Calificada el año pasado como una de las más emocionantes bandas emergentes de Reino Unido, Jungle hoy es una realidad gracias a su debut homónimo circulando en las tiendas de discos a nivel mundial y sus canciones llegando a cada vez más nuevos oídos.
Previo a su presentación en el festival Corona Capital, hablamos con uno de los líderes de la banda, Josh Lloyd-Watson, quien gusta de seguir escondiéndose en el místico anonimato, pidiendo que sólo lo llamemos J.
En 2013 oímos hablar de Jungle por vez primera, nos presentaron un par de temas —‘Platoon’ y ‘The Heat’— y después desaparecieron sin dejar fotografías de sus integrantes ni más información que esas dos piezas… ¿Qué hacían antes de Jungle?, pregunto a J:
“Buena pregunta. Trabajábamos en pubs y eso. T (Tom McFarland) trabajaba en un bar de tequila en Londres, solía preparar tragos como margaritas y era muy bueno en eso; yo era repartidor de pizzas.”
La inesperada respuesta me hizo caer en cuenta que detrás del boom que han sido en la industria británica en este 2014, J, T y compañía también fueron personas comunes, con empleos normales que los mantenían día a día. Entonces, ¿cómo fue que inició la banda? ¿Cómo pasaron ese umbral de ser personas típicas, con empleos regulares, a ser una banda de nivel internacional?
“Nosotros éramos vecinos, nos conocimos cuando éramos muy pequeños y crecimos juntos, solíamos tocar música, jugar futbol. Un día empezamos a escribir canciones, a crear música con nuestras computadoras y guitarras y, bueno, el año pasado le empezamos a dar los toques finales a un par de cosas que sentíamos muy cool, como ‘Son Of A Gun’ y ‘Platoon’, queríamos dejarlas terminadas, teníamos la inspiración para hacerlo y deseábamos tener un nuevo comienzo, con cosas nuevas.
“Pusimos la música en Internet y tuvimos una gran respuesta, fue hermoso, no sabíamos qué hacer y empezamos a tocar en vivo. El año pasado decidimos tocar en vivo juntos, toda la banda, y hemos tocado desde ese momento… Esa es la historia”.
Jungle es uno de esos extraños casos donde todo es rápido y conciso, como las respuestas que me da J, el efecto de su música en los oyentes británicos fue amor a primera vista o, mejor dicho, a primera escucha. Muy pocas bandas pueden presumir el haberse presentado en SXSW y en el mítico Glastonbury a menos de un año de su creación. J me confiesa que nunca había ido al festival inglés, así que el festival lo tomó por sorpresa:
“Fue asombroso, fue muy emotivo, una experiencia única y especial para todos. Nunca había estado en el festival y no me había pasado por la mente asistir y mucho menos que tocaría algún día en él, así que cuando ocurrió fue como un sueño hecho realidad, fue asombroso.”
Es notorio, a través de su narración, que el recuerdo de dicho show vivirá por siempre en su memoria. Aprovecho la inercia del momento y lanzo una pregunta que es a la vez un cumplido: ¿Qué se siente ser considerada una de la bandas emergentes más emocionantes de Reino Unido?
“No lo sé, realmente no ponemos atención a lo que la gente dice. Tratamos de salir y tocar shows con el corazón y lo hacemos porque somos parte de la audiencia tanto como cualquiera. Para nosotros se trata de mantener las cosas sencillas, no nos preocupa lo demás”.
Interrumpo brevemente y le planteo: ¿Alguna vez pensaron en alcanzar el gran nivel de éxito que ahora tienen?
“Puedes pensar en eso porque obviamente es lo que uno sueña, porque soñar es lo que te inspira y te motiva. Miras a bandas como Arcade Fire tocar frente a miles de personas y piensas: ‘Wow, es asombroso’; te inspiran esos sueños. Poco después llega un punto en el que crees que esa puede ser tu realidad pero para ser bueno en algo debes trabajar mucho en ello. Es ahí en donde estamos, trabajando duro, disfrutando y divirtiéndonos, involucrados con la gente y, si logramos algo así, podremos hacer lo que queramos”.
No hay duda que la clave detrás de lo que está logrando Jungle es su sonido, que nos remonta lo mismo a los clubes funky llenos de afros y pantalones acampanados de los setenta que a la electrónica minimalista y cuidada de James Blake, o a la fiesta interminable de Disclosure; sin embargo, la banda no tiene una concreta definición de su sonido, pues para ellos es un pantano donde convive lo electrónico y el funk bajo un espíritu hip hop.
“Lo bonito de Jungle es que se combinan los elementos electrónicos y los de la música en vivo. En el disco hay muchos sampleos, por lo tanto, hay un sentimiento hip hop. Así se siente en el disco, mientras que cuando tocamos es un poco más de ‘flow’ e improvisación, somos más energéticos, más agresivos, más funky, es muy diferente. Es algo pantanoso y muy energético”.
Puedo asegurar que esa pregunta le encantó a J, ya que al responder parecía que él mismo buscaba una respuesta que no conoce a la perfección, como si la música fuera un ente en pleno desarrollo, con distintas facetas que dependen de la perspectiva individual para darle forma.
El tiempo se acaba y es momento de cuestionar: ¿Quién es Jungle y cuál es su futuro?
“Jungle es algo extraño. Es todo. Nos llamamos Jungle porque es algo más grande que un individuo, es un colectivo de personas y no importa que seamos uno, dos, o siete, todo se trata de reunir energía y divertirse, no importa que haya un vocalista líder, todos nos involucramos. En lo que respecta a nuestro futuro, nosotros vemos algo muy brillante, así que estamos concentrados en tocar en vivo, en escribir, en hacer colaboraciones, remixes, hacer más cosas con la fama y disfrutarlo en realidad”.