Presentación del nuevo LP de The Great Wilderness “In the Hour of the Wolf”

// Por: Staff

mié 20 noviembre, 2013

Foto cortesía de Leo Carvajal, Roberto D'Ambrosio, y Rebeca Jiménez // www.cadaji.wordpress.com

Artista: The Great Wilderness

Lugar: Hoxton Pub

Fecha: 15 November 2013

La transición de la década pasada a la actual fue una época muy especial para la música nacional. En un lapso de más o menos dos años, la escena vio nacer una cantidad importante de proyectos de música original, como Las Robertas, Niño Koi, 424, Florian Droids, Colornoise, entre muchos otros.

Una de las bandas pertenecientes a ese repentino movimiento de rock independiente en Costa Rica es The Great Wilderness y pese a que han sufrido importantes cambios en su alineación, el grupo ha logrado sobrevivir y no ha parado de proyectarse hacia adelante.

Dada la posición de la banda como una de las agrupaciones precursoras del movimiento indie en el país y su reciente inclusión en varios festivales en Estados Unidos, el lanzamiento de su primer LP era algo que esperaba con bastante curiosidad.

Han pasado tres años desde que la banda de dream rock publicó su primer EP y es ahora que el grupo lanza -después de varios atrasos- su primer LP, “In the Hour of the Wolf”. La cita para la presentación oficial del álbum se dio el pasado viernes en el Hoxton Pub.

BIRD & FISH

Al entrar al local me topé con el sitio medio lleno, más o menos a un 50% de su capacidad total. La mayoría de la gente se encontraba aglomerada en frente del escenario, donde Mark Murillo tocaba su penúltima canción junto a la cantante de The Great Wilderness, Paola Rogue.

Murillo tiene una voz impresionante: fuerte y con un tono muy definido y cálido. Él es el hombre detrás del proyecto Bird & Fish, acto solista encargado de abrir la noche.

Bird & Fish tenía al público en su bolsillo y no me extrañó para nada, ya que se notaba que estaba dando una presentación muy apasionada.

Murillo terminó su set en medio de una avalancha de aplausos, para dar paso al plato principal de la noche. El grupo estuvo listo para tocar velozmente, si acaso 15 minutos después del telonero, momento en el cual se estrechó el espacio frente a la tarima.

In the Hour of the Wolf

The Great Wilderness presentó su LP debut en orden, canción por canción y durante las piezas iniciales me ubiqué al puro frente del escenario para apreciar todo lo que sucedía de cerca.

‘Vonnegut’ es el primer track del álbum y funciona de forma maravillosa para empezar un show en vivo también: las guitarras ensucian la atmósfera con sabor a fuzz, mientras la batería sigue un patrón que presagia la llegada de una explosión inminente.

Sin duda la mayor parte de la atención en ese momento se centraba en Paola, quien nunca deja de tener una presencia escénica poderosa y transmite una mezcla de misterio y determinación, a través de su mirada penetrante.

La guitarrista Jimena Torres no se queda atrás y se presenta como una figura firme, que emana una vibra completamente distinta a la de Paola -menos delicada y más cruda- , pero que se complementa muy bien con su compañera.

Un minuto y cuarenta segundos después, todos en el público estábamos meneando nuestras cabezas en sincronía con la única pieza instrumental del disco.

De entrada noté el progreso que ha tenido la banda al consolidar una alineación fija con Marco Gölcher en el bajo y Diego Trika en la batería: el sonido, el volumen y la intensidad de cada instrumento son los adecuados, además de que la energía que la banda proyecta en escena es mucho más consistente.

La pieza me dejó bastante emocionado por lo que estaba por venir, sin embargo calculé que el set y el disco tendrían más sorpresas de las que al final realmente hubo.

La segunda canción que presentan es ‘Hexagon’, la cual ya muchos conocíamos al haber sido publicada recientemente como sencillo. El tema -y en general la banda- tiene una potencia muy superior en vivo, a pesar de que había reconocido el enganche del coro desde que escuché la versión de estudio. “Say I’m awake, I’m alive”, canta Paola con vigor, durante uno de los mejores hooks que tiene el LP. La canción termina y el ambiente es efervescente.

