El festival Nrmal está celebrando cinco años de vida. Poco a poco se ha ido posicionando en su natal Monterey NL., y es la primera vez que se realiza en la Ciudad de México. Los que estuvimos ahí vivimos una experiencia reavilizante, una fiesta, pero aún cuando es difícil triunfar, es más difícil mantenerse.
Nrmal hizo posible el sueño de esas criaturas que viven para los festivales, un sueño que sin una adecuada organización y coordinación se vendría abajo monumentalmente: el escenario principal es un escenario doble. Mientras que en el Escenario Rojo veíamos a Rancho Shampoo, en el Escenario Azul los técnicos de Destroyer se preparaban. Del tiempo dependía todo el festival, las bandas tenían menos de diez escasos minutos para salir al escenario, si querían que la magia continuara.
El día comenzaba. Rancho Shampoo
La gente empezaba a llegar, pedían a gritos que Destroyer empezara a tocar, pero él les pidió silencio –“Tranquilos, ¿
No Zu subía al escenario para alegrarnos la tarde y hacernos bailar. La fiesta se transformaba en una batucada. Originarios de Melbourne, Australia, dos percusionistas, una batería, guitarra, sintetizador y una seductora voz, beats llenos de ritmo, No Zu parecen los hijos procreados de un Fantômas y M.I.A. ebrios de ron con azúcar quemada.
Mientras tanto, en el Escenario Noisey mezclaba T
Para las 5:00 pm en el escenario Azul se presentaba Los Monjo, una banda de rock/punk originarios de Guadalajara. El frío que se soltó les ayudó a crear la atmósfera, canciones melancólicas que hacían recordar a un viejo amor adolescente, el primer adiós. No terminó de prender a los asistentes, querían seguir bailando.
Pero el rock continuó. Desde Tampa Bay llegó por primera vez a México Merchandise, proyecto de rock indie estruendoso. No me sorprendería verlos en un Corona el próximo año. Presentaron canciones de sus dos primeros álbumes, “Total Nite” y “Children of Desire”. Pesé a problemas técnicos que hicieron quedar muy mal al festival, en plena presentación tuvieron que interrumpirlos para cambiar el bombo del baterista. La banda pidió disculpas y se extendieron, no era su culpa, querían terminar su presentación.
Eran las 6:40 pm y Matías Aguayo X Mostro continuaban afinando detalles, el sonido no quedaba tal como lo quería. Siendo tan importante el tiempo para el festival, ¿se podía permitir estos retrasos? Casi eran las 7 de la noche cuando por fin sonaron los primeros beats, sonaba como la entrada de Duffman -¡Ooooh, yeaaaaah!- y el público rápidamente corrió. No importaba la tardanza, Matías Aguayo prometía un festín y no defraudó, fue de los actos más concurridos.
Quizá fue porque el acto del escenario Noisey era extraño, inclusive para este vanguardista festival. Paul Marmota, chileno nacionalizado mexicano mezcló su “reggeatón espiritual”, bizarra combinación. Pero no importaba qué ritmo era, los asistentes querían seguir bailando, -¡perreo intenso!-, si alguien preguntaba, estaba muy drogada, decían las asistentes entre risas.
Barn Owl llegaba al escenario Rojo, los pasajes etéreos hacían lo suyo. Dub lleno de matices oscuros, podrían ser el parte del próximo soundtrack de Sofia
Llegó el turno de Wolf Eyes, quienes describen su música como metal, pero no era metal como lo solemos conocer. No había ritmo ni composición alguna; noise, podrían encajar en el género. Gritos de personas atormentadas, sonidos tétricos, caóticos y catastróficos, una guitarra con riffs que apuñalaban sin compasión alguna el cerebro y letras de odio. Está banda legendaria de Michigan atemorizó a más de uno, quizá no fue la mejor idea invitarlos a un festival de corte pop/electrónico.
Pional, por su parte, traía un pedazo de Ibiza a México. Este DJ/ productor/compositor llevaba la fiesta al siguiente nivel. Su house con toques de hip hop y pop nos hizo bailar y olvidar todo, se sentía muy emocionado, era la primera vez que tocaba en México. ‘In Another Room’ e ‘I
Al diez para las nueve de la noche Anika subía al escenario, y éramos transportados a la era del post punk, conducidos por una voz fuerte que te hace recordar inmediatamente a Nico, pero a su vez delicada y aterciopelada, de personalidad abstraída y tímida. Alguien más debía preguntar si queríamos otra canción, ella simplemente se alejaba del micrófono cuando terminaba de cantar.
Fue un verdadero deleite escucharlos, Geoff Barrow (Portishead) ha demostrado que no se equivocó al producirlos. ‘End of the World’, ‘In the City’, ‘No Ones The
Quien se quedó en el mood continuó el viaje de la mano de Kelela, en el escenario Noisey. ¿Estamos ante el futuro del pop? Una voz dulce, bien matizada, con toques de R&B, y un DJ acompañándola, jugando con ecos vocales y haciéndola más dramática por instantes. Kelela notablemente emocionada agradecía: “no sabía que alguien conocía mi música en México”, anunciaba mientras empezaban los beats de ‘Floor Show’, continuó con ‘Bank Head’, para darle paso a éxito ‘Enemy’.
Pero no a todo el público lo cautivó, algunos se decidieron por el dúo español Hidrogenesse, quienes
La noche se establecía y con ello los actos que más se esperaban. Silver Apples, neoyorkinos pioneros de la música electrónica (iniciaron en 1967) han visto nacer y morir los diversos géneros electrónicos, aunque en ese entonces se conociera como psicodelia. Y vaya que los define muy bien, la audiencia se entregó, no siempre se tienen a un par de leyendas tocando en vivo.
Después de casi una hora, llegaba el turno de otros españoles, Extraperlo, y continuaron con la línea del totipop, riffs felices, letras del primer amor correspondido. Animaron a todos mientras continuaba a la expectativa por la banda encargada de cerrar, por quienes todos fueron, estábamos a punto de presenciarla.
Finalizaba el festival. Blood Orange subían al escenario. El público estaba emocionado, feliz, todo valió la pena con tal de estar aquí. La primera vez que estos neoyorkinos se presentan en México. El bajo y el saxofón se adueñaban del escenario, y junto con ellos, la voz de Dev Hynes, el soul fluía. Los fans no podían sentirse más agradecidos, y seguramente vendrán más, la fama que tienen es pequeña comparada con lo exquisita que es su música. Nos regalaron canciones como ‘You´re Not Good Enough’, ‘Chamakay’, ‘Time Will Tell’
El festival Nrmal, pese algunos detalles técnicos, fue un rotundo éxito. Pero como en el transcurso del festival, el tiempo será el juez. ¿Tendremos el próximo año nuevamente edición en el DF? Esperemos que sí, es un festival novedoso, fresco, que se encarga de traer a lo más vanguardista de la actualidad, así como a leyendas consagradas. Lo deseamos repetir.
El Nrmal retomará actividades en Monterrey a partir de este miércoles y hasta el domingo 9. Sigan nuestros updates a través del hashtag #WARPenNrmal