David Bowie Is Here: Un recorrido en el metro de Nueva York con el Duque Blanco

// Por: Staff

mié 30 mayo, 2018

Fotos por: Ana Soto

Por: Ana Soto

Me la paso muy bien aquí: podemos ir a donde queramos… ir al parque, subirnos al metro”…David Bowie

A dos años de su muerte, David Bowie se vuelve a subir al metro de Nueva York: a la estación Broadway-Lafayette, en el corazón de la zona que de una u otra forma influyó en su creatividad y su carrera.

Una fila de fans espera durante más de una hora bajo el rayo de sol que por fin llegó a Manhattan. La recompensa al final de la fila es la oportunidad de probar su suerte en la máquina expendedora de boletos, ¿lograrán conseguir las cuatro diferentes ediciones de la MetroCard con imágenes icónicas de Bowie?

-“El truco es cambiar de tarjeta de crédito en cada transacción”-, explica una mujer acompañada de su hijo mientras muestra llena de felicidad su colección de boletos.

Quienes se desesperan por la espera tienen la posibilidad de comprar por $10 dólares cada boleto a un revendedor. El precio incluye el importe suficiente para entrar a la estación y admirar esa declaración de amor entre David Bowie y Nueva York que es la exposición montada por Spotify en los andenes y pasillos del metro.

Los torniquetes hacen las veces de puerta de museo y reciben al visitante con la frase David Bowie is here. Luego un mapa muestra distintos puntos del vecindario hacia donde el músico solía encaminar sus pasos: los ya cerrados estudios de la RCA y los Looking Glass Studios, los aún vigentes Electric Lady Studios creados por Jimi Hendrix; el Washington Park a 10 minutos de donde vivía y que gustaba de visitar muy temprano por la mañana, así como The Magic Shop, donde Bowie grabó The Next Dayy Blackstar.

Dos fotos monumentales se despliegan en las vigas que se encuentran a todo lo largo de la estación, desde ahí dos Bowies en blanco y negro todo lo ven. Otras fotos de gran tamaño cuelgan de los pasillos, cada una de ellas cuenta un momento clave del paso de David Robert Jones por Nueva York: desde su primer concierto en el Carnegie Hall hasta esas sesiones secretas en The Magic Shop, donde se le veía simplemente radiante.

Ahí también está el retrato que Terry O´Neill le hizo con William Burroughs y la instantánea con John Lennon en la entrega de los Grammys en 1975, por supuesto ambos momentos en Nueva York.

-“Te sorprendrerían los lugares a los que puedo ir”-, decía Bowie sobre la posibilidad de permanecer anónimo en esta ciudad, ahora quizá le soprendería este viaje que recorre años y hace parada en algunos de los acontecimientos más relevantes de su carrera.

Toma alrededor de una hora visitar la exposición, admirar cada foto, leer las letras de las canciones plasmadas en los escalones de dos de las escalinatas principales, detenerse a recrear cada pedazo de historia, es sin duda la espera más placentera en el lento metro de Nueva York.