¿Se acuerdan cuando Calle 13 salió a la luz con ‘Atrévete-te-te’, una canción reggeaton hace casi siete años? En aquel momento nadie se imaginó en la compleja amalgama de ritmos, estilos y propuestas en las que se convertiría el proyecto. Calle 13 es una banda que se siente cómoda al sonar a rock, a hip-hop, a ritmos afroantillanos, a reggeaton y a cualquier estilo, conservando un discurso bien dirigido y enfocado hacia la crítica, el sarcasmo, la denuncia social y el inconformismo latente que une a la mayoría de los pueblos latinoamericanos e hispanoparlantes. Por su lado, Residente, como líder del colectivo, es una persona que se convirtió en portavoz de consignas que van desde la critica hacía la industria discográfica, hasta la canción protesta, mostrándose siempre responsable de lo que dice al micrófono.
Aunque podrá parecer algo controvertido, Calle 13 en vivo es una fiesta que celebra en todo momento la vida, celebra la lucha y la aplaude. A pesar de que algunos sectores han visto como “oportunista” el discurso de René (Residente) al referirse a los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, no deja de ser algo que vale la pena escuchar, aunado a la situación de descontento general al respecto del tema. Un discurso muy presente en toda esta celebración que sólo el trio de hermanos, Visitante, PG13 y Residente pueden hacer en el escenario.
Para comenzar, apropiadamente iniciaron con ‘Fiesta De Locos’, tema con el cual encendieron el Palacio de los Deportes dejando muy en claro de qué se trataría la noche. A pesar de la ya conocida pésima calidad de acústica del recinto, el colectivo logró transmitir toda su energía a la gente que saltó y vibró con ‘El baile de los pobres’, ‘El aguante’ -que fue muy coreada-, ‘No hay nadie como tú’, ‘Adentro’ o ‘Pa’l norte’, recordando en ocasiones a Mano Negra en su mejor momento.
Pero el momento clave llegó cuando Tom Morello, guitarrista de Rage Against The Machine y Audioslave, subió al escenario para interpretar el tema que le da nombre a la gira y al último disco ‘Multiviral’, track controvertido pero con un mensaje muy claro: “Yo no vengo a decirles nada a ustedes, ni a su presidente; no es mi presidente, ustedes son los que tienen que decir algo y ser escuchados”. Poco después subieron al escenario a algunos familiares de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa y se escuchó su mensaje. Un momento muy emotivo, pues con los gritos de “justicia” y “no están solos”, Residente y Calle 13 mostraron su gran interés y su gran compromiso con esta lucha social.
Siguiendo con ésa temática, y aprovechando la visita de Tom Morello, se escuchó un cover a su antigua banda y así ‘Killing In The Name’ retumbó en el Palacio, como si fuese 1999.
La fiesta continuó y canciones como la sarcástica ‘El tango del pecado’, la tierna ‘Ojos color sol’, la curiosa ‘La perla’ y la rabiosa ‘Calma pueblo’, dejaban en claro que Calle 13 se preparaba para el momento en que venía uno de los temas mas épicos de su carrera: ‘Latinoamérica’. Para este momento la legendaria Lila Downs estaba en el escenario y el resultado fue un cúmulo de emociones que iban desde el orgullo hasta la indignación, pero todo con un toque de mucha luz y esperanza.
El encore se hizo presente, sólo para regresar y rematar la noche con ‘Atrévete-te-te’, el sencillo que los sacó a la luz, después ‘Muerte en Hawaii’ y para cerrar la celebración la oportuna ‘Vamo’ a Portarnos Mal’.
Por si alguien le quedaba la duda, Calle 13 no es una banda de reggeton, o de hip hop, o siquiera una convencional, es un conglomerado rico de músicos, un laboratorio sonoro lleno de mezclas con identidad, con una propuesta -oportunista o no-, bien definida y bien dirigida. En definitiva, no hay medias tintas con Calle 13, o se le odia o se le ama.