// Por: Oscar Adame

jue 17 septiembre, 2020

Por: Sheila Navarro

Luego de que el retrato de Francisco I. Madero fuese intervenido por feministas que sostienen la toma de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por la impunidad en casos de violencia de género, Jomanu Art, autor de la obra reclamó el acto contra la pieza, precisando que “dañar obra del Estado no resolverá los problemas de la nación, pero sí será un retroceso para nuestros valores”.

Fue a través de sus redes sociales que Jomanu mostró y expresó su inconformidad con la intervención a su pieza. Sin embargo, después de conocer la historia de Erika, pequeña de 10 años quien es la responsable de resignificar la obra, el artista se disculpó por los comentarios hechos al respecto, pues en ellos el artista no consideró que resignificar es otorgar un sentido nuevo y distinto al original, y que cualquier lucha lleva consigo la creación de símbolos que provoquen emociones y pensamientos en los observadores y protagonistas.

La intervención feminista

Las intervenciones realizadas por feministas en los diferentes cuadros que alberga el recinto de la CNDH, son muestra del hartazgo por la violencia a mujeres en México. Luego de comprender y reflexionarlo, Jomanu Art publicó a través de sus redes sociales “Una sincera disculpa”:

“No hice las cosas bien al principio. Cuentan conmigo. Y de ninguna manera estaré a favor del maltrato a la mujer, ni mucho menos del feminicidio. Amo a las mujeres y siempre desde niño las he respetado”.

Sin duda hay quienes defienden estas obras como entes casi sagrados de la memoria, cuya existencia debería ser intocada. En el lado opuesto, están quienes los ven como espacios de apropiación presente, símbolos estratégicos para levantar la voz y hacerse escuchar por las autoridades. Acto que ha funcionado mejor que las propias denuncias legales, pues ha sido de esta forma que la mirada se enfoca en las exigencias de miles de mujeres que son víctimas de la violencia patriarcal.

Ahora Jomenu se ha comunicado personalmente con Érika para donarle la obra y si es posible subastarla como un acto de resignificación. Es preciso mencionar que, hasta ahora, ya se han ofrecido más de 30 mil pesos en una de las subastas que han organizado para recaudar fondos para las víctimas.