y presentarnos los diferentes tintes de su personalidad.