Este domingo 12 de agosto, una serie de tuits publicados dentro de la cuenta oficial de Twitter de la banda Pastilla generó el descontento de miles de personas. Los mensajes, en su mayoría declaraciones ofensivas contra los mexicanos, fueron escritos por su vocalista, Víctor Monroy.
La polémica se expandió hasta el día de hoy, con cartas de disculpas, varias entrevistas que buscan enmendar lo declarado e incluso la necesidad de eliminar sus redes y página web tras tantos comentarios recriminando los tuits.
“No vuelvo a tocar o a visitar México y a su población podrida y mediocre, mi música es mía y jamás volveré a escribir para ustedes. Lucharé por expulsar a su méndiga raza de Estados Unidos, ojalá se mueran todos en un temblor”, declaró el músico con orígenes en la Ciudad de México tras soltar mensajes en contra de El Salvador, memes de Donald Trump y uno más en el cual amenazó con matar a todos los mexicanos. Poco después nos enteramos gracias a un comunicado de su guitarrista, Chuy Michel, que todo fue resultado de un episodio emocional del músico.
La gente no tardó en reaccionar ante estos mensajes, razón por la cual eliminaron los posteos de inmediato; sin embargo, los medios ya habían sacado capturas de pantalla de lo que había ocurrido. Lo que compartes en la Internet siempre se quedará en la Internet, ni siquiera la eliminación de sus cuentas en redes sociales pararon la propagación de sus mensajes y en poco Pastilla volvió a ser el centro de atención, aunque esta vez no por su regreso a la ciudad que los vio nacer.
Los mensajes fueron atacados de irónicos porque, aunque la banda radica actualmente en Los Ángeles, California; todos sus miembros y el proyecto mismo nació dentro de la Ciudad de México en 1996, cuando Víctor decidió formar a una agrupación de rock junto a su hermano bajo la influencia de Sonic Youth y Blur.
El primero en dar una declaración de la banda fue el guitarrista Michel, quien rechazó cualquier vínculo con los comentarios y de paso se los atribuyó a Víctor, “las cosas se pusieron muy mal ayer, quiero aclarar que de manera personal no me siento de esa forma, espero que entiendan que esto estuvo fuera de mis manos”, declaró.
Después Óscar Ceceña de Atomix aseguró a varios medios que Monroy necesita ayuda psiquiátrica urgente. El director de arte Mario Lafontaine confirmó esta noción, declarando que muchas personas dentro de la industria de la música saben de la complicada condición psicológica con la cual carga el músico. “No quiero defender lo indefendible, pero es un hecho que Víctor Monroy padece de una enfermedad mental y creo que lo justo es dejar los juicios a un lado y verlo por lo que es, una persona enferma que necesita ayuda”, nos dijo el especialista musical.
Víctor ha dejado a un lado estos señalamientos, cuando Chava Rock le preguntó si padece de bipolaridad o de depresión, él se limitó a decir: “No, de ninguna manera, lo que tengo son miembros irresponsables que se ponen el cuello de Pastilla cuando les conviene, pero que no le pusieron trabajo”.
En aquella entrevista, el músico justifica lo que escribió declarando que ha tenido problemas graves de la columna a lo largo de los últimos meses, al punto de pedir por una silla de ruedas. Además, se centró en describir una llamada que tuvo con su hermano, Adrián Monroy, quien fue miembro de Pastilla en los años noventa; declarando que su relación es sombría y que cuando Adrián abandonó a la banda, también abandonó su vida y a la de su hijo.
Poco antes Víctor decidió enviar una carta a Sopitas, en la cual inicia asumiendo la responsabilidad de su acto y declarándose apenado por la situación: “Fue acto mío y no regfleja la forma de pensar de ningún músico que haya formado parte de Pastilla. Llevo casi 23 años haciendo música para ustedes y representando en alto lo que soy”.
La carta termina señalando a su difícil situación como dirigente de una banda que no es ni mexicana ni estadounidense como la razón de su ataque: “Esta situación de que en México se nos trata como banda nacional para ciertas cosas y como banda internacional para otras es frustrante”, declaró.
Su primer disco fue lanzado en 1996 por el sello independiente Aztlán Records, una disquera mexicana con el objetivo de darle una casa y una voz a las agrupaciones emergentes de la ciudad. Fue un material que llamó la atención debido al sencillo ‘Amor Metal’, una canción pop repleta de guitarras divertidas en cuyo puente instrumental juegan con distorsiones.
Es por ello que Sony BMG decidió firmarlos para el lanzamiento de su segundo material, Vox Electra (1998), el cual contó con la producción de Diego Herrera de Caifanes y que además contó con el apoyo de Sabo Romo. Fue un éxito, aunque el proyecto decidió regresar cinco años después y con tres integrantes menos con Hey!!! (2003), con el cual volvieron a convertirse en una agrupación independiente.
Después grabaron A Marte (2006) bajo la subsidiaria de Sony y un par de años después continuaron con Sentidos Saturados (2014) bajo el sello independiente norteamericano de Burger Records.
Como bien dijo Víctor, es complicado hablar de Pastilla como una banda con cierta nacionalidad. Aunque sus miembros han vivido por años en Los Ángeles, la banda inició en la Ciudad de México y gran parte de su público radica de esta ciudad. Gracias a su cambio de locación, a la banda se le considera como a una precursora de la internacionalización del rock mexicano.