El sentido común es probablemente uno de los conceptos éticos y personales, más difíciles de explicar, pero sobretodo de llevar a cabo. Involucra a uno mismo en su interacción directa con el mundo, con los que nos rodean todos los días y dependiendo la posición social, incluso a aquellos que ni siquiera conocemos.
La polémica originada a raíz de la portada de la revista Rolling Stone en su versión de casa (Estados Unidos), al poner al principal sospechoso de los bombazos en el maratón de Bostón, de nombre Dhzokhar Tsarnaev, aunque conocido como “Jahar”, desató con fuerza el repudio de buena parte de la sociedad civil en ese y otros países del mundo, la crítica dividida de la prensa mundial especializada y de la que no sabía a ciencia cierta de qué se estaba hablando, pero decidieron sumarse solo por no quedar fuera.
Y es justamente ese tipo de prensa, la que llama “Rolling Stones” (incorrectamente con “s” al final) a la clásica revista norteamericana y que desde una posición muy relajada, deja de lado un artículo / reportaje muy completo e interesante sobre el perfil de Jahar y el por qué un chico con un futuro prometedor, puede llegar a cometer semejante monstruosidad, utilizando las mismas palabras de la publicación.
Primero hay que reconocer que Rolling Stone siempre se ha involucrado en temas de interés general además de la música, como la política o la guerra y en este caso, una dolorosa masacre a la sociedad estadounidense, que quizás merecía un poco más de tiempo y no ver la cara del “culpable” en cada quiosco del país. Lo cual no quiere decir que RS lo haya hecho mal editorialmente hablando, pero sí nos habla de una falta de sentido común que le ha costado ya cifras importantes de publicidad en el mundo entero y que su número de agosto (el de esta portada) no se encuentre o se vea por ningún lado, entre los comercios que se niegan a exhibirla y entre los que aunque la compraron, no se lo cuentan a nadie.
Haber puesto a Jahar o no en la portada es la primera decisión que los editores tomaron. Si fue buena o mala es un intento por despertar un interés social aunque evidentemente comercial. Sería un error pensar que una publicación no busca vender revistas cada que se arma el diseño de un “cover”. Luego vino el tratamiento y ahí parece que llegó el verdadero problema. Balazos (como se les llama a las viñetas con información del número en una portada) de Jay Z, Willie Nelson, Gary Clark Jr. y el tan de moda Robin Thicke, al lado de las palabras “The Bomber” en gran tamaño, hicieron el daño necesario, aunados a una auto foto del individuo que se tomó para Facebook, dándole visualmente una sensación de que se trata de un nuevo músico que se llama así, “The Bomber” con un texto que si bien justifica la increíble historia de los interiores, si no se lee, es totalmente estéril para equilibrar una decisión editorial así, llena de las intenciones que a cada quien lo hagan dormir mejor por la noche, pero carente total de ese mencionado sentido común.
Así que una revista y sus decisiones editoriales no van a regresarle la vida a nadie ni a dignificar o no a las víctimas. El periodismo debe ser entendido como un reflejo de la realidad social y se debe muchas veces provocar y actuar de maneras incómodas. Lo que sí es que para todo hay formas y las de RS en esta ocasión, no parecen haber utilizado, el más común de los sentidos.
Lo que se dijo en WFM en W Radio:
Gabriela Warkentin, analista de medios y Directora de W Radio:
“La revista Rolling Stone tiene una historia contracultural, prácticamente desde que nació, no hay que olvidar eso. Hay gente que dice que hay que cuidar a las victimas y a mí me parece que esto, es llevar el argumento al extremo ya que RS no las hace a un lado. Para mi, lo que hizo es ponernos frente al espejo y decirnos que ese asesino puede ser cualquiera”.
León Krauze, periodista y conductor de Univisión en Estados Unidos:
“A mi me parece que la historia que cuenta RS es una gran historia. Creo que el error de RS está en la elección del diseño de la portada ya que eligieron el mas provocador y pudieron solucionarlo de muchas otras maneras. Mi percepción es que, hubo una reacción social hacia RS de desencanto. Too soon dirían acá”.
Benjamín Salcedo, Director de Rolling Stone México:
“Hay mucha gente que se dedicó a criticar el artículo sin haberlo leído. Creo que hubo una saña de algunos medios en solo hacer ruido. RS no es exclusivamente una revista de música, sino una que tiene muchos otros contenidos. De cualquier manera, en la edición de RS México no se va a publicar esa portada ni el artículo y yo no hubiera tomado esa decisión editorial”.