Ayer American Football anunció el lanzamiento de su tercer disco de estudio, un material que mantendrá la tradición de la agrupación por mantener títulos homónimos que saldrá a la venta el próximo 22 de marzo gracias a Polyvinyl Records.
American Football (LP3) (2019) contará con colaboraciones de gente como Hayley Williams de Paramore, Rachel Goswell de Slowdive y Elizabeth Powell de Land of Talk. Este será el primer material de la agrupación desde su regreso en 2016, tras diecisiete años del lanzamiento de su disco debut homónimo, un material que es comúnmente citado como el precursor de la música emo.
Hace 19 años, un cuarteto de amigos universitarios grabaron un disco lo-fi dentro de su estudio hogareño, un material realizado “sólo para pasar el rato”. El rato pasó y aunque el cuarteto no se mantuvo unido por mucho tiempo, su álbum siguió en contacto con la poca gente que lo escuchó, convirtiéndose a la larga en uno de esos materiales que mayor seguimiento de culto ha despertado en la historia de la música.
Miles de shares a sus canciones en redes de Facebook, en portales de Reedit y en videoblogs terminaron por empujar a Mike Kinsella y a sus antiguos amigos a reunirse. Se juntaron en el 2014 para hacer una serie de conciertos por Estados Unidos misma que, tras ser aclamada por Pitchfork y Consecuence of Sound, se expandió a ciudades de Europa. Eso no bastó para Mike quien, tras el éxito recibido, se empezó a sentir como un idiota. “Ha pasado suficiente tiempo como para que tres dudes en su edad media sigan cantando viejas canciones acerca de sus sentimientos adolescentes”, dijo en una entrevista para Pitchfork.
Bajo esta excusa es que Kinsella, Lamos y Holmes decidieron que si seguirían tocando en American Football, tendrían que hacerlo con canciones nuevas. Canciones que sigan con el sentimiento impartido por su clásico del 99, pero cuyas líricas hablen de los problemas, emociones y conclusiones a las cuales se llegan durante la edad adulta.
La pieza inicia con el golpeteo a un xilófono, creando una melodía hermosa que rota entre tres notas del instrumento. Se acercan los golpes a las zonas más graves del mismo, en movimientos cíclicos que se intensifican, generando una atmósfera somnolienta que se intensifica con la introducción de las cuerdas y el posterior rompimiento con la entrada de un arpegio típico de American Football.
Kinsella entra entre instrumentos de viento, el golpeteo de un bajo y violas para relatar una historia de siluetas, a las cuales observa desde los recuerdos. “El músculo de la memoria continúa persiguiéndome”, relata repetitivamente en los coros, sobre el xilófono de la introducción. “Prometo que en cuanto las guerras terminen, te encontraré para romper las leyes una vez más como civiles”.
Este tercer álbum mostrará una evolución importante dentro del sonido de la banda, misma que se verá representada por “su madurez y evolución tanto musical como personal”. Los miembros de la banda han bromeado con la categorización del material, describiéndolo como un “post-house”, como referencia a la icónica casa que ilustra a las portadas de sus primeros dos discos de estudio.