“Creo que ha sido el mejor tour de mi vida… No, bueno sí. Sí lo fue“, me comentó Sandrushka Petrova en su regreso a la Ciudad de México, tras un mes de conciertos en una gira por Europa que ya ha sido descrita por los miembros de Descartes A Kant como algo que hará que sus “vidas ya no sean las mismas”.
La líder y vocalista de esta agrupación tapatía, auto-denominada como la precursora del “bipolar cheerlader“, presenta todas las cualidades que han convertido en un éxito a su proyecto. En una industria dominada por actos que encuentran su viralización por medio de la Internet previo a su llegada a los escenarios, resulta refrescante el encontrarse con proyectos cuya intención va más allá de la música. Creando verdaderas puestas en escena dentro de sus conciertos, llevando a los presentes por un mundo dominado por el caos y la crudeza de la sexualidad.
Este sexteto integrado por Sandrushka, Dafne Carballo, Ana Cristina Moreno, Memo Ibarra, Jorge Chávez y Androv, ha estado ocupado a lo largo del último par de años en la promoción de su tercer disco de estudio. Un material que llegó en 2016 bajo el título de Victims of Love Propaganda, el cual está conformado por 10 cortes unidos por un tema en común: los terrores del desamor.
El material ha sido muy bien recibido en todo el mundo gracias a los relatos obscuros, repletos de personajes desgarrados tras su decepción en el mundo romántico. Obsesionados, corrompidos, que hablan entre gritos de una aterradora tendencia a la auto-humillación como método de protección de las heridas causadas por los engaños y las falsas ilusiones. En la portada tenemos a dos personas dándose un beso, utilizando una máscara de gas, compartiendo algo que es falso gracias a la deshumanización de sus rostros. Todo como una protección a los propios sentimientos.
Los conciertos de la banda son similares, con un plan guionizado que raya en lo teatral. Con las chicas interpretando complejas rutinas de baile y los demás parados, detrás de sus instrumentos, llevando la misma máscara de gas que ilustra a esta etapa del proyecto. Sandra suele gritar, lanzarse a su público y montárseles como si se tratara de un pequeño demonio, soltando toda la frustración de sus personajes.
Su música siempre se ha caracterizado por su naturaleza violenta, repleta de contrastes entre hermosos momentos melódicos y pesadas instrumentaciones disonantes, pero nunca había tenido una cabida tan intensa y tan bien conceptualizada como en el presente, razón por la cual es probable que a lo largo de los últimos meses han tenido la posibilidad de viajar por tantos lugares alrededor del mundo.
El pasado 27 de abril, tras docenas de fechas dentro de México y Latinoamérica, la agrupación compartió una extensión del universo onírico de estética diesel-punk del material con el estreno de su video ‘Apricot Dreams’, estreno que sirvió para promocionar su recientemente anunciada participación en el Festival Iceland Airewaves, el principal evento musical de Reikiavik, cuna de proyectos tan exitosos como Sigur Rós, Sóley y Múm.
Fue entonces cuando el circuito independiente de la Ciudad de México volteó a ver una vez más al sexteto. Pocas bandas mexicanas se han llegado a presentar dentro de los “paisajes de ensueño islandeses” y para la banda fue “una experiencia que no puede ser contenida ni por la vista ni por las palabras“.
Fue una de las primeras paradas de su gira, sólo para dormir en el aeropuerto durante dos días con todos los cases de sus instrumentos y docenas de maletas. “Nos quedamos a dormir ahí y la gente se nos quedaba viendo muy feo“, me contó Sandra, “en general, cada que entrábamos a un autobús, alguien salía encabronado, no les gustaba que viajáramos con tanto equipaje“. De entre uno de los relatos que me contó respecto a su puñado de viajes por autobús en el viejo continente se encuentra uno en el cual una señora empezó a gritar en medio del trayecto, ocupada en su teléfono con su hija, enojada porque los instrumentos de la banda destrozaron una mini-cocinita que transportaba. “Es tu padre, todo es culpa de tu padre“, gritó mientras el sexteto trataba de dormir.
