WARP Magazine “The Women’s Issue” presenta: Entrevista con Francisca Valenzuela #TheNewWARP

// Por: Staff

mar 2 septiembre, 2014

Fotos por Alexander Black

Suerte. La de nacer en una familia numerosa donde, siendo la única chica, creció viendo cómo su madre sacaba adelante a su prole y su carrera científica a la vez. La suerte de una voz prodigiosa y una letra precoz que siempre tuvieron claro que alguna cosa fallaba en aquellas mujeres que “temían envejecer y que hubiera otras más bellas”. La suerte del apoyo de público y prensa, quienes la han encumbrado en la nueva escena chilena, la más exportable y exportada. Suerte de saber mantener cabeza alta y mirada humilde. La suerte (o valentía) de tomar las riendas de su carrera musical y llevarla, hasta hoy, a un nuevo disco avalado por un sencillo incendiario. Suerte, fue la palabra más repetida por Francisca Valenzuela en esta entrevista y la que tuvimos también en WARP Magazine al poder compartir música y palabras con ella.

Estás acostumbrada a conducir tu vida y tuviste el mejor modelo familiar para aprender a conciliar lo personal con el éxito profesional. Naciste en California, donde tus padres trabajaban como científicos, e imagino que ver cómo tu madre desarrollaba su carrera mientras criaba a cinco hijos fue una auténtica inspiración.

Absolutamente. Soy la única mujer de cinco hermanos, y en esta familia numerosa aprendí a combinar mi mentalidad como individuo con el apoyo de la unidad familiar. Recuerdo momentos desconcertantes, como cuando me encontré lidiando con Music Business For Dummies para entender un contrato que me habían enviado, pero siempre conté con mi familia para seguir adelante. En mi madre tengo un referente de mujer independiente que combinó pareja y profesión, que desprende una luz increíble y que posee un maravilloso sentido del humor. Ella ha sido mi ejemplo de cómo ser una buena profesional y una buena persona, la mejor versión de mí misma.

Fuiste precoz y lúcida a la vez. Con 13 años escribiste ‘Peces’ —canción con alegatos como ‘tal vez ella sea bonita si te gustan las sonrisas huecas, las impresiones coquetas’— y con 14 firmabas Defenseless Waters —libro de poesía alabado por la misma Isabel Allende—… muchas declaraciones de intenciones a muy tierna edad.

Mis ideales han ido creciendo poco a poco. Me interesan —y no quisiera sonar cursi— los temas de género: me identifico con las mujeres del mundo de la cultura, de la política y de la ciencia que quieren canalizar un discurso relevante. Aun así no vivo en la doctrina, porque en lo referente a mi música todas esas ideas se empezaron a manifestar inconscientemente en mis letras, me salían de la víscera, de la tripa, sin querer, era mi visión instintiva de la vida. Fue ya de mayor y al empezar a componer de una manera más reflexiva cuando pretendí crear mensajes que comunicaran. Lo curioso fue que en Chile me catalogaban de “feminista” cuando para mí era algo absurdo: ¿Es feminista hablar del mundo que nos rodea? No existe tal cosa como “una música escrita por mujeres para mujeres”, pero ciertas temáticas no parecen válidas para el rock en general. Como sea, no puedo escribir sino desde la opinión que tengo, desde mi perspectiva orgánica y natural. La música fue, desde mi infancia, una catarsis visceral para intentar comunicarme.

Has ido de lo creativo a lo empresarial. Controlas todos los aspectos relacionados con tu música, y en el caso de este disco que se publicará en septiembre vuelves a editarlo bajo tu sello, Fantástica Records. ¿Cómo conviven la mujer de negocios y la artista?

[Ríe, con ganas] Tengo la suerte de contar con un equipo de gente increíble, pero tengo que confesar que la independencia no empezó como un plan ideológico, sino por defecto. En Chile no hay industria discográfica si te apartas de las multinacionales, y todos trabajamos con los recursos a nuestro alcance. Fui afortunada porque desde el inicio llegaron colaboradores muy interesantes , y el resto se fue desarrollando fruto de la oportunidad y de la necesidad. Fue al crecer profesionalmente y darme cuenta que se estaba generando una enorme cantidad de contenido interesante cuando nos planteamos la necesidad de trabajarlo bajo una marca propia. Lo más rico fue poder contar con aliados en muchos países, creando vínculos para desarrollar y amplificar todo ese contenido fuera de las fronteras chilenas.

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Hablaremos de esas fructíferas alianzas en México, pero para presentar a tu disco saquemos esa carta contundente lanzada a la pista de baile. ‘Prenderemos Fuego Al Cielo’, su primer sencillo, supone un tremendo giro a lo electrónico. ¿Representa fielmente a tu nuevo álbum?

