Frente a la contingencia sanitaria causada por el COVID-19, se han cancelado eventos que impliquen la conglomeración de personas, ya sea en recintos privados o bien, en las calles de la ciudad. En ese sentido el comité IncluyeT, que se encarga de organizar año con año la Marcha del Orgullo LGBTTTIQA+, ha decidido que la edición de este 2020 se lleve a cabo de manera virtual.
Para ello, se ha planeado una serie de actividades virtuales a realizar programadas desde las 12:00 hrs hasta las 22:00 hrs, el próximo sábado 27 de junio de 2020. A través de un comunicado, IncluyeT ha informado que se tratará de “un espacio incluyente de reivindicación de derechos y de expresión cultural comprometida, del que todas las personas podrán ser parte”.
Entre los temas de esta marcha estará los derechos de las infancias trans, homologación nacional de los mismos derechos para todas las personas en todo el país, derecho a la salud integral, a medicinas, al trabajo incluyente, a una vida libre de violencia y discriminación.
También se tratará temas relacionados a derecho a la justicia por los crímenes de odio: si bien, reconocemos algunos avances de la capital del país, varios de nuestros derechos y nuestras libertades están pendientes o están amenazados por un posible retroceso.
“Tenemos la seguridad de que para nuestra edición 2021, nos reencontraremos, abrazaremos y saldremos nuevamente a las calles, llenándolas de color, alegría y orgullo, pero también de fuerza, resistencia y dignidad”, concluye el comunicado.
Cabe mencionar que han transcurrido 41 años desde la primera manifestación por la defensa de los derechos de la comunidad LGBT+ en la Ciudad de México. En cada edición se ha hecho más presente el apoyo y cobertura mediática. Algo impensable en el siglo XX.
Sin duda, algunos de los factores que han caracterizado a esta conmemoración es el color, la excentricidad y la libertad sexual, pero lo más importante: la seguridad y libertad de ser y sentirse así mismo.
No se puede negar que es un movimiento significativo en sobremanera porque deconstruye paradigmas y esquemas establecidos desde hace varias décadas. Asimismo, reivindica los derechos y las exigencias –totalmente aceptables- de una comunidad que se ha visto marginada históricamente.