“Esta vida no es para todos, debes de tener un aguante especial para vivir de una forma tan diversa. Un día estás en un hostal, otro en un hotel súper fregón, un par de días duermes en el aeropuerto y a veces tienes que vivir situaciones muy difíciles“, me comentó, entre risillas, recordando los desastres que vivieron en su regreso a América, en una presentación que tuvieron dentro de Nueva York, ciudad donde dieron un concierto protagonizado por un par de borrachos mala-copa. “Fue una presentación muy difícil, antes de nosotros tocó una banda de ska y ellos empezaron a crear pleito por todo“, mencionó.
Su pasó por San Sebastián, Valencia y Aranda de Duero fue mucho más alegre, con bares que los recibieron con los brazos abiertos, felices de vivir al mundo caótico de las víctimas de la propaganda. “Siempre nos metemos en problemas por la espuma, pero siempre terminan dejando que la utilicemos“, mencionó mientras me presumía las fotografías de los platillos que probó por su paso por España. Dulces postres de helado y palomitas. Aunque sus memorias más preciadas serán aquellas compartidas a los costados de las bellezas arquitectónicas de la ciudad de Bilbao.
Su próxima parada fue de nuevo Islandia, para su cita en el festival que dio inicio a la creación de esta gira. “Hay mucha expectativa por su acto, ¿sí saben que están en los imperdibles del festival no?, se va a poner hasta su madre“, le declaró un periodista italiano a Sandra poco antes de su entrada al escenario, un lugar pequeño de estilo lynchiano que sonaba a la perfección para la agrupación, misma que contó con un público diverso, con varios islandeses, pero también seguidores que viajaron de Inglaterra y Alemania para su show en vivo.
“Había un buen puñado de vatos que se sabían todas nuestras canciones, así, bien botana“, mencionó. “Uno de ellos se acercó después y me dijo que había viajado por horas para vernos porque le gustaba mucho nuestra música, mencionó que hubiera estado feliz con sólo vernos tocar, pero que el show fue aun más espectacular“, declaró la vocalista. “Nos habían dicho que los islandeses eran fríos, pero fue una gran sorpresa, pues fue todo lo contrario. Son unos ángeles ávidos de experiencias interesantes y novedosas“, menciona la banda. “La alquimia que existió entre el público y nosotros es algo que no voy a superar nunca. Islandia sin duda nos ha robado el corazón”.
Sin embargo, si hubo algo de Islandia que se robó el corazón de Sandra más que su propia gente, fue el icónico avión de Solheimasandur. Una aeronave DC-3 militar de las fuerzas aéreas de USA que se averió en la Guerra Fría que se quedó enterrado dentro de esta zona de arena negra y cielo cobrizo. “Fue muy cansado llegar hasta ahí, pero comprendí que si quieres ver algo en Islandia, tienes que sacrificarte, tienes que caminar y mostrarte apto para contemplar su belleza“, mencionó sobre el camino de 4 kilómetros que tienes que recorrer desde la carretera para encontrarte con el avión.
Es un personaje abandonado, una máquina de hierro despechada tras un problema mecánico que ilumina al paisaje post-apocalíptico como si se tratara de uno de los personajes de Sandra, atrapado en la obscuridad de su contexto. “Fue un momento muy poético“, señaló, mientras me enseñó las fotos de la agrupación posando delante de él, utilizando las icónicas máscaras de gas que combinaron a la perfección con el resto de la escena.
Tras esta serie de poderosas experiencias, la banda se encuentra a punto de cerrar el año con una presentación dentro del Foro Indie Rocks!, el próximo 14 de diciembre junto a bandas como Joliette y Hong Kong Blood Opera.
Este proyecto nació en la recamara de Sandra Michel en 2001, mientras se encontraba estudiando música dentro de la Universidad de Guadalajara. Es una banda que captó la atención de los medios y del público interesado en la industria independiente del país gracias a su extraña combinación de sonidos. Evidentemente influida en la obra de Mike Patton, Primus y los miembros de Sonic Youth, Sandra empezó a experimentar con todos los instrumentos que se encontraban en su cuarto para lograr canciones con estructuras desafiantes.
El proyecto creció hasta convertirse en un grupo previo a lanzar su primer disco de estudio titulado Paper Dolls (2007).
En 2012 lanzaron el material titulado Ill Visore Lunatique, en el cual se incluyen temas como ‘Suckerphilia’, ‘Buy All My Dreams’ y ‘You May Kiss The Bride’, en el cual se empieza a notar el discurso de desamor que los ha caracterizado en los últimos años.