Tras solo 24 horas de anuncio preliminar, el trapero boricua Arcángel estrenó en las principales plataformas de streaming a su último álbum de estudio Historias De Un Capricornio (2019), un material en el cual había estado trabajando durante poco menos de una década, desarrollando sus historias personales y exponiéndolas de una forma completamente íntima dentro del material, el cual incluye colaboraciones con intérpretes como Ozuna, Bad Bunny y Sech, entre otros.
El álbum se lo dedicó a una de las miembros de su club de fans, quienes se hacen llamar “Las Maravillas”, una chica que falleció recientemente, pero que tuvo un gran impacto en la vida del intérprete y empresario. Se trata de un material diverso en cuanto a sonoridades, pero con un profundo uso de sampleos y grabaciones que detallan la vida personal del artista. Desde frases de su hijo pequeño, quien celebra la fama de su padre, hasta llamadas telefónicas con su amada abuela, todos estos detalles hacen de su escucha una experiencia emotiva con un intenso énfasis en las fragilidades emocionales de Arcángel, algo que pocas veces se ha podido observar dentro de un material de música urbana latinoamericana, acercándose más al trabajo introspectivo de Kanye West o Frank Ocean que al festivo de Daddy Yankee o J. Balvin.
De acuerdo a lo declarado por el cantante cuyo nombre real es Austin Santos, este álbum tiene el objetivo de dejar a un lado su imagen de trapero clásico, “no me estoy tomando una foto con el mejor fotógrafo del mundo, ni me estoy gastando diez mil dólares en ropa”. De hecho, la portada y el arte del material es una fotografía del intérprete a los seis años, celebrando su cumpleaños en compañía de su madre. “Estoy haciendo algo que tiene mucho significado, este es uno de los mejores regalos que me puedo dar a mí mismo, pues significa mucho porque es mío, es lo que soy yo”, declaró al respecto del material.
La primera canción es bastante brillante, pues ‘Mi Testimonio’ está repleta de sintetizadores atmosféricos que le entregan una sensación fría a la canción; lo cual, sumado con el susurrado rapeo de Arcángel, expande al relato cantado por el boricua. Se trata de una pieza en la cual profundiza respecto a los problemas que le ha traído la fama, incluyendo el alejamiento de su familia y las decepciones que se ha llevado de personajes interesados. El sampleo de una voz que pretende ser un vibrato en compañía con las cuerdas, golpes a los tambores y el duro beat de trap le da una instrumentación muy bien trabajada a la canción.
Esta sensación fría se mantiene en otro punto fuerte del álbum en ‘Ponte Bonita’, una pieza en la cual pretende fungir de apoyo a una chica que ha sufrido del abandono de su pareja. Se trata de una canción que cuenta con una lírica bastante empática que sin duda ayudará a miles de personas a salir de la depresión y empezar a salir a fiestas una vez más.
En ‘Infeliz’, su colaboración con Bad Bunny, vuelve a hablar de forma bastante positiva respecto a las experiencias sexuales. Es una canción divertida con un dembow irresistible, aunque entra en clichés de ambos intérpretes, quienes ya tienen una colección considerable de colaboraciones. Este sentir romántico, sin barreras, de alto contenido sexual, también se encuentra dentro del primer sencillo del álbum ‘Te Esperaré’, una pegajosa pieza repleta de detalles en sus voces y con una producción muy pulcra.
Al final, Arcángel logra su cometido por alejarse de aquella imagen que se formó a mediados de la década pasada de un reggaetonero típico. Con ayuda de varios de los productores e intérpretes más importantes de la industria, logró entregar un álbum íntimo, con detalles preciosos y líricas que rayan en lo sadomasoquista. Es una carta abierta a sus seguidores en donde aconseja sobre los problemas más duros, pero comunes, que te puedes encontrar en la vida.