Björk en el cine, Parte 2 #LifeIsLikeAMovie

// Por: Alonso Valencia

vie 14 abril, 2017

Björk hizo un exitoso paso por México con tres presentaciones que destacaron cada una a su propio modo, los diferentes estilos que han caracterizado a la islandesa durante toda su carrera. Como veíamos en Björk en el cine, Parte 1 #LifeIsLikeAMovie, la multifacética artista ha sido parte clave de varios soundtracks esenciales en la historia del cine, como el de León: The Professional (1994), Being John Malkovich (1999) y Stigmata (1999). Pero no cabe duda alguna, que el paso más importante de Björk en el cine, fue en el drama nominado al Oscar dirigido por Lars Von Trier, Dancer in the Dark (2000).

El proyecto que ve a Björk en el papel de una obrera que decide viajar a Estados Unidos en busca de una mejor vida y se encuentra atrapada en varios problemas personales, empezó como una propuesta de Von Trier hacia la artista, por hacer una película musical repleta de drama a niveles insospechados.

A lo largo de este filme, podemos ver cómo Selma Jezkova sufre de una enfermedad degenerativa que hace que vaya perdiendo la vista paulatinamente, afectando así su relación con su hijo y dando pie a un problema aún mayor que involucra al personaje de Björk en un caso de robo de dinero.

A pesar de que Dancer in the Dark (2000) fue recibida de manera maravillosa por la crítica especializada, convirtiendo a la islandesa en una nominada al Oscar por el tema ‘I’ve Seen It All’; Björk terminó todo el proceso de producción emocionalmente agotada, además de involucrarse en un sonado pleito con Lars Von Trier, a quien tachó de “sexista”.

Después del filme, Björk prometió no volver a trabajar en cine y sólo apareció posteriormente en un cameo en la cinta de Matthew Barney, Drawing Restraint 9 (2005), uniendóse a un par de cameos que ya había hecho anteriormente en The Juniper Tree (1990) y Prêt-à-Porter (1994).

Algo que es innegable es que Dancer in the Dark (2000) se convirtió en una de las cintas básicas en la historia del cine, tanto por la sublime interpretación de Björk, como por los números musicales y la historia que es catalogada por muchos como el drama más desgarrador que ha existido. Aún estamos a la espera de un regreso en forma de la cantante islandesa, pero la posibilidad ahora se ve lejana ya que su incursión en el mundo de los videos digitales al punto de convertirlos en toda una experiencia sensorial, es el arte que la caracteriza y la convierte en un personaje único.