No es necesario ser un trotamundos para sentirnos en cualquier lugar del planeta, tenemos la música y con eso, en gran medida, debería bastarnos. Algo así pensé al estar envuelta en los colores, la enorme sonrisa de Gepe y la buena vibra que flotaba en el Lunario anoche, esto mientras Daniel Riveros nos llevaba de paseo por los contrastes de su música.
Esas historias que no necesariamente tienen que haber sido vividas por su autor, pero sí por nosotros, fueron la materia prima para que nos dejáramos llevar por la discografía de un músico a quien hemos visto madurar con el paso de los años. El mismo que hace varios ayeres conocí estando solito sobre el escenario del Multiforo Alicia.
Gepe estaba tan emocionado como nosotros, así que no era de sorprender que para el segundo tema del setlist [‘Con un solo zapato no se puede caminar’] ya estuviéramos vueltos locos, tanto fans de antaño como newbies.
Luego de ‘Celosia’ vino la primera colaboración de un show que recibió muchas visitantas, Carla Morrison hizo compañía al trío que estaba sobre el escenario prestándoles su voz en ‘Bailar Bien Bailar Mal’.
La melodía de ‘Fruta Y Té’ fue opacada por la voz de todos los que estábamos ahí cantando muy fuerte, esto fue un simple entrenamiento para pasar a ‘Bacán Tu Casa’. “Esta es una de mis favoritas”, dijo Gepe, para soltar ‘Un Día Ayer’ y seguir con ‘Campos Magnéticos’.
Un par de temas después copiábamos los pasos de Torreblanca quien hizo perfecta compañía en “Por La Ventana” para dar pie a Julieta Venegas, quien fue voz invitada para “12 Minerales”, canción que, según el orden de “Audivisión”, tiene que ir antes de ‘Alfabeto’.
Estábamos en una nube de canciones de amor que terminó despejándose con los coloridos trajes de un par de bailarinas que nos llevaron de viaje por Perú, Brasil, Bolivia y Chile con sus coreografías, obviamente esto sucedió mientras ‘Bomba Chaya’ sonaba. Un simple calentamiento para uno de los highlights de la noche: ‘En La Naturaleza’, descrita como “reggaeton andino”.
Estábamos sudados y totalmente programados para seguir bailando hasta que, repentinamente, Gepe agarró su guitarra y se quedó con Felicia al cello para despedirse con ‘Un gran vacío’, acústica, hermosa y desgarradora.
Este paseo musical tuvo paradas muy bien elegidas por las canciones más importantes y por las menos populares… por las que nos llevan de fiesta por las callecitas de Cusco o las que nos hacen querer estar en nuestro cuarto solos. Un día antes de esa noche Gepe me dijo que generalmente le gusta la música de países a los que no ha ido; nosotros le agradecemos invitarnos a su viaje por esas tierras y ritmos inexplorados.