Ases Falsos, agrupación chilena que durante seis se hizo conocer como Fother Muckers. “Juventud Americana”, su más reciente material (y el primero como Ases Falsos), los volvió a posicionar en la escena chilena y les valió la atención de la blogósfera iberoamericana por lo fresco y nostálgico de su propuesta.
La promoción de ese disco los llevó hasta México, el nuevo blanco de la escena chilena, en donde nuestro colaborador César Morales conversó con ellos.
¿Cómo se sienten al estar fuera de su país por primera vez?
Cristóbal: Es la primera vez que salimos de Chile y visitamos un país que no sea el nuestro. Estamos adaptándonos, sobre todo tratando de desmarañar un mercado y una cultura nueva para nosotros.
Simón: Hasta ahora todo ha estado bastante bien y lo hemos disfrutado, creo que hemos probado que nos llevamos bien y que somos buenos como grupo.
¿En que manera afecta el cambio del nombre del grupo?
C: Como Fother Muckers recorrimos todo el circuito musical chileno. Como banda necesitábamos recargar pilas y este “suicidio” fue lo mejor que nos pudo haber pasado. Fue algo cien por ciento positivo, muy refrescante y le hizo bien a nuestra manera de trabajar y componer.
¿Qué cambios podemos notar con respecto al nuevo nombre de la banda?
C: Existe un sonido diferente, el cambio se dio en parte a que hay nuevos integrantes, por ejemplo Juan Pablo, quien hoy toca la batería con nosotros. Él nos escuchaba antes como fan y él te puede dar una explicación sobre este cambio.
Juan Pablo: Como fan de Fother Muckers escuchaba algo más sucio, pero hoy por hoy se nota algo bastante sólido. La banda se encuentra en la búsqueda de un sonido limpio y pulcro y tengo la certeza de que, como grupo, lo que nos destaca es la ejecución en vivo.
¿Qué diferencia existe en esta nueva producción en comparación con las anteriores?
C: Abrazamos con menos vergüenza el rock latino, el sonido de la batería es más reverberante y nos sentimos a gusto con los arreglos descarados, todo esto sin dejar de lado la experimentación. Si bien exploramos diferentes timbres, nunca nos quedamos con un mismo sonido. Todo esto provocó la creación de un disco maduro en comparación con nuestras producciones anteriores.
¿Cómo se definirían estando en el escenario? ¿Cómo calificarían su show?
S: El escenario para nosotros es un espacio donde nos dejamos llevar, tocamos las canciones pero damos un espacio a la improvisación en algunas canciones, y si hay un buen feedback se arma una buena fiesta y es ahí cuando lo vemos como una celebración.
C: No le tenemos miedo al error, estamos abiertos a los imprevistos, de hecho los errores son parte de nuestro estilo, lo importante es no tener miedo a equivocarnos y saber valorar las cosas, la vida no se constituye sólo de éxitos sino también de pequeños fracasos. Todo esto tiene su sabor y es bastante dulce.
Contextualizando un poco, ¿cómo ven la industria musical en México en comparación con la suya (la chilena)?
C: Es muy similar pero a escala, es una industria en descomposición o que se construye sobre la que ya existió, que está bastante desorientada, con una falta de referentes importantes; cuesta ver para dónde va la micro, como decimos en Chile… para que me puedas entender, cuesta trabajo encontrar luceros que te guíen y, desgraciadamente, todos dicen que esto se ha vuelto una cuestión de nicho y que apenas se está entendiendo cuáles son los potenciales de internet.
S: Es una industria que sigue transformándose y todavía no se define, es muy entretenido formar parte de este periodo apocalíptico.
¿Qué dejan y qué se llevan de esta visita a México?
C: Dejamos una pequeña semilla que esperamos se transforme en un gran árbol que de muchos frutos y nos llevamos la experiencia y sensación de vivir a otra escala en una ciudad mucho más grande que la nuestra.