Creo que el trabajo no es mucho más electrónico que los anteriores, sino un enorme abanico de música pop. Lo que sí supone es una evolución significativa en la producción, mucho más profunda y amplia. Son 11 canciones y cada una es un mundo en sí misma, una historia y un sabor diferente. ‘Prenderemos’ es la punta más electropop, bailable y nocturna de un álbum en el que hay arreglos de cuerda, piano, uptempos. Este avance sólo quiere ser una invitación entretenida.

Y para conseguir tantos sabores has trabajado con múltiples productores, de Dave Sitek (Yeah Yeah Yeahs, Foals) a Aureo Baqueiro (Natalia Lafourcade), pasando por Jesse Rogg (BANKS) y Matty Green (TV On The Radio); una vez más, te tenemos liderando un equipo potente. ¿Cómo es marcar tu voz única en un elenco tan amplio?

Efectivamente, la variedad del álbum tuvo que ver con la búsqueda de colaboradores óptimos para cada canción. Conste que el disco creció orgánicamente puesto que no tenía la intención de hacer un trabajo con varios productores, sino que se fue dando a medida que lo desarrollaba, al componerlo y grabarlo. Todos contribuyeron a aportar matices y a la optimización de cada canción, complementando los arreglos que tenía pensados. Aun así no me supone un problema coordinar estos equipos, es algo que llevo haciendo desde siempre, la gracia es encontrar colaboradores que admires y te inspiren. Esta creación múltiple me ha empujado a hacer cosas diferentes, fuera de mi zona de confort tradicional.

Volviendo al tema de las colaboraciones dentro y fuera de tus fronteras, nos consta que México es un territorio estratégico para ti. ¿Qué tienes pensado para el lanzamiento del disco en nuestro país?

Definitivamente México es uno de los territorios prioritarios para nosotros desde que toqué allí, en 1997. El disco saldrá en septiembre y estaré tocando en el Lunario el 25 de ese mismo mes para la presentación en la Ciudad de México, para después confirmar un plan de directos mucho más contundente en el país.

El Lunario es un espacio recogido. Has actuado en espacios enormes como las ediciones chilena y brasileña de Lollapalooza… Lo que has desvelado del disco, aunque sea sólo su punta más electrónica, proyecta una imagen muy bailable y dada a los grandes escenarios. ¿Qué entorno sonoro le sentará mejor a este tour?

En general tengo la suerte de poder tocar en espacios muy diferentes: festivales, discotecas y uno de mis favoritos, los teatros. Me interesa poder hacerlo así y afortunadamente tengo la habilidad y el repertorio para adaptarme. Justo ayer toqué en Coquimbo, al norte de Chile, en un concierto totalmente acústico sólo con piano de cola. Creo que el nuevo disco será versátil en directo porque es eléctrico y bailable, pero también tiene canciones más introspectivas… ojalá tenga oportunidad y escenarios para representarlo de todas las maneras.

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Ya que hablamos de escenarios y de mujeres, ¿cuáles son tus referentes en la música, coetáneas y pioneras que abrieron camino en este mundo de hombres?

Dos “Ritas”: La cantante de Les Rita Mitsouko, Catherine Singer, es uno de mis mayores ídolos, y Rita Lee de Os Mutantes. También Annie Lennox, Cecilia Touissant que me dejó alucinada en Vive Latino, Missy Elliot, Linda Ronstadt o la chilena Violeta Parra. De las actuales admiro la autoría y presencia espectacular de Yukimi Nagano (Little Dragon), Kimbra, Janelle Monáe… Es un momento increíble para estas artistas empoderadísimas que ya no representan esa dualidad de chicas o sexys o modosas, sino que son inteligentes y con una voz propia e inconfundible.

Un buen momento sin duda, pero seguramente ubicas bien en qué se puede evolucionar todavía, desde tu posición como mujer latina en tu profesión.

Prefiero el término “equidad” a “igualdad”, y creo que la música es un ámbito en el que aún no existe. Históricamente, y más en el sector latinoamericano, los hombres han sido predominantes y aún ahora, al ver carteleras de festivales, siguen siéndolo. Creo que aún hay una mentalidad que apunta a: “Ya pusimos a una mujer, ¿para qué vamos a programar otra?”, o de haber más de una hay tendencia a unirlas en un solo bloque, como si ese fuese un criterio artístico. En lo general creo que todavía falta un debate cívico sobre temas de género, pero también sobre la diversidad en todos sus ámbitos: la sexual, la de clase o de etnia. Hay aún demasiadas convenciones provincianas, aunque afortunadamente estoy convencida de que las nuevas generaciones las están cambiando veloz y radicalmente.

Entrevista por Marta Pallarès

Esta entrevista aparece en el #67 de WARP Magazine: “The Women’s Issue”, con Lana Del Rey, Lily Allen, Alondra De la Parra y Francisca Valenzuela en portada, ya disponible en locales cerrados (Liverpool, Sanborns’ Walmart) y en digital a través deiTunes.

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