El pasado 20 de junio el Presidente Donald J. Trump decidió poner fin a la política que separó a más de 2,000 niños inmigrantes de sus padres, sin embargo el dolor y la tristeza de los niños no ha cesado.
De los pequeños que fueron forzados a enfrentarse en soledad a sus procesos de deportación, 572 niños siguen sin poder reunirse con sus familiares. Muchos de ellos corren el riesgo de terminar en estatus de huérfanos dentro del territorio de los Estados Unidos.
“Queremos mantener a las familias juntas, eso es algo muy importante”, fue lo que declaró Trump en una conferencia de prensa dentro de la Casa Blanca, estableciendo que la reunión de los niños con sus familias tenía que realizarse a más tardar el 26 de julio, cabe decir que los esfuerzos del gobierno estadounidense se han quedado cortos ante tal reto legal.
La jueza Dana Sabraw se mantiene como la protagonista en esta lucha jurídica, cuando indignada refutó la sugerencia del gobierno para que asociaciones a favor de los derechos migrantes se hicieran responsables por las familias restantes, lo cual incluye el trabajo de dar hogar a los niños huérfanos y contactar a más de 400 padres que se encuentran fuera del territorio norteamericano. “La realidad es que por cada padre que no pueda ser localizado, habrá un niño huérfano permanente que es 100% responsabilidad de la presente administración política”, declaró la jueza.
“Hay tres agencias y cada una se encarga de cada tipo de información. Todas tienen a su propio jefe y han sido incapaces de comunicarse”, declaró Sabraw. “Lo que hemos perdido en estos procesos son familias. Tenemos padres que no saben dónde están sus niños, niños que no saben dónde están sus padres y un gobierno causante que tampoco tiene conocimiento sobre esto”.
Esta es la misma jueza que el pasado 11 de junio obligó a la administración de Trump a reunir a los menores en la fecha límite tras la solicitud de una prórroga. “Estas son fechas límites firmes, no metas ambiciosas”, declaró en aquel juicio que terminó con una declaración del Presidente: “Tengo una solución al problema, díganle a la gente que no venga a nuestro país de forma ilegal, esa es nuestra solución”.
Los niños que aún no han podido ser reunidos con sus padres se mantienen en centros de cuidado especiales o en casa de algún familiar documentado.
Pese a las protestas, Trump decidió mantener en pie el resto de los puntos de la política de Tolerancia Cero que indica que todo inmigrante indocumentado se considerará un delincuente y será procesado judicialmente como tal, razón por la cual se separaba a los hijos de sus padres.
La orden que firmó solicita la revisión del acuerdo de Flores, en el cual se establece que ningún niño puede ser detenido por más de 20 días, aunque esté con sus padres. De esta forma Trump pretende detenerlos juntos por el tiempo que sea requerido para dicho proceso judicial.
Este dictado entrará en vigor hasta que haya una nueva legislación migratoria, mientras Trump continúa declarando: “Tendremos el muro”, refiriéndose a la gigantesca pared que quiere construir a lo largo de la frontera con México.
Pese a que el gobierno está obligado legalmente a interceder por los niños, es muy probable que las organizaciones sin ánimos de lucro terminen haciendo una gran parte del trabajo de investigación y comunicación que se requiere para que estos niños regresen con sus familias.
Te presentamos una lista de organizaciones nacionales e internacionales que se están movilizando para ayudar a los niños que han sido separados de sus padres en la frontera mexicana. Todas estas asociaciones sin fines de lucro buscan voluntarios o apoyo económico. Puedes donar, haciendo click en el nombre de la asociación de tu interés.
*Agradecemos a Texas Tribune por la información.