Este domingo 5 de abril, el Primer Ministro del Reino Unido, el señor Boris Johnson, tuvo que ingresar a un hospital a diez días de haber dado positivo a una prueba del coronavirus COVID-19, de acuerdo a lo publicado en los diarios The Times, The Sun y Mirror, el político se encuentra en el Hospital St. Thomas de Londres, Inglaterra, en donde se le está administrando oxígeno.
Por otro lado, el gobierno de las islas no ha declarado algo con respecto a la situación del hombre que asumió el cargo apenas el pasado mes de julio. El Ministro de Vivienda y Comunicaciones, Robery Jenrick, declaró que “está en el hospital para ser sometido a exámenes, pero continua siendo informado de lo que pasa y estando al mando del gobierno”.
Por otro lado, Johnson tuvo acceso a su cuenta de Twitter ya dentro del hospital, plataforma en la cual escribió que “estoy de buen ánimo y manteniendo el contacto con mi equipo, mientras trabajamos para combatir el virus y mantener a salvo a todos”. Además, pidió a su población que acaten el toque de queda.
Para finalizar, hay que citar lo declarado por The Guardian, admitiendo que “esta más enfermo de lo que él o sus funcionarios están dispuestos a admitir”.
Esto es una situación que llega después de meses de oposición política, puesto que Boris llegó a sustituir a Theresa May con credenciales que lo estipulaban como el líder del Partido Conservador y uno de las principales figuras que apoyaron al Brexit.
Boris Johnson se inauguró en conciencia pública como alcalde de Londres en 2007, puesto que ocupó hasta 2016. En este periodo de tiempo, logró impulsar legislaciones ampliamente cubiertas por los medios, como la prohibición del consumo de alcohol en el transporte público, así como un sistema de alquiler de bicicletas. Además desempeñó como parte fundamental de los Juegos Olímpicos en 2012.
La reputación de Johnson es problemática, no solo por su política que se inclina a la derecha, pero por una personalidad con amplios paralelismos la presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.