Han pasado 11 meses desde que surgió el primer caso de coronavirus en la ciudad de Wuhan, China, mismo que paralizó al mundo tras convertirse en pandemia. Hasta ahora, ha generado 46 millones de personas infectadas y más de 1.2 millones de fallecidos.
En este período, todos los países del mundo han visto el avance implacable del enemigo silencioso. El coronavirus se ha reproducido a gran escala y a medida que avanzaban las infecciones, también lo hace la cantidad de personas que enferman de gravedad. Desde ese momento, el COVID-19 comenzó su expansión por el mundo, de manera que países enteros entraron en confinamiento. Tras los avances de seguridad y salubridad presentados en los meses previos, en este 2 de noviembre las medidas más rudas están volviendo a ser tomadas en consideración ante una nueva ola de contagios.
Hace una semana, países como España, Alemania y Francia tomaron decisiones radicales ante el rebrote que vuelve al viejo continente; mientras que India superó un nuevo umbral de positivos; y México de fallecidos. De acuerdo con la AFP, ninguna vacuna en desarrollo ha concluido sus ensayos clínicos y pruebas correspondientes para iniciar una producción en masas.
La Organización Mundial de la Salud ha precisado que la región europea —que incluye a Rusia, Turquía, Israel y Asia central— representa casi la mitad de los 2.8 millones de nuevos casos de coronavirus reportados a nivel mundial la semana pasada.
En ese sentido, Alemania anunció el miércoles un confinamiento parcial de cuatro semanas. Por otro lado, Francia anunció un cierre a nivel nacional, noticia que ha llevado a protestas y disturbios. Mientras los gobiernos europeos buscan frenar un fuerte repunte en los casos de coronavirus en el continente.
La canciller Angela Merkel y los 16 gobernadores del país, responsables de imponer y suavizar las restricciones, acordaron el cierre parcial en una videoconferencia. Está previsto que dure hasta finales de noviembre. “Está completamente claro que debemos actuar y hacerlo ahora, para evitar una emergencia nacional aguda”, estableció la canciller a reporteros en Berlín. Alemania alcanzó un récord de 14 mil 964 nuevos casos confirmados de coronavirus, lo que elevó el total nacional de la pandemia a 449 mil 275 contagios.
En Francia, más de la mitad de las unidades de cuidados intensivos del país ya están ocupadas por pacientes con COVID-19. Aviones militares y comerciales se han encargado de transportar a pacientes graves a otras regiones a medida que los hospitales se llenan. Ante ello, el presidente Emmanuel Macron anunció un segundo cierre nacional a partir del viernes.
“Francia ha sido superada por una segunda ola”, señaló Macron en un discurso televisado a nivel nacional la semana pasada. “Nada es más importante que la vida humana”, agregó, y señaló que el país tiene una de las mayores tasas de coronavirus en Europa en la actualidad.
Por otro lado, el Reino Unido es uno de los países que también están reforzando sus medidas de restricciones debido al rebrote del virus. Bélgica decretó el cierre de comercios no esenciales y adoptó restricciones “más severas” para frenar la segunda ola en el país en el mundo en que la COVID-19 circula con mayor intensidad, anunció el primer ministro belga.
En ese sentido, 56 millones de habitantes de Inglaterra volverán al confinamiento domiciliario hasta el 2 de diciembre en un intento de frenar el avance de la pandemia de coronavirus. Esto fue anunciado el pasado sábado por el Primer Ministro Británico, Boris Johnson.
“Tenemos que ser humildes ante la naturaleza”, declaró en rueda de prensa, al anunciar que todos los comercios no esenciales cerrarán y los ingleses no podrán salir de casa salvo para cuestiones esenciales como comprar comida o acudir al médico. Escuelas y universidades seguirán, sin embargo, abiertas.