Hesitation Marks

Calificación

8.7

Nine Inch Nails

Universal Records México

// Por: Diovanny Garfias

mar 3 septiembre, 2013

Artista: Nine Inch Nails

Es difícil no asociar a Trent Reznor con el retrato de un artista de existencia atormentada, adicto a las sustancias y cuya desesperación y rabia sólo pueden ser equiparadas con la tristeza infinita y el dolor que invaden su alma. Tampoco debería extrañarnos; durante años Reznor se autodefinió como un maestro de la experimentación sonora en sus vertientes más oscuras y siniestras, que sólo hallaba alivio creando música que alimentara a sus demonios internos. Aquella espiral descendente relatada en su álbum de 1994 terminó por llevarlo a un frágil estado mental, mismo que casi desemboca en su retiro del mundo musical y en la muerte de Nine Inch Nails al comienzo de la década pasada.

Hoy, el panorama es totalmente opuesto, Trent —ahora padre de familia— abandonó el alcohol y la cocaína, se olvidó de sus tendencias suicidas y redescubrió la placidez de estar detrás de los instrumentos, volviéndose en el proceso un prolífico músico y productor. Basta con citar su trabajo en cine bajo el mando de David Fincher (“The Social Network”, “The Girl With The Dragon Tattoo”), así como por lo hecho con su proyecto alterno, How To Destroy Angels (al lado de Atticus Ross y su esposa Mariqueen Maandig), para entender que el Trent Reznor que de momento nos ocupa no es el nihilista pasivo detrás de temas como ‘Hurt’ o ‘Somewhat Damaged’. Partiendo de lo anterior, es más sencillo diseccionar un álbum como Hesitation Marks.

Si en “With Teeth (2005) encontramos como elemento predominante el piano en las líneas melódicas, en esta placa resaltan las programaciones ejecutadas casi de manera experimental —como si hubieran nacido en los pads de un drum machine, más que en un programa de creación musical—, es decir, elementos como la guitarra y los sintetizadores, además de algunos otros instrumentos, se sienten como el ornamento de canciones originadas a partir de beats; ‘Satellite’ y ‘Copy Of A’ son un gran ejemplo de lo anterior.

Sin embargo, no todo es experimentación y electrónica de avanzada, tracks como ‘All Time Low’, o el “polémico” ‘Everything’, no sólo dejan de manifiesto el giro sónico de Nine Inch Nails hacia direcciones más optimistas, también está claro el amor de Reznor por las guitarras en sus variantes más funk, jazz o pop.

‘Find My Way’ es una nostálgica plegaria electro acústica de las indispensables en cada disco de NIN, mientras que ‘Disappointed’, ‘Running’, ‘Came Back Haunted’, ‘In Two’, y momentos de ‘I Would For You’ nos entregan los instantes sonoros más parecidos al proyecto industrial origina del artista, pero en una etapa más evolucionada. ‘Black Noise’ cierra de una manera estrepitosa y diferente a lo que Trent nos venía concediendo, con instrumentaciones misteriosas y experimentales que dotan de personalidad propia de la placa.

Probablemente esta sea la primera vez desde “The Fragile (1999) en que Reznor nos entrega un trabajo completo, con momentos altos y otros no tanto, pero que al final se siente como un “todo” de principio a fin. La producción fuera de este mundo y las líricas del músico hacen de este el mejor esfuerzo sónico a la fecha del nuevo NIN.