Limp Bizkit en el D.F. #WARPgigs

// Por: Staff

vie 27 marzo, 2015

Francisco Flores para WARP

Artista: Limp Bizkit

Lugar: Pepsi Center WTC

Fecha: 26 March 2015

Limp Bizkit en la Ciudad de México. En Pleno 2015.

 

Es muy curioso ver el choque de realidades en estos contextos. Ayer en el World Trade Center, hubo algún tipo de evento lo suficientemente sofisticado como para que muchas personas se pasearan tanto de traje como en tacones, esa gente se veía muy sacada de onda por la cantidad de Pickup Trucks en el estacionamiento, las tank tops y gorras rojas de los Yankees en los noventeros y dosmileros que cruzaron el lugar para llegar al Pepsi Center WTC. En la calle, se veían playeras de Korn y se escuchaban gritos de “lleve su gorra roja de Limp Bizkit”, todo se sintió como entrar a una cápsula del tiempo en la Nápoles, es 2015 y “Freddy D” regresó con su banda para ofrecer el primer concierto en la ciudad (sin contar festivales) desde 2001.

 

Al fondo de un Pepsi Center WTC muy concurrido, estaba el escenario decorado con una manta que parecía una mezcla visual de “Final Fantasy” y Dream Theater, dio miedo el pensar que Limp Bizkit saldría al escenario como una banda que se toma muy en serio. Después de casi una hora de espera, el grupo de Jacksonville se subió al escenario y soltó cuatro bombas para callar a los que ya se habían desesperado: ‘Rollin’. ‘Hot Dog’, ‘Nookie’ y ‘My Generation’, el lugar explotó. El setlist fue muy bueno si se tiene en cuenta que “Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water” salió hace 15 años, tocaron dos “de las nuevas” (‘Gold Cobra’ y ‘Bring It Back’) que sirvieron como descanso (Son héroes aferrados los pocos que las corearon, después de “Results May Vary” en 2003, Limp Bizkit se convirtió en un recuerdo de la primaria), fuera de eso y los ridículos interludios, su set fue hit tras hit. La gente respondió con coros masivos, slams y sudor: un éxtasis de pubertad y testosterona.

 

Ahora, hay que ser sinceros, Limp Bizkit es una banda extremadamente ridícula, por eso es un alivio que su mejor (quizás único) artista no se tome tan en serio. Wes Borland salió con un traje floreado (sin pantalones, obvio) y un maquillaje con el que parecía una versión circense de Charlie Chaplin. Es increíble lo menospreciado que es, y contrarresta todos los absurdos que conlleva un show del grupo, por ejemplo: los interludios de ‘Party Up (Up in Here)’ de DMX e ‘In Da Club’ de 50 Cent, y lo peor, cuando Fred Durst salió a echarse su cover de ‘Behind Blue Eyes’ en el encore. Ese cover a The Who se mantiene como un momento “icónicamente” malo en la historia de la música popular y la generación MTV.

 

Finalmente, terminó el concierto y el piso quedó lleno de sudor y cerveza, muchos comentaron que faltó ‘Re-Arranged’ (la hubieran tocado en lugar de ‘Behind Blue Eyes’ peeero bueeeno) y etc. después de todo, resulta muy difícil pensar que alguien haya quedado decepcionado, Limp Bizkit sigue siento Limp Bizkit, 15 años después de su clímax en popularidad. Verlos en vivo en pleno 2015 es una experiencia estúpidamente divertida, como ver una película de “Fast & Furious”, si decides ignorar lo ilógico e idiota de la experiencia y te dejas llevar por tu puberto interno y su amor por las explosiones, la experiencia es un sueño húmedo adolescente hecho realidad.