// Por: Oscar Adame

vie 25 enero, 2019

Con tanta buena música que se lanza semana a semana, es difícil decidir a cuál material o artista vale la pena prestar atención. Cada siete días, WARP comparte una lista de los cuatro estrenos más significativos, sea por méritos artísticos o impacto cultural, estos son los álbumes que tienes que escuchar. 

Este viernes tenemos a una semana muy ocupada, con lanzamientos de los japoneses consentidos del post-rock instrumental de Mono, quienes lanzaron el aclamado Nowehre Now Here (2019). También tenemos al regreso de los ingleses de Blood Red Shoes con su quinto material de estudio Get Tragic (2019), un álbum repleto de las canciones pegajosas y glamorosas de las cuales nos tienen acostumbrados. 

Sin embargo, en esta ocasión decidimos seleccionar a los nuevos lanzamientos de Nicola Cruz, Toy, Bring Me The Horizon y Weezer. 

Nicola Cruz – Siku 

En su segundo álbum de estudio, el productor francés residente de Ecuador, Nicola Cruz, volvió a su excéntrica mezcla de sonidos electrónicos con elementos orgánicos procedentes del folclor latinoamericano. 

Un álbum anacrónico, en el sentido de que combina una encarnación del folclore espiritual antiguo y efímera musical con técnicas de producción modernas y programación electrónica. El material revela  el verdadero lado experimental de Cruz, incluso de forma mucho más intensa que su álbum anterior, ya que compone las pistas desde giros e improvisaciones provenientes de diversos instrumentos ancestrales.

Calificación: 8.0/ Reseña Completa Aquí/ Entrevista con Nicola aquí. 

Toy – Happy In The Hollow

Previo al estreno de su cuarto material de estudio, el trabajo de Toy había sido aclamado gracias a sus reminiscencias melódicas al shoegaze de My Bloody Valentine, y a los experimentos sonoros y estructurales de las principales agrupación krautrockeras que nos dio Alemania a mediados del siglo pasado.

Parecía que el estilo de los ingleses estaba más que definido, recibiendo críticas negativas debido a su repetición tras el estreno de su aclamado disco debut homónimo. Sin embargo, Happy In The Hollow (2019) muestra una evolución importante en el sonido de esta agrupación, pues aunque las influencias se mantienen, el grupo de integrado a un nuevo miembro en los sintetizadores, el argentino Max Oscarnold, añadió una sensibilidad folclórica a la agrupación y haciéndolos conscientes de la importancia del silencio. Esto es Toy en su sonido más introspectivo y obscuro hasta la fecha. 

Calificación: 7.0/ Entrevista con Max aquí.

Bring Me The Horizon – Amo

El quinteto de metalcore más famoso de las tierras inglesas está de vuelta tras haber cambiado su estilo a un popero metal-alternativo con evidentes influencias de Linkin Park en Semptiernal (2013) y That’s The Spirit (2015). Tras el éxito crítico y comercial de ambos trabajos, encontrando una formula que los llevo a crear himnos de estadio, los liderados por Oliver Sykes decidieron dar un nuevo giro a su pivote en este material, Amo (2019), el cual nos deja verlos bajo un lente completamente distinto a aquella de su segunda evolución. 

Este material juega con elementos electrónicos en sintetizadores que generan bases ambientales frías, beats tranquilos reminiscentes de la folk-trónica, y sampleos de voces moduladas a tal modo que parecen ser de otro mundo. El resultado es un disco dinámico sobre el desamor en el cual se nota la influencia que ha tenido el último material de The 1975 dentro de la industria de la música inglesa. 

Calificación: 6.5

Weezer – Weezer (Teal Album)

Previo al estreno de su Black Album (2019), los liderados por Rivers Cuomo decidieron sorprender al mundo con el estreno de un álbum de 10 cortes titulado Teal Album (2019). Un material conformado únicamente por covers a clásicos ochenteros y de finales de la década de los años setenta. Una colección innecesaria que nos muestra a este icónico cuarteto del alternativo estadounidense en su punto más desesperado. 

Resultado del éxito comercial que representó su versión de ‘Africa’ de Toto, Weezer parece haber encontrado la fórmula para mantenerse en la boca de los escuchas en la nostalgia, y no precisamente en la propia. Es una oportunidad desperdiciada, un álbum que no propone nada. No hay cambios en la instrumentación de las canciones, no hay un sólo elemento que nos diga que Weezer está interpretando. En su lugar, el grupo decidió entregar calcas a clásicos de Tears For Fears, Eurythmics, The Turtles, Electric Light Orchestra, A-Ha y Black Sabbath, entre otros. Una buena selección de canciones que deberían de descubrirse en su versión original.

Calificación: 3.0