En 2006, el vocalista de Radiohead, Thom Yorke sacó a la venta “The Eraser”, su primer disco como solista, para el cual reclutó a un grupo de músicos con la intención de poder interpretar las canciones de dicho álbum en vivo. Para ello recurrió al Nigel Godrich, productor y conocido colaborador de Radiohead, Flea, bajista de Red Hot Chili Peppers, así como a los experimentados percusionistas Joey Waronker y Mauro Refosco. En un principio la idea era tocar las canciones de Yorke, pero con el tiempo surgió la inquietud de grabar material propio.
Después de mucho tiempo de espera, “Amok” vio la luz, como el primer disco de estudio de una banda que toma su nombre justamente de uno de los temas de “The Eraser”, Atoms for Peace.
El resultado sigue la misma línea de dicho material solista, música con beats electrónicos minimalistas acompañados de la inconfundible voz de Thom. Sin embargo, uno esperaría que con dicha alineación el disco tuviera un sonido más orgánico, aprovechando el talento que tienen cada uno de los integrantes de la banda; sin embargo se nota un impecable trabajo de producción por parte de Godrich en donde se le da más privilegio a la parte electrónica.
Además, las canciones siempre tienen presente la inconfundible voz de Thom Yorke, que se ha vuelto un sello carácterístico de la música de Radiohead durante tanto tiempo que ahora es dificil hacerla a un lado, tomando el papel protagonista en cada uno de los temas.
El disco logra momentos muy buenos en cuanto a instrumentación se refiere como en ‘Before Your Very Eyes…’ y ‘Stuck Together Pieces’, pero a pesar de que son sólo nueve temas, después de un tiempo el escucha siente como si estuviera escuchando la segunda parte de “The Eraser”.