El origen prehispánico del pozole se remonta a las antiguas historias que cuentan que el platillo era preparado para ceremonias que solo el sacerdote o emperador podían ingerir, ya que incluía un ingrediente especial que era el corazón de guerreros sacrificados como ofrendas al sol, aunque algunos relatos refieren que también se preparaba con los muslos de los mismos.
Tras la llegada de los españoles se decidió prohibir su consumo por el Cristianismo, llamando a quienes lo consumían caníbales, por lo que se sustituyó el inusual ingrediente por carne de puerco ya que le agregaba un sabor semejante.
Su nombre original es “Pozolli” que significa espuma; los granos de maíz cacahuazintle simbolizan la cosmovisión del mundo azteca. También se refería a este como Iztacmizcóatl, que significa “Blanca Serpiente de las Nubes” nombrado así ya que durante su cocimiento los granos de maíz se abren en forma de flor asemejando a la espuma.
El color blanco relacionaba el alma del guerrero, ya que este color equivale a las primeras luces del día cuando el alma ha resucitado, o bien como lo describe el autor Jiménez Martínez en un uno de sus textos: “el blanco es el vuelo del guerrero sacrificado hacia las alturas”.
Variedades
Blanco: Hecho a base de sopa de maíz que comúnmente se sirve en el centro de México.
Verde: Originario del estado de Guerrero, el color se debe a su preparación con mole verde, además de que se le agrega un huevo crudo, al final cuando esté hirviendo para que se cocine.
Rojo: Típico de Sinaloa y Jalisco, se prepara con salsa de chile guajillo.
Caguama: Hervido con frijol negro, trozos de elote rebanado y epazote, para mezclar al final con elote desgranado.
Mariscos: Pozole rojo con mariscos como pulpo, camarón y pescado, entre otros.
Elopozole: Creado en Guerrero, sustituye el maíz típico por granos de elote variando su base dependiendo del lugar.