Apenas la semana pasada, un dúo de jóvenes manifestantes irrumpieron la Galería Nacional de Londres para protestar contra la extracción desmedida de combustibles fósiles, una práctica estrictamente relacionada con diversas formas de contaminación ambiental y que resulta una de las causas principales del cambio climático.
Estas chicas, representantes de la organización Just Stop Oil, accedieron a una de las salas principales y lanzaron dos latas de sopa instantánea contra ‘’Los Girasoles’’, cuadro insignia Vincent Van Gogh y su periodo de 1880; posteriormente, se pegaron contra los muros que sostienen la pieza y cuestionaron a los asistentes con la pregunta: ‘’¿Qué importa más? ¿Una obra de arte o la vida?’’.
El video que capturó la acción se volvió viral de inmediato y fue tan celebrado como criticado: por la posición de privilegio de las ejecutoras, por su buena voluntad fundamentada en la ingenuidad, por su aparente deseo de protagonismo y por un discurso que apunta al enemigo; pero que se construye sobre lugares comunes.
Apenas en 2018, Matt Healy -vocalista y director creativo de The 1975– conocía a la activista adolescente Greta Thunberg y le confesaba que era la persona ‘’más audaz y rebelde’’ que había conocido en su vida, por la manera en que la medioambientalista sueca le hacía frente a los mandamáses del mundo sin titubear. Y tal era la admiración por Greta que decidió cederle el micrófono en el track introductorio de A Brief Inquiry Into Online Relationships (2018) para que ésta emitiera un discurso contra las cúpulas de poder que tienen sumido al mundo en la crisis actual.
Cuatro años y dos discos después, los cuatro miembros de la banda entraron a sus 30 para bajar sus revoluciones y adquirir un poco de esa sabiduría que, por desgracia, solo se consigue con la edad.
No hay mayor símbolo del cambio que el tiempo, y para The 1975, Being Funny In A Foreing Language (2022) es el reloj de arena mediante el cual -se lamentan y se burlan- de Just Stop Oil, de Greta Thunberg y de ellos mismos.
Ya nadie quiere ser parte de la banda
Bien dice Christopher Nolan en The Dark Knight (2008) que mueres como un héroe o vives lo suficiente para convertirte en villano, y vaya que en la industria de la música existen varios ejemplos al respecto (thank you, Kanye; very cool); es por eso que Matt Healy elige ser congruente con sus palabras y así como declaró para los micrófonos de NME que prefiere ser un antagonista declarado que un salvador que finge serlo, emprendió la misión de ir en contra de su propia etiqueta de icono adolescente para reivindicar la adultez en el quinto y más reciente material de The 1975: Being Funny In A Foreing Language (2022).
Luego de la manera en que se comunicaron durante la promoción de Notes On A Conditional Form (2020) -uno de esos discos pandémicos, además- el provenir de la banda se percibía incierto e incluso, sus mismos miembros llegaron a sugerir que podría ser el último material del proyecto.
Y no era para menos: aquel disco fue opulento, un auténtico capricho musical en el que se palpaba la obsesión por domar a una industria que sacó lo peor de ellos a pesar de posicionarlos en el pleno del mainstream.
Los espesos 20 tracks de Notes On A Conditional Form (2020) eran el reflejo claro de una banda urgida por demostrar que podía hilar tres buenos discos sin sacrificar sus inquietudes estéticas inclinadas al Ambient, el Shoegaze y el Antipop.
El resultado no sólo fue incomprendido: también fue completamente olvidable, tanto que incluso sus fans más recalcitrantes lo consideran una laguna en el canon de su repertorio.
Al menos dicha producción supuso una válvula de escape, el recordatorio de que todos estamos expuestos al fracaso… Y a llegar, tarde o temprano, al tercer piso.
Es por eso que tras diez años de carrera, Being Funny In A Foreing Language (2022) es su disco más convencional hasta la fecha. Convencional por sus 45 minutos de duración (si consideramos que el resto de sus álbumes rondan o superan la hora), por sus 11 tracks (si consideramos, también, que el resto de sus placas están por encima de los 15 tracks) y porque ofrece el sonido más homogéneo y amable para el oído casual.
De hecho, a nivel sonoro se siente como un trabajo asincrónico, ya que podría funcionar perfectamente como el puente transitorio entre el Pop envolvente y melancólico de I Like It When You Sleep, for You Are So Beautiful yet So Unaware of It (2016) y la belleza sintética de A Brief Inquiry Into Online Relationships (2018).
Únicamente en la parte instrumental (y énfasis particular en que, solo en la parte instrumental) canciones como ‘Happiness’, ‘Looking For Somebody (To Love)’ y ‘All I Need To Hear’ podrían encajar sin problema alguno en cualquiera de esos dos álbumes.
Elementos como los saxofones de los mejores tracks de I Like It When You Sleep But… (‘If I Believe You’ y ‘She’s American’) o las voces moduladas de A Brief Inquiry Into Online Relationships (2018) dejan de ser un mero recurso que dinamita canciones para volverse protagonistas de un disco, eso sí, más orgánico que todos sus predecesores.
Pero si tras la descripción anterior parece que hablamos de un proyecto excesivamente auto referencial con la misma banda, Matt Healy contrasta dicha concepción con un ejercicio hábil de escritura en el que tira una diatriba contra lo ilusoria y estresante que puede ser la juventud. Su juventud.
Y para eso, se reconcilia con su propia pretensión: fuera y dentro de las mismas canciones, aplica un mea culpa ante la innegable necesidad por ser nombrado como uno de los grandes artistas de nuestra época.
Se mofa de la pluma post apocalíptica que escribió A Brief Inquiry Into Online Relationships (2018): del Matthew Healy, el Adam Hann, el George Daniel y el Ross MacDonald que no creían en el amor, ni en el futuro, ni en el Internet ni en los gobiernos… Se mofa de la pluma indulgente que escribió I Like It When You Sleep, for You Are So Beautiful yet So Unaware of It (2016) como acto confesionario de sus adicciones y sus romances fracasados… Y sobre todo, se mofa de la pluma que escribió su debut como banda: The 1975 (2013) por creer que eran los reyes de un mundo al que ni siquiera le importaba realmente.
”She was part of the Air Force, I was part of the band
I always used to bust into her hand
In my, my, my imagination
I was living my best life, living with my parents
Way before the paying penance and verbal propellants
And my, my, my cancellations”
Para Matt Healy, Being Funny In A Foreing Language (2022) es renunciar al desgaste de querer convertir cada momento en una obra de arte transgeneracional para, mejor, encontrar felicidad en los pequeños detalles: sus canas, asentar cabeza, vivir de lo que ama con sus amigos de toda la vida..
Lo que parecía un chiste cuando Matt Healy dijo que ahora eran como un post-Arctic Monkey, se magnificó cuando el mismo Alex Turner comentó que al intentar replicar los riffs de AM (2013) se sintió como un chiste sobre sí mismo.
Al final del disco, que la parte sonora y la discursiva sean tan distantes cobra sentido y, como as bajo la manga, entendemos que Being Funny In A Foreing Language (2022) es una sátira -con alevosía y ventaja- de lo que fue y es The 1975.
Being Funny In A Foreing Language (2022) es ternura y pesimismo… Es un disco que decidió no ser una obra maestra para demostrar el punto de sus autores: que el tiempo no es de nadie.