Un viaje en el tiempo y el espacio nos lleva a lo que experimentamos ayer en el concierto de Yes, en el Pepsi Center dentro del World Trade Center, en el D.F. Era un poco descorazonador saber de antemano que no se presentarían todos los miembros originales para cerrar el tour de “Fly From Here”, pero todas las dudas quedaron resueltas al oír al nuevo vocalista, Jon Davison, interpretar a la perfección el clásico inicio del épico “Yes Album”: ‘Yours Is No Disgrace’ para comenzar la noche.
Chris Squire y Steve Howe, leyendas en vida, no decepcionaron en ningún momento, demostrando su maestría en ejecución tanto en bajo como en guitarra; aún siguen dando lecciones importantes sobre genialidad en precisión y ambientación de su sonido. Las melodiosas y elaboradas líneas de bajo de Chris Squire daban pie y abrían el camino a la armonía y virtuosidad que Steve Howe imprimía en cada una de las notas que tocaba, con una variedad de guitarras e instrumentos de cuerda. Así se hizo presente el simple, pero poderoso nombre de la agrupación en la letra de ‘Tempus Fugit’, del álbum “Drama”, seguida de otro gran clásico del “Yes Album” que supera los 6 minutos de duración: ‘I’ve Seen All Good People’.
Aún siendo una banda legendaria, no dejan de ser humildes y homenajear a quien lo merece y a quien les deben inspiración, ya que enseguida nos hicieron saber que interpretarían un clásico escrito por Paul Simon, que también les ayudó en su momento a consolidarse en las listas de éxitos en los años 70: ‘America’. Acto seguido, Steve Howe tomó asiento, los reflectores se centraron solo en él y su guitarra, y con su maestría deleitó a toda la audiencia, interpretando partes de varias canciones conocidas de la banda, entre ellas ‘Leaves of Green’ y ‘The Clap’.
Llegaba la hora de ejecutar el material en el que habían terminado y trabajado desde el año 2011 y que le da nombre al tour, ya que interpretaron en su totalidad y sin parar la suite de ‘Fly From Here’ en sus cinco partes, del álbum que lleva ese mismo nombre y fue producido por el mítico Trevor Horn (quien también formó parte de la banda en algún momento).
Pero a nadie le gusta que el grupo toque tanto del material más reciente, sea quien sea, es por eso que acto seguido llegaron más clásicos como ‘Wonderous Stories’, ‘Heart of the Sunrise’ y ‘Awaken’. Para el encore, la cereza del pastel: ‘Roundabout’, y aquí sí, absolutamente nadie se quedó sentado o con los brazos abajo.
Tal vez muchos prefieran el acento de Jon Anderson y la excentricidad de Rick Wakeman, pero sobra decir que Yes, como se presentó ayer en el Pepsi Center, después de más de 40 años de actividad como agrupación, no decepcionó ni un momento. Parece que fueron pocas canciones, porque en realidad son algo largas, pero a los que esperábamos solo una hora y media de concierto porque “ya están grandes”, nos sorprendieron bastante al tocar poco más de dos horas. Si bien el venue como tal no brilla por estar bien adaptado a las necesidades de todas las secciones que se vendieron (o lo que es lo mismo, hay varias secciones de las que la banda no se ve bien), eso no significa que una excelente banda no pueda dar un gran concierto.