Dennis Hopper es mejor recordado como uno de los actores más entregados, versátiles y con estilo más particular observado por medio de trayectoria envidiable. Una larguísima obra de trabajo que empezó con Rebel Without a Cause de 1955 y seguiría hasta casi el final de su vida en 2010.
Hopper participo en cintas como Giant (1956), Easy Rider (1969), True Grit (1969), The Last Movie (1971), The American Friend (1977), Apocalypse Now (1979), Blue Velvet (1986) y True Ro
mance (1993), solo por mencionar algunas. Esto cimentando su cualidad como un actor de culto.
En medio de este involucramiento de carácter amplio y cercano a la industria del cine, tanto en Hollywood como en el extranjero, Hopper también traería consigo sus aptitudes como cineasta, fotógrafo y artista visual. Un porcentaje de su obra usualmente menos atendido.
Esta faceta del artista puede ser observada en el trabajo recolectado por el Hopper Art Trust, como operado por Marin Hopper, hija de este actor que hoy pretende dar energía especial al legado fotográfico de Dennis.
Como observado por The New Yorker, las fotografías tomadas por una Nikon F dentro de un periodo de tiempo correspondiente a 1961 – 1967, tienen a Hopper previó a su rol seminal en Easy Rider, observando el contexto alrededor de Hollywood. Este, particular a su caso, uno donde las jóvenes estrellas apenas buscaban sentido y regla dentro de un mundo exuberante y usualmente “mal advertido”.
Las fotografías de Hopper dan una perspectiva cercana a la mundanidad del medio, además de una interesante documentación de algunos de los detalles menos observados alrededor de esta época de Hollywood tan glorificada.
Entre el trabajo expuesto se pueden observar colecciones como The Lost Album, Drugstore Camera, Colors: The Polaroids. Todo disponible en la página web del artista también.