A continuación la banda bajó el ritmo del concierto con ‘(Dawn) Platonic’ y ‘Wetlands’. Una de las cosas que más disfruto de la banda es como se interrelacionan los cantos de Paola y Jimena: el sonido de la primera es grueso y oscuro, mientras que la la otra suena mucho más suave y angelical, lo opuesto a la forma en que las vemos en el escenario, podríamos decir. Durante estas dos piezas, sin embargo, percibí que la voz de Jimena se escuchaba muy bajo y lamentablemente no se apreció tan bien la bella armonía que generan.

The Great Wilderness prosiguió con el tema ‘Seer’ y en ese momento me cansé. Me desmotivé un poco ya que, después de varias canciones, empecé a tener la impresión de que las piezas eran muy parecidas entre sí y mostraban dinámicas y estructuras similares.

Al ser todas las piezas parte de un disco, es comprensible que tengan un mismo ride, pero en lo personal me afecta cuando siento que no tengo nada nuevo que esperar, y mi atención se esfuma en ese momento. Básicamente: perdí la emoción y expectativa que sentí durante las primeras canciones.

Eso no quiere decir que la gente sintiera lo mismo, al contrario. El público se encontraba muy matizado con el show y se mantuvo así durante éste. El público fue bastante cálido y se notaba que los músicos en escena también estaban disfrutando mucho el concierto.

A continuación, la banda invitó a su primer baterista, Andrea San Gil, a tocar el tema ‘Blinders’. La pieza es probablemente la más tranquila del álbum y sirvió como un intermedio antes de la sección final y más potente del concierto.

La canción ‘In the Hour of the Wolf’ es un tema especial, porque, hasta este punto, en el disco prevalece un sentimiento de miedo, persecución y cierta frustración. Esta pieza, por el contrario, se siente como un contraataque. Lleno de furia y potencia, el tema captó sin duda la atención del público en el Hoxton y puso a todo el mundo a moverse.

Aprovechando esa chispa, pasó adelante el segundo invitado de la noche: Alexandro Baviera, baterista de Alphabetics. Baviera llegó de manera oportuna para tocar ‘Cellar Door’, la cual tiene un beat intenso que el músico aprovechó para canalizar toda su energía. Durante la pieza también tocó, Gustavo Quirós, otro invitado que, al igual que Baviera, formó parte de la banda durante las grabaciones del LP que esa noche presentaban.

‘Valley of Light’ es otro punto alto del LP, ya que es la canción que cierra la trama del disco y lo hace con un mensaje de esperanza. Esta canción nos hace sentir que después de toda la oscuridad, la desilusión y los corazones rotos, la lucha por estar vivo prevalece sobre todo.

Siguió el track secreto ‘#33’ para concluir así la interpretación del LP. La banda prosiguió con ‘Dark Horse’ la cual es una aplanadora en vivo y cerraron definitivamente con ‘Kiddy Plane’.

Después de escuchar el nuevo LP y disfrutarlo en vivo, siento que el disco me pierde en momentos porque se torna un poco repetitivo y esto se replica en vivo. Me parece que inclusive los rangos de notas en que se desarrollan las piezas son muy similares y en general las canciones proponen cosas parecidas.

Siento que el álbum es la consolidación del sonido que la banda ha venido produciendo desde que empezaron y me parece que es lo mejor que han sonado hasta ahora. Todos los integrantes de la banda han alcanzado un excelente nivel de ejecución en vivo y la experiencia que les han dado los años es palpable.

Sin embargo, me encantaría ver que la banda se aventure un poco más a la hora de componer para sus próximas producciones. The Great Wilderness ha masterizado su propio sonido y siento que ahora el grupo puede llevar todo ese misticismo melancólico con tintes de gloria y agresividad que los caracteriza a nuevas dimensiones.

Sé que por su espíritu lo pueden lograr.