// Por: Diego Galán

vie 14 junio, 2019

La artista robot, AI-Da, presentó trabajos originales de arte en la Universidad de Oxford. Esto convirtiéndola en la primer robot de inteligencia artificial artista.

Ai-Da es un robot humanoide, con piel y pelo hiperreal, además de un acento británico. Su nombre viene inspirado en la pionera e hito de la historia de la programación, Ada Lovelace. El AI es alimentado dibujos con los que trabaja en forma de datos para crear imagenes abstractas. Esto utilizando una cámara integrada y brazos mecánicos.

La robot fue inventada por Aidan Meller, director de la galería del mismo nombre, en conjunto con la Universidad de Leeds que trabajó en la mecánica y algoritmos desarrollados por científicos de la Universidad de Oxford.

Dentro de la presentación, la artista presentó una serie titulada “Unsecured Futures”. Esta cubre tanto pintura como escultura. La serie fue generada a partir de un análisis de los objetos frente al robot, que crea un camino virtual conectado a algoritmos, produciendo real-space coordinates para el brazo mecánico.

Escultura progresiva

Con una cámara que también tiene capacidades de reconocimiento facial, la artista robot, también es capaz de crear retratos de personas en tiempo real. Para las creaciones abstractas, el algoritmo del AI interactúa en un plano cartesiano, creando versiones aleatorias del espacio.

Un ejercicio claro del alcance de este proyecto, está en la escultura 3D de una abeja, creada por la artista. Esto resultado de la combinación de un dibujo de Ai-Da, con un mapeo real de una abeja. El resultado de la distorsión original y el render de Ai-Da fue modelado en bronce.

“La exposición cuestiona nuestra relación con la tecnología y el mundo natural al presentar cómo la AI y las nuevas tecnologías pueden ser simultáneamente una fuerza progresiva, disruptiva y destructiva dentro de nuestra sociedad”, dijo la galería.

De esta manera, la presentación de la artista, pretende postularse al frente del arte trabajado por medio del AI. Sobre todo cuando los procesos artísticos, no son sólo generados y exhibidos, sino que se pretende tener un personaje humanoide como cara del arte presentado.