Los mexicanos Michelle Couttolen, Carlos Cortés y Jaime Baksht ganaron el premio BAFTA a Mejor sonido por su trabajo en la película Sound of Metal, protagonizada por Riz Ahmed, así se anunció durante la gala de la prestigiosa premiación, cuya edición 2021 se dividió en dos días debido a la pandemia.
Los ganadores del premio trabajaron junto al director Darius Marder, el editor de sonido Nicolas Becker y el especialista en mezcal de sonido Philip Bladh en la película. Sound of Metal aborda la historia de un baterista de heavy metal que enfrenta una sordera definitiva y el fin de su carrera musical y de su relación amorosa.
Michelle Couttolenc, Jaime Baksht y Carlos Cortés esperarán hasta el 25 de abril para saber quiénes son los ganadores de los premios Oscar 2021, y si ellos pueden conseguir una estatuilla dorada, lo cual es muy probable, luego de haber obtenido un BAFTA.
El diseño sonoro de Sound of Metal es parte fundamental de la cinta. Desde la música que crea el protagonista, hasta la pérdida gradual de oído, ese dolor apremiante para alguien que vive de escuchar. Y el silencio. También logran transmitir la imitación falsa del escuchar después de un implante cloquear, algo que hasta ahora solo podía conocerse a través de realidad virtual. La experiencia de perder poco a poco la audición en la cinta está presente de modo innegable desde la escena de apertura y es de verdad desesperante:
La investigación sonora de los cinco diseñadores es exquisita, invita al público dentro de su cabeza literalmente, porque oímos (o dejamos de oír) lo mismo que Ruben (Riz Ahmed, el actor revelación de este año). Los artistas entrevistaron a decenas de personas que perdieron el oído, es decir que en algún momento fueron capaces de escuchar y tienen el recuerdo, una sensación residual de lo que fue oír.
Ruben está tan aislado que ni siquiera puede oír sus propios sonidos internos. Está obligado al silencio más apabullante.
El diseño sonoro nos lleva desde el sonido de la música que se le escapa al protagonista. De hecho, la cinta no tiene un soundtrack per se (cosa que llama la atención en una historia sobre un música). Su “música” es el silencio casi total y los sonidos que poco a poco se van apagando.
Eso lo lograron estudiando el efecto de una cámara anecoide, un espacio en el que el sonido ambiental desaparece y solo se puede oír lo que sucede dentro del cuerpo, desde los latidos del corazón a sonidos más sutiles como el movimiento de las señales eléctricas de los nervios o la torsión de los tendones.
Nicola Becker, el jefe del equipo de audio de Sound of Metal, dijo al Washington Post que la colaboración completa de Riz Ahmed fue imprescindible para crear el mundo íntimo del protagonista. Ahmed aprendió a tocar la batería con los oídos tapados por auriculares canceladores de todo sonido.
Para Becker, el diseño tenía que ser completamente naturalista. Inclusive varias secuencias (sonoras y narrativas) fueron cortadas porque eran demasiado artificiales. Es un milagro capturar la subjetividad de una persona sorda de ese modo.