Review – “Moctezuma”

Calificación

7.7

Porter

// Por: J. Ismael Canales

mié 27 agosto, 2014

Artista: Porter

En el lejano 2004, hace exactamente una década, ‘Espiral’ llegó a decir lo que muchos adolescentes (y no adolescentes) de corazón roto no podíamos expresar, fue un track que inmediatamente hizo clic y se instaló en nuestro inconsciente colectivo hasta la fecha.

Una banda tapatía, hasta entonces desconocida, de nombre Porter, fue la encargada de componer uno de los temas fundamentales de los últimos años en la música de México, banda que reafirmó su peculiar estilo con su EP “Donde Los Ponys Pastan” y tres años después con su primer álbum “Atemahawke”

El encanto que hizo que Porter nos conquistara en el 2004 se debe a varios puntos, comenzando por sus letras extrañas, incoherentes e incomprensibles, algo como un surrealismo lírico. La música se apoyaba en elementos electrónicos pero prevalecían los ecos vocales y los riffs con múltiples efectos que hipnotizaban a los oídos y hacían hipnóticos a los temas, todo esto acompañado de Juan Son, el vocalista más bizarro que hemos tenido en los últimos años, un personaje que complementaba esa rareza genial de la banda, saliendo a presentarse disfrazado de barquillo de helado o Bob Esponja.

Porter era eso, un grupo surreal que llegó  darle un giro a la música nacional hace ya diez largos años.

Después de una separación y el abandono del vocalista, Porter está de vuelta con un nuevo disco, donde lo primero que se nota es la usencia de Juan Son y su aporte vocal/lírico a la banda, ya no hay letras tan peculiares y, aunque la voz de David Velasco es muy parecida, no logra llegar a los agudos característicos del ex frontman.

Musicalmente hablando “Moctezuma” es un disco donde, en un intento de innovación, Porter toma los ritmos y estructuras propias de las danzas prehispánicas y letras que cuentan historias de esa época, como el descubrimiento de Tenochtitlan, la llegada de los españoles y los quetzales, acompañados de una musicalización menos experimental que lo que esperábamos, con una base de guitarras pegajosas y melódicas, un giro completamente distinto al Porter de “Atemahawke”, un cambio de rumbo que quizá no sea satisfactorio para el grupo.

De inmediato notamos lo anterior al escuchar ‘Murciélago’, el tema que inaugura la obra comienza con guitarras que se unen a percusiones aztecas, la linea vocal es interesante al igual que el puente, donde el tema rompe y se convierte en una melodía más veloz que se apoya de sintetizadores para crear un efecto de encore electrónico hipnótico.

La influencia electrónica está presente también en ‘M Bosque’, en ‘Huitzil’, ‘Palapa’, todos temas que convierten a los sintetizadores en parte fundamental de la obra.

Por otro lado, ‘Tzunami’, ‘Huracancún’, ‘Rincón Yucateco’ y ‘La China’, reflejan de mejor manera el espíritu de rock mexica experimental, con atmósferas de fondo que nos remontan a los cánticos indígenas, sonidos ambientales que nos transportan a una selva y riffs de guitarra orgánicos que hacen de los temas un viaje retrospectivo al pasado y liricas dirigidas a los dioses y el destino.

“Moctezuma” es un álbum que probablemente no le guste a los fans del Porter de antaño, la esencia es completamente distinta y nos recuerda por momentos, y con su debida distancia, a lo que hacían los Caifanes en el inicio de su carrera, esos temas que mezclaban percusiones de bailes prehispánicos con pegajosos toques de guitarra.

El álbum cumple, es un disco que se puede escuchar de inicio a fin y no tiene algún tema que sobre, no se cae en ningún momento, pero sólo queda en eso, en un álbum cumplidor, no es el gran regreso que esperábamos de Porter o, mejor dicho, ya no es el Porter que conocimos, es algo completamente distinto.