Nicaragua está viviendo una terrible situación respecto al respeto de los derechos humanos de su población, un tema del cual se han olvidado los gobernantes, fue un tema importante en las administraciones pasadas, pero solo para conseguir votos así, presidentes y gobernadores, suelen utilizar este discurso como propuesta de campaña, pero una vez en el poder no solo no cumplen sino que son los protagonista de su vulneración,
La Administración que va de salida en México fue señalada tanto por organismos nacionales como internacionales por las violaciones graves a los derechos humanos cometidas por elementos de las instituciones públicas encargadas de la seguridad.
Este sexenio de acuerdo al Presidente de la CNDH, las recomendaciones a la Comisión Nacional de Seguridad y a la Procuraduría General de la República, en el último año aumentaron un 117%. Esto no es novedad, ni en México ni en otros países de Latinoamérica.
Al editor de la revista Warp, le pidieron hacer público esta declaración, documentada y comprobada. Por respeto a los involucrados, todos los nombres han sido modificados y el texto se mantiene como anónimo.
“Le escribo porque estoy sumamente consternado por la gravísima situación de los Derechos Humanos en Nicaragua, acaecidos a partir del 18 de Abril de 2018, resultado de una brutal represión del gobierno de Daniel Ortega. La Asociación Nicaragüense de Derechos Humanos (ANPDH) y otros organismos de Derechos Humanos contabiliza 76 muertos y 868 heridos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA realizó una visita de terreno del 17 al 21 de Mayo, y entregó hoy su informe preliminar. El informe es contundente (adjunto link para acceder al informe, al cual hago referencia a los extractos del mismo “entre comillas”): “decenas de muertos y centenares personas heridas; detenciones ilegales y arbitrarias; prácticas de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes; censura y ataques contra la prensa” (pág. 1, par. 3), entre otros.
Entre la lista de fallecidos se encuentra un estudiante de 15 años, muchos menores de 20 años y la mayor parte estudiantes universitarios, “con impactos de bala específicamente en la cabeza, los ojos, cuello y tórax” (pag.4, par. 5). Hay testimonios que “hablan del uso de francotiradores…Estos graves hechos indican la posibilidad de que se habrían registrado ejecuciones extrajudiciales” (pág. 5, par.1).
Esto es inhumano, bárbaro y parte el corazón. La Asociación Médica Nicaragüense condenó, a través de un comunicado que varios hospitales estatales “habrían negado atención medica de urgencia los heridos” (pág. 7, par. 5). Uno de esos heridos fue el estudiante de 4o año de secundaria de 15 años, Alvaro Conrado (q.e.p.d.), quien de haber sido atendido oportunamente pudo haber sobrevivido.
La CIDH indica que “los testimonios recibidos hacen concluir a la Comisión que estudiantes, personas defensoras de derechos humanos, familiares de víctimas y testigos de violaciones de derechos humanos se encuentran en una situación de grave riesgo” (pág. 6 par.3). No podemos como seres humanos, dejar de dar a conocer esta gravísima violación a los Derechos Humanos, tan cerca de nuestra realidad.
Recurro a usted para solicitarle, de la manera más atenta y de ser posible, comunicar esta tragedia a nuestros hermanos mexicanos a través de su medio de comunicación, ya que es una situación que de no corregirse, puede escalar en un conflicto mayor, que afectaría a todos los países Centroamericanos. Agradezco de antemano cualquier ayuda que me pueda brindar.”
Esta realidad que viven los nicaragüenses no es ajena ni extraña en nuestro país y, lo que podemos hacer es solidarizarnos, entre países y humanidad, difundiendo las atrocidades que se cometen en contra los derechos humanos, en México y en el mundo.
Observaciones preliminares de la visita de trabajo de la CIDH a Nicaragua